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Apruebo: Chile vota para tener la primera Constitución diversa y plurinacional del mundo
El 4 de septiembre se vota la nueva Constitución de Chile. Fue redactada en forma paritaria, contiene un espíritu plurinacional, feminista y diverso.
SANTIAGO DE CHILE, Chile. Casi 15 millones de personas están llamadas a tomar una de las decisiones más importantes en la historia de la democracia chilena: escoger si quieren o no una nueva Constitución.
Si el domingo 4 de septiembre la mayoría aprueba el texto trabajado en la Convención Constitucional, será la primera Carta fundamental del mundo redactada de forma paritaria, por 77 mujeres y 77 hombres, incluidas personas de la diversidad sexual y de pueblos originarios.
En los 372 artículos redactados por los miembros del órgano constitucional se reconocen nuevos derechos fundamentales en materia de género. Al menos 56 normas tienen esta perspectiva y espíritu feminista. No solo se nombra por primera vez a las diversidades y disidencias sexuales en una Constitución, sino que además se abre la posibilidad de formar una institucionalidad que permita resguardar los derechos que el mismo texto consagra.
Qué propone la nueva Constitución
“El Estado promueve una sociedad donde mujeres, hombres, diversidades y disidencias sexuales y de género participen en condiciones de igualdad sustantiva, reconociendo que su representación efectiva es un principio y condición mínima para el ejercicio pleno y sustantivo de la democracia y la ciudadanía”, señala el artículo 6 en su primer inciso.
El mismo artículo establece que todos los órganos colegiados del Estado, los autónomos constitucionales, los superiores y directivos de la administración, así como los directorios de las empresas públicas y semipúblicas deberán tener una composición paritaria que asegure que, al menos, el 50% de sus integrantes sean mujeres.
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La visión de siete mujeres
El fin de semana y a pocos días del plebiscito, cientos de mujeres se reunieron en un encuentro feminista en el Teatro Caupolicán, en Santiago. Celebraron las conquistas y pidieron que se apruebe la nueva Constitución, y se entierre la que está vigente, escrita durante la dictadura de Augusto Pinochet.
¿Qué piensan del texto que votarán el próximo domingo? En general, creen que abre caminos a un futuro esperanzador y además coinciden en que se logró una propuesta vanguardista. Presentes conversó con varias de ellas: activistas, abogadas, participantes de la redacción del borrador, estudiantes y mapuches.
Igualdad y educación sexual integral
Todas las mujeres, niñas, adolescentes y las personas de las diversidades y disidencias sexuales y de género tendrán derecho a “una vida libre de violencia de género en todas sus manifestaciones”, señala el artículo 27. Es el Estado quien deberá adoptar las medidas necesarias para erradicar la violencia y los patrones socioculturales que la impulsan.
Bárbara Sepúlveda, abogada constitucionalista y activista feminista. Fue vicepresidenta adjunta de la Convención Constitucional.
«Hemos contabilizado aproximadamente 56 normas que contienen una perspectiva de género y que atraviesan la institucionalidad, como los derechos individuales, sociales y colectivos. Además, estamos tratando de instalar que podemos disputar el poder hegemónico de una herramienta como el Derecho, que ha sido normalmente utilizada para discriminar, excluir, y muchas veces para legitimar jerarquías sociales entre hombres, mujeres y personas de género diverso. Creo que el principal desafío es asumir que tenemos una herramienta de transformación que podemos usar, -una vez que aprobemos la nueva Constitución-, para derogar todas las leyes que discriminan, reformar todas las que sean necesarias y crear las nuevas que nos permitan vivir una vida mejor».
Por la igualdad
En su artículo 40, el borrador reconoce el derecho de todas las personas a recibir una educación sexual integral “que promueva el disfrute pleno y libre de la sexualidad, la responsabilidad sexoafectiva, la autonomía, el autocuidado y el consentimiento, el reconocimiento de las diversas identidades y expresiones del género y la sexualidad; que erradique los estereotipos de género, y que prevenga la violencia de género y sexual”. También establece el derecho al pleno reconocimiento de la identidad en todas sus dimensiones y manifestaciones en el artículo 64.
Paola Vega, abogada y socia de Abofem
«Esta es la primera Constitución en el mundo que se escribe de forma paritaria, con representantes que elegimos a través del voto popular. Es un gran avance para las mujeres, tras un proceso que permitió que nuestra visión quedara reflejada en un nuevo pacto social. Creo que es un gran primer paso para empezar a reducir la discriminación que históricamente hemos sufrido no solo nosotras; también los pueblos originarios y las disidencias, porque por primera vez se reconoce su existencia constitucionalmente en este país».
