Una empresa forestal los llevó a juicio para desalojarlos pero testigos aseguran que Cuesta del Ternero siempre fue territorio mapuche
A pesar de su posesión difusa, un empresario forestal llevó a juicio a seis personas mapuche para desalojar el territorio reivindicado por el Lof Quemquetrew en Cuesta del Ternero. Allí fue asesinado en 2021 Elías Garay, integrante de la comunidad.
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BARILOCHE, Río Negro. El jueves 26 de septiembre finalizó en Bariloche el juicio contra la Lof Quemquemtrew por “usurpación” de un terreno en Cuesta del Ternero, paraje rural a 30 km de El Bolsón. La comunidad reivindicó el territorio el 18 de septiembre del 2021 y fue denunciada por Rolando Rocco, un empresario local con concesiones forestales en la zona que busca desalojarlos.
El 2 de octubre, la sentencia
A lo largo de cuatro días de audiencias, el debate se centró en dos corrientes principales. Por un lado, una discusión más técnica para definir el lugar que ocupaba Rocco con las plantaciones, la extensión del asentamiento de la comunidad, los derechos relacionados a las plantaciones forestales y aspectos relacionados a la clandestinidad o la violencia.
Por otro lado, se abarcó el derecho indígena y la situación global de los pueblos originarios. Como dijo Orlando Carriqueo, werkén (vocero) de la Coordinadora del Parlamento Mapuche de Río Negro, en su declaración como testigo: “En la provincia (de Río Negro), en la Argentina, y en la mayor parte de Latinoamérica, los estados no han podido resolver la situación territorial.” La jueza Romina Martini tendrá que tener en cuenta ambas líneas de discusión para dictar sentencia el próximo miércoles 2 de octubre.
El primer día se escucharon testimonios del querellante Rocco y su contratista, además de algunos efectivos policiales. El segundo día declararon sólo empleados policiales, y todos los testimonios se relacionaron con el operativo de desalojo, el 24 de septiembre del 2021. Los policías relataron cómo ingresaron al territorio y que recibieron insultos y piedrazos. Parecía que la intención era demostrar que la comunidad mapuche era violenta, pero quedó en evidencia lo desmedido del operativo.
Según el testigo Osvaldo Tellería, Jefe de la Policía de Río Negro en ese momento, hubo alrededor de cien efectivos, entre la policía de Río Negro, el grupo especial COER y la Brigada Montada. Con todo ese despliegue, apresaron a tres hombres, dos mujeres y un niño, quedando los primeros detenidos mientras las mujeres pudieron retirarse a cargo del menor. Cuando declaró Ariadna Mansilla, una de las imputadas, contó: “Nos tiraron al piso, nos sostuvieron en el piso a las dos mujeres, y al hijo de Romina también”.
La difusa posesión de la empresa forestal
Parte de la discusión se centra en los actos de posesión de Rocco, quien reclama 2550 hectáreas en Cuesta del Ternero. Pero su empleado Martín Feilberg habló de no más de 600 Has. de forestación que tenía que despejar, y por otro lado los policías que participaron del intento de desalojo indicaron que el asentamiento de la Lof Quemquemtrew era “de 50 por 50”, de “unos 500 metros,” o de “un lugar grande, como para varias carpas.” Por lo tanto, la defensa sostuvo que aunque Rocco tenga plantaciones en lugares cercanos, no puede esgrimir la posesión de 2550 hectáreas, y no podría incluirse el lugar de la comunidad porque allí es puro bosque nativo.
De eso dieron cuenta varios testigos de la defensa, quienes conocen bien Cuesta del Ternero. Entre ellos, Nehuén Loncomán, presidente del CODECI (Consejo de Desarrollo de las Comunidades Indígenas de Río Negro); Pablo Nieto, quien fue director de la escuela primaria del paraje a menos de dos kilómetros de la comunidad, y Daniel Tornero, quien conoce el paraje hace más de 60 años, y ayudó en la creación de una radio comunitaria en la escuela que nucleaba las comunidades de la Cuesta. Aemás colaboró con la reivindicación de la Lof Quintupuray en el 2008. Todos afirmaron que allí hay puro bosque nativo.
Como Rocco no es propietario ni tampoco vivió allí nunca, ostenta la posesión del lugar por las plantaciones de pino, por ende si la comunidad está en bosque nativo, ese lugar no formaría parte. No obstante, en su alegato, la fiscal Betiana Cendón afirmó: “Todos saben que la comunidad tiene el dominio total sobre el predio en su totalidad.” Habrá que ver si la jueza admite un “todos saben” sin mayor evidencia al respecto.
