15 de noviembre de 2019

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Carmelitas clown recorre la escena teatral argentina con un andar payasesco de taquito firme y carcajada fuerte. Ellas son Lupe y Frenesí, quienes a través de la técnica del clown comparten un show donde la risa, la emoción y el activismo derriba la cuarta pared para una experiencia, o más bien una Travesía, como llamaron a su último espectáculo.

En la piel de Frenesí también vive Gemma Rizzo Ríos, piba trans, docente de teatro en escuelas públicas y en un centro de día, que se formó en la técnica clown, canto y actuación con maestrxs de Ciudad de Buenos Aires y el conurbano. A su lado está Lupe. Ella es Charly Camacho: marica, gorda, no binarie y docente. Charly estudió actuación, música, pedagogía y clown.

 “En el clown el payaso o la payasa viene a romper esta cuarta pared teatral y a compartir con el publique todo lo que le pasa. Es una técnica que intenta buscar sin caer en el esencialismo de las personas algo propio de cada une, entonces puede tener un tinte poético, humorístico o de denuncia. Siempre dependerá de quién esté interpretándola”, explica Gemma. 

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“En el clown  de alguna forma abordas un personaje con muchas características tuyas llevadas muy al absurdo, al extremo y es ahí donde aparece básicamente el activismo porque de alguna forma antes de ser clown somos también activistas comprometidas con la disidencia”, complementa Charly.

“En lo personal creo que hay una necesidad muy urgente de visibilizarnos e interpelar. No nos interesa que nuestras realidades aparezcan en las tesis de las academias sino que puedan ser contadas por nuestras bocas”, explica Gemma. Durante el show de Carmelitas siempre habrá nombres y referencias. Estarán en el aire Lohana Berkins, Susy Shock, la chilena Hija de Perra y tantas amigas más. El prejuicio y la intolerancia será expuesto y denunciado en tono clown, pero no por eso será menos poderoso lo que dicen.

Charly y Gemma se conocieron cuando participaban en colectivos de varones, “aunque ahora no nos percibimos como varones o varonas”, dicen. Gemma participaba del colectivo de Varones Floreciendo de El Transformador de Haedo y Charly con Varones Antipatriarcales.

“Al principio no hablábamos de ser trans o de ser gorde porque en ese momento no estaba a la luz de nuestras vivencias. Sí estábamos muy en contacto con las masculinidades en deconstrucción, entonces nos pasaba de salir a desplegar toda la mariconería frente a todes les varones que estaban ahí como para mover, inquietar y hacer un poco de ruido”, explica Charly.

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Y cuando empezaron a sumarse las invitaciones a exponer y compartir en más espacios activistas y feministas fueron incorporando información a su show y a su propia vida. Gemma cuenta: «Nuestro show Travesía fue como amalgamar todo eso nuevo al estar actuando juntas en varietés o actividades a las que nos iban invitando. Fuimos incorporando cada vez más lo personal porque cada una iba transitando su proceso, nuestros devenires, rompiendo nuestro pensamiento binario dentro de nuestras corporalidades”.

En un momento de Travesía, Charly y Gemma, en ese momento Lupe y Frenesí, sacan cuadernos que transportan a alguna infancia y ahí leen sus historias en carne viva. Comparten voces propias y de autorxs para enunciar y denunciar. “Elegimos no reírnos de ciertas cosas que no nos causan gracia porque no queremos que la gente se ría de eso. Pero si se ríen que por lo menos se sientan incómodas. Como cuando hablamos de las violencias que atraviesan nuestras cuerpas”, dice Gemma.  

«Para romper con los machos alfas»

La gordofobia, la maricofobia, el LGBTodio y hasta algún reclamo para el activismo se convierten en escenas de Lorca o de tragedias griegas. “Deseamos que los espectáculos disidentes estén en todos los escenarios y en todos los medios que cada une tenga ganas de habitar para seguir contando nuestras historias por nosotres mismes”, explica Charly.

Porque donde antes las maricas, travas, tortas, gordxs y más eran el chiste, acá la carcajada es de Las Carmelitas: “Buscamos romper con este paradigma heteronormativo, hegemónico, blanco de cuerpos que pueden desear y que segrega a otros cuerpos que no podemos desear o que no podemos estar en escena. Entonces lo que esperamos es visibilizar nuestro arte para poder también romper con los machos alfas, los machos del humor y el humor heteronormado. Estamos asqueadas”

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Estas Carmelitas no van descalzas sino paradas sobre taco y convicción. Así recorren lo más que pueden: “Somos nómadas”, dice Gemma. Y su nomadismo no es solo geográfico, también de causas. “Creo que la batalla es colectiva entonces tenemos más espacios para unirnos a esta batalla, no solo Carmelitas”, dice Charly y agregan cómo articulan con más artistas con quienes coinciden en, por ejemplo, el Festival de la Diversidad de El Bolsón, o cuando les invitan a estar con infancias trans o a colaborar para recaudar para el Encuentro de Docentes Trans. “Estos encuentros nos hacen sentir que no estamos solas”.

En su último show van acompañadas de la música en vivo de Gaby Gap. Las payasas mutantes invocan a Violeta Parra, Lorca, Rachel Wiley y se convierten en sirenas de canto disidente. Mientras conviven con empleos en docencia, recorren a taco, poema y perfo cuanto espacio las convoque, porque tienen mucho para decir. “Nos encontramos en un momento donde necesitamos estar en hogares que nos acobijen, nos abracen, y esto pasa con les amigues. Armamos nuestras propias comunidades, nuestras aldeas  con travas, masculinidades trans, les gordes, marika, tortas, les NB y más”.

Los próximas fechas del espectáculo, aquí.