Lesbocidios en México: impunes e invisibles
Las investigaciones no consideran la orientación sexual de las víctimas, lo cual dificulta el acceso a la justicia.
Las investigaciones no consideran la orientación sexual de las víctimas, lo cual dificulta el acceso a la justicia.
Hay un detenido y sus compañeras exijan se investigue como un crimen de odio.
El lunes 24 se leerá el alegato de clausura. La fiscalía busca una condena perpetua.
Rosa tenía 50 años y la asesinaron en el interior de su negocio.
La familia de la referente, junto a organizaciones LGBT, exige a la fiscalía que se trate como un transfeminicidio.
El prefecto Octavio Romero fue brutalmente asesinado en 2011 pero la Justicia no lo investigó como crimen de odio. Hasta hoy está impune.
Fueron a su casa, lo drogaron e intentaron ahorcarlo. La fiscalía sólo investiga el crimen como «robo».
Marimar Santiago, docente muxe, fue asesinada el 27 de agosto. El mismo día David, mujer trans de origen mixteco, sobrevivió a un intento de transfemicidio.
Carina Guzmán, una mujer trans, fue encontrada muerta en su casa de General Güemes (Salta), con signos de violencia. Desde chica había sufrido violaciones, abusos y discriminación.
El activista y economista trans peruano Rodrigo Ventosilla murió en Bali en condiciones que se desconocen luego de que la policía lo torturara a él y su esposo Sebastián Marallano.