Cómo funcionan las garantías de alquiler para trabajadorxs travestis y trans bonaerenses
Personas trans que trabajan en la provincia de Buenos Aires pueden acceder a una garantía para alquilar una vivienda. Ya se firmó el primer contrato.
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Ilustración: Florencia Capella/Fotos: archivos personales.
La provincia de Buenos Aires anunció en julio el lanzamiento de seguros de caución para personas trans que trabajan en el Estado provincial. Esto es: las personas trans que trabajan en la provincia pueden acceder a una garantía para alquilar una vivienda cerca de sus lugares de trabajo.
El convenio –realizado entre Provincia Seguros (una sociedad anónima del Estado), la Fundación Banco Provincia y el Ministerio de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual a cargo de Estela Díaz – prevé en principio que diez personas accederán de manera gratuita a esta garantía con el objetivo de promover tanto un mejor acceso a la vivienda como una mayor inclusión financiera. Para esta prueba piloto, la Fundación Banco Provincia tomó la decisión de asumir el respaldo económico de estos primeros seguros de caución. Y ya se firmó el primer contrato que posibilitó a una trabajadora trans bonaerense acceder al alquiler a través de este mecanismo.
Esta medida se inscribe en este continuo de derechos conquistados en el Estado gracias a la militancia de las organizaciones. En diciembre del año pasado y tras más de 4 años de espera, la provincia reglamentó la Ley de Cupo Laboral Diana Sacayán. Y hace unas semanas el Estado nacional implementó por decreto un cupo laboral trans para el sector público nacional.
La primera bonaerense en firmar contrato
Iby Valero tiene 29 años, es referente de la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (AMMAR) La Plata y trabaja desde julio de este año en el Ministerio de las Mujeres de la provincia. Iby fue de las primeras en anotarse para acceder a esta medida. Venía compartiendo el departamento con una amiga. Aprovechando que ese contrato estaba por vencer, quería mudarse a otro lugar cerca de su trabajo, esta vez sola. Hace pocos días se convirtió en la primera trabajadora bonaerense en firmar el contrato de alquiler apelando a este seguro de caución.
Oriunda de Puerto Madryn y residente en La Plata desde 2018, Iby cuenta que el trámite tiene una serie de requisitos y pasos que fue resolviendo en diálogo con el Ministerio y el Banco. Lo más importante, dice, es poder contactarse con una inmobiliaria que tenga un departamento en alquiler y acepte estos seguros de caución, y pedirles un modelo de contrato para que ella le pueda mandar a Provincia Seguros y dar curso al trámite. Junto a eso, se necesitan documentaciones personales, constancias del sueldo y de que son trabajadoras del Estado. Iby dice que «hay compañeras trans que también trabajan en el Estado y todavía no están al tanto de esta medida». Y ella cree que es en gran parte por la brecha digital que dificulta el acceso a los trámites online.
Acceso vivienda de travestis y trans
Para Yohana Lencina, de 53 años, la situación es distinta. Ella entró a trabajar al Ministerio de Acción Social de San Isidro gracias a la ley de cupo trans aprobada en el municipio en 2018. Y, por las características de este seguro de caución, que requiere que las postulantes desarrollen sus tareas en el Estado provincial, no puede iniciar el trámite en esta oportunidad. Pero, en diálogo con Presentes, se entusiasma con la idea de poder promover una iniciativa similar en el municipio. San Isidro es uno de los distritos más desiguales del conurbano, en el que conviven zonas opulentas como el bajo de Acassuso con urbanizaciones socioeconómicamente más pobres como Boulogne o La Cava. Yohana vive justo enfrente de allí, en un edificio construido por el Fondo Nacional de la Vivienda (FONAVI). Vive con sus tíos, que tienen tres hijos. Y sueña con la posibilidad de acceder a un alquiler propio.
“Las inmobiliarias deben pensar que hacemos buena plata en la calle, no sé qué pensarán. Te piden 50, 60 lucas en la mano para entrar a un alquiler. ¿De dónde saco esa plata yo, si tengo un sueldo muy por debajo?”, se pregunta. “Te piden eso porque no tenemos seguro de caución ni nada. Me ha pasado de ir a buscar alquiler con mi recibo de sueldo y nada. Una puede pensar que un recibo de la municipalidad puede servir para alquilarte algo pero igual dicen que no. Otras veces me ha pasado de llamar a departamentos que estaban en alquiler y que me dijeran que no, que ya estaban alquilados, cuando yo sabía que estaban vacantes”, agrega.