Cuesta del Ternero siempre fue territorio mapuche
Mirta Ñancunao vive en la Lof Las Huaytekas, a unos 25 km de la Lof Quemquemtrew. Está en conflicto hace muchos años con empresarios que hicieron plantaciones de pino y luego intentaron quedarse con la tierra. En su declaración explicó en detalle el mecanismo. “La Ley Forestal da muchos derechos a quienes ponen pinos. Los forestadores llegaron y las plantaciones las subsidió el Estado. Los que pusieron pino en general nunca vivieron en el lugar. El lugar fue vigilado por los pinos, al contrario de lo que nos exigen a nosotros de estar, de vivir en el lugar.”
Otro énfasis de los testigos de la defensa fue mostrar que Cuesta del Ternero fue siempre territorio mapuche. En eso fue muy contundente Daniel Otal, con una trayectoria de décadas en cuestiones de tierras y asuntos indígenas, tanto con el Consejo Asesor Indígena, el comité que desarrolló la Ley Indígena 2287 de la provincia, años de periodismo campestre en dos radios de El Bolsón. También fue el encargado provincial del área de tierras para el Ministerio de Agricultura de la Nación.
En ese rol hizo una cartografía de las forestaciones subsidiadas en la provincia. Desplegó un mapa del valle para explicar las ubicaciones. Y ante la pregunta de si en la Cuesta vivían comunidades mapuche, contestó: Con los años fue creciendo la población no indígena, pero yo lo conocí principalmente como comunidad indígena. En aquellos años no se usaba la palabra lof pero fueron formándose y agrupándose”.
La Ley Indígena garantiza el reagrupamiento de las comunidades
El reagrupamiento de las comunidades es clave. La parte acusatoria insistía en preguntarles a todos los testigos si conocían la Lof Quemquemtrew de antes del 2021. La respuesta fue siempre no, y la fiscalía insinuaba que eso la deslegitima, que no haber existido antes significa no tener derecho a reclamar territorio.
Sin embargo, el testigo Carriqueo fue contundente: “La Ley Indígena 2287 garantiza el reagrupamiento de las comunidades, porque con la fronteriza hubo siempre procesos de dispersión y eso obligaba a las comunidades a vivir separado, no podían formar comunidades. Por eso es importante el derecho de reagruparse y formar nuevas comunidades».
El alegato final de la fiscal Cendón planteó que las seis personas imputadas ingresaron sabiendo que el predio era de de otra persona, clandestinamente, “aprovechando la no presencia de moradores o quienes pudieran resistir el ingreso,” y mediante violencia. Los tres elementos son necesarios para probar el delito penal de usurpación. A esto respondió la defensora Andrea Reile, “¿Violencia en el ingreso? Si la denuncia fue porque pasaron y vieron las banderas. No pueden comprobar ninguna violencia en el ingreso. Cuando hubo violencia fue durante el procedimiento. Llegaron a la madrugada, tiraron al piso a las mujeres y al niño. La única violencia fue la que ejerció la fuerza de seguridad. Y después el otro momento de violencia fue el asesinato de Elías Garay.”
En el alegato Reile apuntó más allá. “Tenemos que empezar a pensar en cómo el estado argentino va a cumplir con estos derechos a los que está obligado a respetar. Escuchaba a la señora fiscal decir que podrían haber ido por las vías legales y yo me pregunto ¿Cuáles son las vías legales que hay en el ordenamiento jurídico argentino respecto del reclamo territorial de los pueblos indígenas? ¿Cuál es?”.
Citó al caso Millalonco Ranquehue, de una comunidad de Bariloche. “Dicen ‘Bueno, sí hay que darle la propiedad—ah, pero no tenemos legislación sobre propiedad comunitaria, entonces no se puede. Cuando dicen que el pueblo mapuche tiene que reclamar por las vías legales que corresponden ¿cuáles son las vías legales que corresponden?”.
“Siempre en el banquillo de acusados”
Soraya Maicoño, quien también declaró como testigo, observó después de terminar el debate: “Hay un montón de artículos y códigos consagrados en la Constitución Nacional y Provincial que nos amparan. Sin embargo, al momento de pasar por estos espacios, estas instancias jurídicas, ni los códigos, ni los artículos, ni los convenios nacionales e internacionales son tenidos en cuenta. Siempre somos nosotros los que estamos sentados en el banquillo de acusados y nunca se hacen cargo, aún diciéndoselos, refregándoselos en la cara, recordándoselos, nunca se hacen cargo de que están defendiendo un territorio que primero ellos nos quitaron a nosotros. Entonces, ellos sí pueden hablar de que el territorio de Roco fue invadido. Pero nunca se hacen cargo de la invasión del Estado argentino sobre nuestros territorios.”
Romina Jones, principal referente de la Lof Quemquemtrew, en los últimos minutos del juicio, declaró con emoción: “No queremos más violencia, no queremos más muertes, porque las muertes las ponemos nosotros siempre. Nosotros no le deseamos mal a nadie, pero necesitamos que nos dejen vivir tranquilos”.
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