Por Lucas Fauno Gutiérrez (guión y texto) y Jon Amarillo (dibujos)
Las personas que vivimos con VIH, las que tenemos el virus y las que acompañamos la causa, repudiamos no solo los dichos del Dr. Abel Albino ayer en el Congreso, sino lo que su rol en la medicina y el Estado representa. Que en el año 2018 un profesional de la salud y representante del Estado ataque con información falsa, llena de estigma y prejuicio, es un acto que no puede pasarse por alto.
Albino es el mismo doctor que en 2015 dijo que la homosexualidad era un problema. Ése que dice que el preservativo no funciona. El que al momento de usar un espacio de difusión, no sólo hace gala de una voz arcaica y retrógrada, sino que además brinda datos –nada inocentemente- erróneos. Ese que dice que el sida atraviesa la porcelana. Ese que puede parecernos bizarramente gracioso. Ese, es una amenaza a nuestra saluda y vida en sociedad.
Y se ríe. Porque hablaba y se reía. ¿Cómo no reírse si encima de estar inoculando una semilla de miedo y mentiras, además, cobra millones por ser asesor del Gobierno actual? Se nos ríe en la cara. Una cara que llora impotencia, se muerde los dientes de furia y sigue activando día a día. Hacemos y aportamos de a poco, para que de repente un ignorante peligroso que se arroga el título de médico venga a escena con este material dañino. Por eso le respondemos:
EL SIDA NO ES UN VIRUS, EL VIH SÍ. LOS PRESERVATIVOS SON IMPERMEABLES. UNA PERSONA A LA QUE SE LE ROMPE EL PRESERVATIVO PUEDE IR A CUALQUIER HOSPITAL Y EXIGIR QUE LE BRINDEN LA PROFILÁXIS POST EXPOSICIÓN. VIVIR CON EL VIRUS NO ES UNA SENTENCIA DE MUERTE. NO SE CONTAGIA, SE TRANSMITE.
¿Cómo se previene? – Vía sexual: se previene con el uso del preservativo de manera correcta y consistente, es decir, durante toda la relación sexual ya sea vaginal, anal u oral. Cualquier otro método anticonceptivo no previene el VIH.
Actualmente en Argentina más de 120 mil personas viven con el virus de VIH. Y de ellas, un 30% no lo sabe. El miedo al test no es tanto por un tema físico sino por un estigma social. Estigma que el Dr. Albino ayer se encargó de reforzar.
Dr. Albino, usted no solo maleduca desde el miedo con la obvia finalidad de imponer su pensamiento religioso retrógrado, sino que además condena a gran parte de la sociedad.
Cuando hablamos de VIH de lo que menos estamos hablando es de un virus. Hablar de VIH pone en juego temas sociales, de derechos humanos y sociales, cuestiones de empatía y activismo, lucha y resistencia. Escuchar al Dr Albino es recordar cuanto nos odian, cuanto amenazamos sus dobles morales.