¿Por qué las personas LGBTIQ tenemos que poner siempre la otra mejilla?

El pasado viernes, Valeria Licciardi, ex participante del reality Gran Hermano, fue la única chica trans invitada a debatir sobre feminismo, transfobia, el derecho al aborto, entre otras cuestiones, al programa Intrusos, conducido por Jorge Rial

Por Sasa Testa* El pasado viernes, Valeria Licciardi, ex participante del reality Gran Hermano, fue la única chica trans invitada a debatir sobre feminismo, transfobia, el derecho al aborto, entre otras cuestiones, al programa Intrusos, conducido por Jorge Rial. Entre sus panelistas se encuentra Marcela Tauro, quien fue interpelada por Valeria a propósito de la patologización y la estigmatización que hizo, junto con Guido Kaczka, hace unos meses de las identidades no binarias, en el programa de radio No está todo dicho.  Inmediatamente, la reacción de esta persona fue la de evadir la respuesta, hablando de la pastilla de Misoprostol y diciendo que a ella, como “mujer” (una categoría que a estas alturas trasciende al mero hecho de tener ovarios, vulva y vagina, porque ya sabemos que mujer no se nace sino que se hace y se llega a serlo) le había incomodado la mención de este medicamento, en tanto católica.

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Es verdaderamente lamentable la falta de memoria que a veces tenemos. Marcela Tauro, tal vez se haya olvidado que fue la iglesia católica la que instauró, en la Edad Media, una guerra santa y mató a sangre fría a muchas personas, en el nombre de un tal dios. También fue la que mandó a quemar, Inquisición mediante, a miles de mujeres por el hecho de etiquetarlas como “brujas”. Y no quiero olvidarme de que fueron lxs jesuitas, también parte de la iglesia católica, lxs que esclavizaron a miles de habitantes de nuestros pueblos originarios mientras, en nombre de dios, decían evangelizarlxs.

Fue la iglesia católica la que habló del “pecado nefando” y de las “acciones contra natura”, al tiempo que hacía parir a una mujer virgen, fecundada por obra y gracia de un supuesto arcángel. Es la iglesia católica la que bajo un juicio plagado de argumentos de dudoso criterio se opone a la lucha por la legalización del aborto.

La importancia del lenguaje inclusivo 

Por otro lado, y volviendo a las cuestiones llamativas del programa, me parece altamente necesario, recordar la importancia de utilizar un lenguaje inclusivo para evitar que frases como “los travestis”, dichas durante la emisión de Intrusos, cuya invitada era, casualmente, una mujer trans, puedan, finalmente, dejar de pronunciarse.
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Los discursos son generadores de realidad y también motores del sostenimiento del inconsciente colectivo. Por lo tanto, poner en cuestionamiento qué se dice es, simultáneamente, poner en cuestionamiento la realidad que se nos presenta como la única posible y dejar de invisibilizar a quienes los poderes hegemónicos han decidido que constituyamos la periferia. Y también es dar cuenta de que, al fin y al cabo, nosotrxs también tenemos una voz y que esta también construye realidades.

¿Y la tolerancia de ellxs, para cuándo?

Pero, bueno, amparadxs en el “dar la otra mejilla” que los evangelios de lxs aparentemente santxs Mateo y Lucas pregonan, lxs integrantes de Intrusos decían al aire que teníamos que ser tolerantes porque ellxs estaban “aprendiendo”. Y, nuevamente, el interrogante acerca de si alguna vez se han sentado a reflexionar acerca de cuántos años de tolerancia ha venido sosteniendo el colectivo LGBTIQ asoma entre mis pensamientos y me doy cuenta de que, evidentemente, la balanza solo está inclinada hacia un solo lado. Con la tolerancia y la piedad seguimos en la lógica binaria homolesbotransbinobinaria excluyente. ¿Y la tolerancia de ellxs, para cuándo? Pero, claro, mejor de todo esto hacer oídos sordos y la vista gorda, porque lo que más pareciera importar a la opinión pública no es sacar a la luz cuestiones como estas sino los cruces entre Valeria y Lizy Tagliani. Total, para hablar de lo otro ya va a haber tiempo. Total, nosotrxs seguiremos practicando la tolerancia por los siglos de los siglos. “No hay peor ciegx que lx que no quiere ver” *Es docente de Castellano, Literatura y Latín y activista gender fluid. Cursa la maestría en Estudios y Políticas de Género (UNTREF). ]]>

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