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Parada del Orgullo LGBTI: «Cada vez más visibles para enfrentar a los discursos de odio»
“Con esta marcha, poniendo el cuerpo en la calle, acabamos de dar una lección de ciudadanía. Los insultos ya no nos van a hacer más correr al clóset. Más temprano que tarde, la opresión se va a acabar”, expresó desde el escenario Simón Cazal, director de Somosgay.
La Parada del Orgullo LGTBI de Asunción, convocada por las organizaciones Somosgay y Lesvos, pidió este sábado en Asunción mayor visibilidad de la diversidad sexual para hacer frente a los grupos fundamentalistas.
“Con esta marcha, poniendo el cuerpo en la calle, acabamos de dar una lección de ciudadanía. Los insultos ya no nos van a hacer más correr al clóset. Más temprano que tarde, la opresión se va a acabar”, expresó desde el escenario Simón Cazal, director de Somosgay.
Al frente de la marcha, portando la pancarta de la Parada, estuvieron las activistas de Lesvos, que reivindicaron una mayor visibilidad para las lesbianas. Muchas de ellas llevaban al cuello pañoletas rosadas, similares a las verdes usadas en la campaña en favor del aborto legal en Argentina, pero con dibujos de tijeras, aludiendo de forma irónica al sexo entre mujeres.
Victoria Wolfgang, de 24 años, diseñadora gráfica y lesbiana, dijo a Presentes que participó de la marcha para expresarse “en contra de toda forma de discriminación, en apoyo al matrimonio entre personas del mismo sexo, y por una mayor visibilidad lésbica”. “Es hora de que la gente deje de ver a las lesbianas como algo anormal. El amor y el sexo entre mujeres existen, solo están escondidos. No es ninguna perversión, ninguna enfermedad mental. Nos estamos amando, nada más”, recalcó.
También les bisexuales hicieron suyo el reclamo de una mayor visibilidad hacia su orientación sexual. Envuelta en una bandera fucsia, morada y azul, los colores que reflejan la bisexualidad, Alejandra Chamorro, publicista y estudiante de artes de 28 años, contó a Presentes que el rechazo y la invisibilización hacia les bisexuales se produce incluso dentro de la propia comunidad LGTBI. “Te dicen que es confusión nomás, que ya te vas a dar cuenta de lo que te gusta. Y yo ya estoy cerca de cumplir 30, y ya sé lo que me gusta: ser bisexual. Estamos, existimos, y hay una lucha y un respaldo detrás de nosotres”, declaró.
Más espacios para expresarse
Marcos Rojas, un estudiante de diseño industrial de 31 años, y Martín Cuevas, un arquitecto de 29, cumplieron el viernes dos años como pareja, y el sábado decidieron trasladar el festejo a la Parada. “Nuestra historia de amor es muy contemporánea”, contó Marcos a Presentes. “Nos conocimos por Grindr, una aplicación que todavía entre la comunidad gay tiene un fuerte estigma, como que para lo único para lo que sirve es para buscar sexo”, expresó.
Ambos recorrieron toda la marcha agarrados de la mano y, al llegar a la Plaza de la Libertad, se quedaron abrazados. “Esta marcha es un espacio donde nos sentimos seguros para poder expresarnos amor, de forma abierta, en un lugar público. Vinimos porque queríamos vivir esa experiencia de estar juntos en un lugar público, porque es algo que normalmente no se puede hacer. Mucha gente mantiene esa hipocresía, esa doble moral de decir que nos acepta, pero que no quiere que estemos al lado. Por eso, a veces se nos hace imposible estar en un restaurante o en un pub y comportarnos abiertamente como una pareja”, dijo Marcos.
Más organizaciones
Además de Somosgay y Lesvos, las organizaciones convocantes, en la marcha participaron también agrupaciones de estudiantes de secundaria y universitarixs. En el evento convivieron colectivos en favor de la apostasía de la Iglesia Católica, con organizaciones como Cristianos Inclusivos, que reúne a personas LGTBI que se consideran cristianas y practicantes de esa religión, y a la vez defienden la diversidad sexual.
También estuvieron presentes activistas de Amnistía Internacional, que esta semana lanzó su campaña a favor de la diversidad sexual, con testimonios de personas LGTBI. La campaña lleva por lema Ndeichagua, una palabra guaraní que significa “soy como vos”, y se une a los reclamos que desde hace años promueven varias organizaciones de la sociedad civil paraguaya en favor de una ley contra toda forma de discriminación. Según Amnistía Internacional, Paraguay es el único país de Sudamérica que carece de este tipo de legislación.
De la marcha también participaron los embajadores en Paraguay de Estados Unidos, Lee McClenny, y del Reino Unido, Matthew Hedges. Este último concedió varias entrevistas con medios de comunicación paraguayos el pasado 17 de mayo, con motivo del Día Internacional contra la Homofobia, Transfobia y Bifobia, y en todas ellas se declaró como abiertamente gay.
Intento de prohibir la Parada
El viernes, los abogados Agustín Olazar Villar y Gilberto Fabián Maldonado Piñánez, vinculados a organizaciones ‘pro-vida’, presentaron un pedido de amparo constitucional en contra de la Parada del Orgullo. En su escrito denunciaban que, en esta actividad, “se realiza la exhibición pública de actos de contenido sexual (besos, toqueteos, manoseos y otros) entre personas del mismo sexo (…) sin el debido cuidado respecto a la presencia de menores de edad, quienes inclusive han participado y han sido testigos de actos homosexuales y lésbicos, atentando contra su desarrollo armónico e integral”, según el documento.
Ambos abogados ya habían presentado otro pedido de amparo constitucional contra el Festival Besatón, que se celebró el pasado 17 de mayo, pero la solicitud fue rechazada in límine. Después de esta actividad, el artista Bruno Almada Comas resultó imputado por presuntos “actos exhibicionistas”, mientras que la Corte Suprema de Justicia anunció que auditaría a la jueza que rechazó el amparo.
En el caso de la Parada del Orgullo, el recurso buscaba impedir la celebración de una actividad que, desde hace nueve años, cuenta con la autorización de la Municipalidad de Asunción.
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