Bicho Y Yo: el dramón del "pinchacito"
El “pinchacito” es parte de esa liturgia bichosa, esos muchos rituales que hace años se vuelven parte de nuestro cotidiano. Y aunque lo naturalicemos, sigue siendo difícil de tragar. Como la pastilla de Azitronavir, que es enorme y sigue molestando. Que no nos quejemos no significa que no moleste. Vamos por la cura, siempre.