Piden justicia por Sofía Fernández, una mujer trans que murió en una comisaría

Tres semanas después de su muerte en una comisaría de la Provincia de Buenos Aires, la familia de Sofía Fernández no sabe qué pasó. Sofía tenía 39 años y quería ser enfermera.

BUENOS AIRES, Argentina. Pasaron tres semanas del día en que Sofi Fernández, una mujer trans de 39 años, fue vista con vida por última vez. Su familia sigue sin tener datos exactos sobre su muerte, sucedida en circunstancias no esclarecidas en la Comisaría 5 de Derqui, provincia de Buenos Aires.

Según la versión policial, Sofía apareció muerta en la celda donde permaneció detenida desde el 8 de abril. Sobre su muerte no hay demasiados detalles dado que todavía no permiten que la familia acceda a leerla.

La causa se caratuló como muerte dudosa y la familia, tres semanas después, sigue pidiendo acceder a la causa que está en la UFI 4 de Pilar, a cargo del fiscal Gonzalo Agüero.

El 28 de abril se realizó una manifestación frente a la fiscalía para pedir justicia. Esta semana el Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y diversidad de la provincia de Buenos Aires se comunicó con la familia para acompañarlos en el pedido.

¿Qué pasó con Sofía?

El sábado 8 de abril un patrullero llegó hasta el terreno que compartía Sofía con su hermana Mabel, la localidad de Villa Rosa, a kilómetros de Derqui, Pilar. Uno de los agentes le explicó a Mabel que habían encontrado a su hermana perdida en la calle y que estaba en la comisaría por averiguación de antecedentes, que pronto quedaría libre. El otro agente, mientras le tomaba los datos, le dijo que la detención fue por un robo.

El domingo la familia de Sofía esperó que regresara. Nunca volvió. Al día siguiente, el lunes a las 9 de la mañana, Mabel llamó a la comisaría preocupada. Le dijeron que se quede tranquila que, si no podía ir hasta allí a llevarle comida, ellos tenían viandas. También le dijeron que Sofía estaba presa por un robo con escalamiento.

“Sofía nunca tuvo problemas con la policía. Nunca robó nada. No está claro de donde sale ese supuesto robo. Lo raro es que el mismo fiscal que investiga la muerte de Sofía es el que estaba investigando ese robo del que no sabemos nada: no sabemos si hay denuncia y tampoco si hay testigos”, cuenta a Agencia Presentes, Mabel Valdéz, hermana de Sofía.

Esa noche, en la madrugada del martes 11 de abril se presentó la Gendarmería con una psicóloga para informarle que encontraron muerta a Sofía dentro de la celda.

En ese momento le dijeron que no sabían si había sido una muerte súbita o un paro cardíaco. Sin embargo, después de la autopsia se conoció que Sofía murió por “asfixia con obstrucción de vía”.

Familiares de Sofía Fernández/Facebook Justicia por Sofía Fernández

Los datos contradictorios

Otro de los datos que le llamó la atención a Mabel es que la autopsia revela que Sofía Fernández murió entre el domingo y el lunes. La fiscalía les dijo que se enteraron a las 16.30 del lunes, pero a ellos le informaron muchas horas después. Tampoco pudieron ver su cuerpo.

Como familia sólo tienen versiones de lo que pudo pasar. Que hubo una denuncia en su contra por parte de una vecina que niega haber denunciado a Sofía. Otra versión indica que vieron cómo era perseguida por dos personas que la querían asaltar. “Hay muchas versiones, siento que el fiscal pone muchas trabas en todo esto. No entendemos nada de lo que está pasando”.

Mabel fue la última persona de la familia que vio con vida a Sofía. “Estuvo hasta la 1 de la mañana charlando conmigo y de ahí se fue a su casa que es en el mismo terreno. A las diez del sábado la fui a buscar y ya no estaba”, recuerda.

Una acusación sin sentido

Vanesa es sobrina de Sofía. Ella es quien en los últimos tiempos se ocupa de atender el teléfono y de hablar de lo que pasó con su tía.

“Sofi nunca pisó una comisaría, no tenía antecedentes, nunca había robado. Nos llama mucho la atención la contradicción de un policía que dijo una cosa y otro dijo otra. El lunes apareció una denuncia de robo por escalamiento. No tiene sentido”, afirma Vanesa a Presentes.

“Nos resulta totalmente extraño. Sabemos que no podía quedar detenida por ese robo ni porque iban a averiguar antecedentes. Nunca nos imaginamos que podía pasar esto”, lamenta Vanesa. Y agrega, “hasta ahora sabemos que ella estaba sola en la celda y que no tenía intenciones de matarse. A nosotros no nos dicen nada más”, señaló.

“Sofía era toda sonrisa, toda alegría

Sofía estaba tramitando su cambio registral y esperaba ansiosa que llegue el 17 de abril para comenzar sus estudios en enfermería. “Tenía todo listo, se había comprado todo para comenzar sus estudios. Estaba muy entusiasmada”, coinciden Mabel y Vanesa.

Era docente de literatura, trabajó durante un tiempo, pero tuvo que abandonar su trabajo porque sufría demasiada discriminación. “Era una persona muy buena, muy amorosa. Le pasaron un montón de cosas y nunca cambió su forma de ser, ayudaba en lo que podía y estaba presente para todos dando una mano”, recuerda Vanesa de su tía. 

Ambas descartan totalmente la posibilidad de que Sofi se haya suicidado. “Acá no hay motivos de suicidio, pero sí motivos para matar. Hay muchas dudas en esta causa y no hay ninguna respuesta para lo que tenemos que saber”, dice Mabel.

Recuerda que esa semana, Sofía se había atragantado con un hueso de pollo que se le había incrustado en la garganta y corrió a su casa para que la ayude. “Estuvo tres días internada por eso. Ella no era una persona que se iba a suicidar, menos en una comisaría. Estaba feliz, entusiasmada con empezar una nueva carrera”, recuerda su hermana Mabel.

Desde la página de Facebook, Justicia por Sofi Fernández, recuerdan: “Sofía tenía muchos sueños por delante. Tenía un plan a futuro que se los arrebataron con su muerte. La familia de Sofi conocía y transitaron unides la historia familiar, lo que quiere decir que conocían como ella era, así también cuales eran las posibilidades de subsistencia, debido a su personalidad: siempre atenta, dócil y muy amorosa”.

Una de sus amigas la recordó en las redes sociales: “Justicia por mi amiga Sofía, venía a dormir a casa a veces. Jamás Sofía levantó nada que no era de ella. Yo sé cómo era, acá nadie va a ensuciar su nombre, lo lamento es una pérdida irreparable”.

“Sofía era toda sonrisa, toda alegría. No había horarios para ayudar si necesitabas algo. Queremos saber qué pasó porque ella merece descansar en paz”, manifestó su hermana.

Según el informe emitido por la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT), durante 2022 hubo 129 crímenes de odio en la Argentina. De ese total, el 5% fue perpetrado específicamente por personal de las fuerzas de seguridad en ejercicio de su función estatal, es decir, configuran casos de violencia institucional.

El informe también consigna que el 84% de los casos (108) tienen como víctimas a mujeres trans. De esa cifra 12 fueron asesinadas.

Desde Agencia Presentes se contactó a la fiscalía, pero no quisieron dar información.

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