Luly Arias es una enfermera trans de 33 años que milita en La Cámpora. Desde hace unos meses trabaja en el área de diversidad del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires. Vive junto a su marido en San Miguel, al oeste del conurbano. Y aunque en este momento no necesite apelar a seguros de caución para acceder a un alquiler, conoce bien las dificultades que deben afrontar las personas trans cada vez que deben acceder a una vivienda.
Nacida en San José, un pueblito de apenas diez mil habitantes en la provincia de Catamarca, Luly Arias cursó los estudios terciarios de Pedagogía y Educación social en su provincia natal y decidió probar suerte en Buenos Aires, la capital argentina. Corría el año 2009, estaba en sus primeros 20 y llegó con la expectativa de encontrar un trabajo en la gran ciudad. “Dejá tu CV que cualquier cosa nosotros te llamamos”, fue la respuesta que más escuchó cada vez que se presentó para ocupar puestos de vendedora, camarera o encargada de locales de comercio. Al cabo de unos meses, cuenta que se vio empujada a ejercer la prostitución. “No vislumbraba otra posibilidad”.
La vivienda fue el otro gran tema que debió enfrentar Luly ni bien llegó a Buenos Aires. Durante los primeros meses se alojó en el mítico Hotel Gondolín de Villa Crespo, un lugar que recibe a personas trans que llegan desde distintos puntos del país. En el momento en que quiso alquilar su primer departamento, se encontró con una serie de nuevas dificultades. Desde propietarios que al verla le querían cobrar el triple del valor del alquiler hasta problemas para encontrar una garantía.
“Cuando yo llegué a Buenos Aires, había algunas compañeras travestis y trans que podían alquilar departamentos porque conocían a un abogado amigue y copado con nosotras. Él nos cobraba el depósito, el mes de adelanto y algo por la venta de la garantía. En ese momento era la única posibilidad que teníamos de acceder a un alquiler”, relata Arias. Luly además fue docente en el Bachillerato Popular Trans Mocha Celis.
“Un trabajo no es suficiente para poblaciones tan discriminadas”
“La obtención de garantías y de seguros de caución tienen un alto impacto económico en los contratos de locación”, explica a Presentes Julia Strada, directora del Grupo Banco Provincia y una de las impulsoras de esta medida de inclusión en Provincia Seguros. “Las dificultades son aún mayores para un sector de la sociedad que se encuentra en un estado de vulnerabilidad estructural como producto de una discriminación social histórica”.
“El primer cumplimiento de la Ley de Cupo Laboral, que implicó empezar a trabajar para incorporar a personas trans al Estado provincial, nos hizo dar cuenta de que la obtención de un trabajo no es suficiente para poblaciones tan discriminadas. Tras esta primera inclusión nacen nuevas necesidades y de las necesidades nacen derechos. Y es importante que los distintos niveles del Estado hagan un abordaje integral”, plantea Strada.
La situación de una trabajadora trans impulsó la medida
El convenio entre las distintas partes surgió a partir de un pedido de Cristian Girard, titular de ARBA (Agencia de Recaudación de Buenos Aires). En rigor, de una trabajadora de la agencia que necesitaba mudarse cerca de su lugar de trabajo. Cuando en ARBA supieron de las inmensas dificultades que ella y otras personas travrestis y trans debían afrontar, empezaron a pensar en diseñar un mecanismo más inclusivo y extensivo.
Ella es la primera que empezó a tramitarlo y la segunda fue Iby Valero.
Hoy no hay compañías de seguro que estén ofreciendo estas cauciones al colectivo trans y es el Estado provincial, a través de una de sus sociedades anónimas, el que viene a patear el tablero. Si la iniciativa es imitada por el Estado nacional, otros estados provinciales, municipios o incluso compañías de seguros del sector privado, la inclusión financiera del colectivo trans habrá dado un paso más en su historia de conquistas. Tener acceso a un techo sigue siendo una deuda pendiente entre tantos de los derechos vulnerados para las personas travestis y trans.
El Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires puede ser contactado a través de contacto@ministeriodelasmujeres.gba.gob.ar
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