14 de junio de 2019

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Por Juliana Quintana 

Fotos: Jess Insfrán Pérez

Las activistas trans Yren Rotela y Mariana Sepúlveda, luego de dos años de espera, ganaron la primera instancia judicial en el trámite de cambio de nombre en la cédula de identidad paraguaya.

“La victoria en primera instancia significa un importante paso en nuestras reivindicaciones, pero aún nuestros documentos figuran con el nombre masculino”, señaló Yren Rotela, en diálogo con Presentes. El pedido se remitió únicamente al cambio de nombre ya que en Paraguay todavía no existe una ley de identidad de género.

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En diciembre de 2016, tanto Yren como Mariana promovieron acciones para cambiar sus nombres legales. En el 2017, Yren se convirtió en la primera mujer trans que obtuvo la venia de la Corte de Suprema de Justicia para cambiar de nombre en su cédula de identidad. El año pasado la jueza Civil y Comercial, Karen González resolvió hacer lugar a la demanda de Mariana, que consiguió que la Justicia ordenara el cambio de su nombre.

Sin embargo, hubo acciones por parte de la fiscalía para bloquear la intención de la peticionante. “Mi petición tardó un poco más porque me pidieron un informe psicológico forense del Palacio. Luego del martirio que pasé, el informe salió a favor mío. La Corte decidió dar lugar a mi pedido pero, inmediatamente, la fiscalía apeló, al igual que con la petición de Yren, y entró a Cámara de Apelación”, expresó Mariana.

“Nombres ridículos”

La Fiscalía dictaminó que se debía rechazar la demanda porque consideran que no se acreditó justa causa. Bajo el argumento de que “está prohibido asignar a las personas nombres ridículos o que puedan crear confusión sobre el sexo”, expresado en el artículo 56 de la Ley 1.266/1987, los camaristas Giuseppe Fossati, Eusebio Melgarejo y Raúl Gómez Frutos elevaron una nota a la máxima instancia judicial, en la plantearon la inconstitucionalidad por la violación de dos artículos y la aplicabilidad al caso demandado por las activistas trans. De momento, no existe una resolución de la Corte sobre este punto.

“Creo que en la fiscalía hay gente más fundamentalista porque para cualquier persona hétero o cisgénero, un cambio de nombre es un trámite administrativo. Nosotras, en cambio, no podemos. Ahí se nota la discriminación que sufrimos las personas trans. Yo siempre digo que no hay una cartera de nombres femeninos y masculinos, solo una sociedad que los señala como tal”, expresó Mariana.

Desde Panambi, las activistas planean volver a lanzar una convocatoria para que otras personas trans puedan hacer un taller sobre el procedimiento y lo que implica el cambio de nombre en la cédula de identidad. El año pasado comenzaron a recibir llamadas telefónicas con pedidos de las compañeras para recibir ayuda en el trámite de cambio de nombre. La idea es llegar a 50 casos para que, de a une, comiencen a iniciar las gestiones correspondientes.

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“Lo que argumentan es que no me pueden dar un hombre femenino siendo que soy de género masculino pero eso es absurdo. Acá nadie está pidiendo cambio de sexo. Nosotras estamos en nuestro derecho de pedir un cambio de nominación y se están pasando la pelota. Nos dijeron que el trámite podía llegar a demorarse hasta 5 años”, contó Mariana e indicó que todos los papeleos se llevaron a cabo siguiendo lo que disponen las leyes y la Constitución nacional.

Además, Yren dejó una nota en mesa de entrada de Presidencia de la Nación sobre el lanzamiento del informe de violencia hacia personas trans de 2018 que van a presentar desde Panambi en el Gran Hotel del Paraguay, el 18 de junio. “Estamos instando a todas las autoridades, incluyendo al presidente de la república para que podamos visibilizar esta problemática”, expresó Yren.