El derecho al aborto
El texto también abre la puerta a la legalización del aborto en un país que solo cuenta con una ley de interrupción del embarazo en tres causales, aprobada en 2017. El artículo 61 consagra los derechos sexuales y reproductivos. Dice que éstos comprenden, entre otros, el derecho a decidir “de forma libre, autónoma e informada sobre el propio cuerpo, sobre el ejercicio de la sexualidad, la reproducción, el placer y la anticoncepción”.
Señala que el Estado debe asegurar “a todas las mujeres y personas con capacidad de gestar las condiciones para un embarazo, una interrupción voluntaria del embarazo, un parto y una maternidad voluntarios y protegidos”. Si la Constitución se aprueba, el Parlamento debe trabajar una ley que será promulgada para regular estos derechos.
Ana Ferro, feminista
“Esta es una Constitución que está a la vanguardia. Me parece increíble el reconocimiento de la plurinacionalidad, de la paridad, de que las mujeres tengamos garantizados los mismos espacios que los hombres. Y de la incorporación de derechos tan postergados en este país durante muchas décadas, como el derecho a decidir cuándo y cómo queremos la maternidad. O si la queremos o no”.
Diversidad sexual
La igualdad de género para mujeres, niñas, diversidades y disidencias sexuales y de género también debe asegurarla el Estado, como establece el artículo 25. Si gana la opción del apruebo, Chile será un país que prohíbe y sanciona la discriminación por nacionalidad, edad, sexo, características sexuales, orientación sexual o afectiva, identidad y expresión de género, diversidad corporal, religión o creencia, raza, pertenencia a un pueblo y nación indígena o tribal.
Lía Guerra, estudiante, lesbiana
«Creo que este es un texto súper progresista y que da mucha esperanza para el futuro. Es un buen primer paso para que niños y niñas tengan una infancia distinta y segura. Que el texto establezca que en Chile estará prohibida toda forma de discriminación es una garantía tremenda y tiene más peso que lo que hay actualmente, como por ejemplo la Ley Zamudio. A mi parecer ya es insuficiente para prevenir la violencia o sancionarla”.
Antonia Rodríguez, estudiante, bisexual
“A mis 13 años me emociona tener la posibilidad de crecer en un país donde la Constitución incluya a las diversidades sexuales. Nosotres también tenemos derechos como todas las personas y hace algunos años parecía imposible que nuestras existencias se nombraran como se están nombrando hoy. También creo que el énfasis que se le da a la educación en este nuevo texto es de las cosas más positivas para mi generación”.
Claudia Rodríguez, activista feminista y escritora travesti
“Vamos a vivir en un país que reconoce constitucionalmente la existencia de pueblos originarios, de migrantes, de personas con discapacidad y personas de las disidencias y diversidades sexuales. Es el Chile que muchas personas anhelamos desde hace mucho tiempo. Abrir la puerta a un texto como éste es especialmente importante para las disidencias y para la comunidad trans. Viene con la posibilidad de estar en las conversaciones importantes y en espacios donde vamos a poder participar de la toma de decisiones que pueden cambiarnos la vida”.
Estado Plurinacional
Los pueblos originarios aparecen en más de 20 normas de diferentes capítulos. Por primera vez en la historia de Chile se consagran derechos como el reconocimiento constitucional, su existencia, participación en el sistema político y autonomías territoriales. Además, se establece la restitución de tierras por parte del Estado como mecanismo de reparación.
El artículo 1 declara a Chile como un Estado “plurinacional, intercultural, regional y ecológico”, y el 12 deja claro que también es un Estado plurilingüe, donde el idioma oficial es el castellano, pero los idiomas indígenas son oficiales en sus territorios y en zonas de alta densidad poblacional de cada pueblo y nación indígena. El artículo 34 establece que los pueblos originarios tienen derecho a la autonomía, al autogobierno, a su propia cultura, a su identidad y cosmovisión; y el 44 consagra el derecho de que mantengan sus propias medicinas tradicionales y sus prácticas de salud.
Janela García, Integrante de la Red de Mujeres Mapuche
“Para nosotras es tremendamente importante la nueva Constitución. Tiene un foco fuerte en los derechos, en defender la plurinacionalidad y en instalar el concepto de un Estado solidario y amable. Que no solo vela por los derechos de todas las personas, sin distinción, sino que vela por los derechos de la naturaleza. Que nos reconozcan como pueblo y que se establezca la restitución de nuestras tierras para poder vivir en armonía con la naturaleza es un gran avance, pero esto ha costado muchas vidas humanas y eso no podemos olvidarlo nunca”.
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