31 de diciembre de 2017

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Por Esteban Marchand, desde Lima

En Perú no existen estadísticas oficiales de los crímenes de odio hacia las personas LGBTIQ+. Lo que hay son registros parciales, elaborados por iniciativa de colectivos de la diversidad sexual.

Este año en Perú la principal violencia hacia las personas LGBTIQ+ se ha ejercido desde los aparatos del Estado. El grupo mayoritario del Congreso, el fujimorismo, fue fundamental para la eliminación del decreto 1323 que establecía sanciones penales contra crímenes de odio y discriminación a personas LGBTI.

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Además, como en muchos lugares de Latinoamérica surgió un grupo antiderechos denominado Con Mis Hijos No Te Metas. Este grupo invadió cientos de puentes peatonales en el Perú para propagar sus mensajes contra el enfoque de género en el currículo nacional. Finalmente se mantuvo.

[LEER MÁS: #Perú: La ideología del odio contra la comunidad LGTBIQ]

Los datos de 2017

Entre las organizaciones que registran los crímenes hacia la población LGBT están Promsex y el Observatorio de Derechos Humanos LGBT y VIH/Sida. Cada una de estas organizaciones lleva sus propios registros, que publican al año siguiente. Es decir, los datos referentes a los crímenes de odio cometidos en el país en 2017 se conocerán en 2018.

La Red LACTRANS ha publicado un registro de violencia contra la población trans. Abarca desde enero a noviembre de 2017. Y es el primer informe del  CeDoSTALC (Centro de Documentación y Situación Trans de América Latina y el Caribe) que se publica en el país. Otro aspecto particular de este informe es que por primera vez se está elaborando un registro de violencia de personas trans elaborado por personas trans.

Violencias hacia personas trans

Según el informe de la Red Lactrans, en el transcurso de 2017 en Perú se documentaron  91 casos de vulneraciones de derechos de personas trans femeninas. Este listado incluye vulneraciones directas y vulneraciones ligadas a la violencia estructural: aquellas vulneraciones que impiden y obstaculizan la satisfacción de necesidades humanas básicas.

El informe señala que en 2017 se registraron 18 homicidios de personas trans y dos casos de vulneraciones mortales del derecho a la salud.

Las violencias, se estima, son en realidad muchas más. Muchas veces la población trans no denuncia ni alerta a las autoridades u otros colectivos (que no incluyen a personas trans) debido a la vergüenza o al maltrato al que podría ser expuestas.

El informe aún no ha detallado la totalidad de casos y lo hará en los próximos meses. Pero es positivo que se esté generando un registro desde la población trans para mujeres trans.

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