Honduras: La candidata trans que pelea contra la discriminación y la violencia

Rihanna Ferrera Sánchez es trans y candidata a diputada en las elecciones que se realizarán el 26 de noviembre en Honduras. La activista de la Asociación Cozumel Trans hoy se enfrenta a un sistema electoral que niega el uso de su identidad en la contienda.

Por Jennifer Avila Reyes, desde Tegucigalpa Fotos: J.A.R. Rihanna Ferrera Sánchez es trans y candidata a diputada en las elecciones que se realizarán el 26 de noviembre en Honduras. La activista de la Asociación Cozumel Trans hoy se enfrenta a un sistema electoral que niega el uso de su identidad en la contienda. Esta semana presentó un recurso de reposición ante la Corte Suprema de Justicia. Reclama que en la papeleta de votación aparezca el nombre con el que se identifica. A raíz de situaciones como esta, aumenta la tensión en un país donde ya asesinaron a dos miembros de la comunidad LGTBI que se postulaban en anteriores elecciones. Y dos trans que se postularon a candidaturas en elecciones anteriores debieron huir del país ante amenazas de muerte. El proceso electoral en Honduras se desenvuelve en un ambiente tenso. Es la primera vez que un presidente, Juan Orlando Hernández (Partido Nacional), opta por la reelección violando la Constitución, invalidando a través de la Corte Suprema de Justicia los artículos que obligan a la alternabilidad del poder y penalizan la reelección. También es la primera vez que varios partidos políticos se unen en alianza para enfrentarlo: la Alianza de oposición contra la Dictadura, que además abre la participación a miembros de la comunidad LGTBI a cargos de elección popular. En esta contienda electoral hay cinco candidatos de colectivos  LGTBI que se presentan cargos de elección popular en Tegucigalpa, la capital de Honduras y en San Pedro Sula, la segunda ciudad más importante del país. Rihanna Ferrera Sánchez, coordinadora de Cozumel Trans, es una de ellas. La activista trans va como candidata por el Partido Innovación y Unidad Social Demócrata (PINU) en Alianza. Pero se enfrenta a un proceso legal con el Tribunal Supremo Electoral, porque no se le permite aparecer en la papeleta con el nombre de Rihanna Ferrera, sino con el que figura en la base de datos del Registro Nacional de las Personas. Se trata de una clara violación al derecho a elegir su identidad autopercibida. Pero esta decisión también significa un riesgo para su vida. A raíz de este problema, cuenta Rihanna, se ha desatado un discurso de odio, que se propaga en diversos medios de comunicación. Y que derivó en amenazas contra su vida a través de mensajes a su teléfono y redes sociales.

“Los derechos de la comunidad LGTBI han sido siempre violentados”

“Desde marzo inicié un proceso de solicitud al Tribunal Supremo Electoral (TSE) preguntando cómo se iba a inscribir a una persona transgénero cuya expresión de género es femenina pero su nombre está registrado como varón. Para solucionar ese problema, el TSE dice que tendría que ser un proceso legal en el Registro Nacional de las personas”, explica. Rihanna dice que fue con sus abogados, para que por la información de su partida de nacimiento se reconozca que ella es la misma persona que aparece en la tarjeta de identidad y en todos los documentos. “Sin embargo, cuando me presenté al Registro, omiten la solicitud. No la recibieron porque dijeron que Rihanna es nombre femenino y no concuerda con mi sexo masculino” dice. Y se pregunta: “Si en Honduras hay personas que se llaman Guadalupe y son hombres ¿por qué no aceptan Rihanna? Los derechos de la comunidad LGTBI han sido siempre violentados”. Ahora ha acudido a la Corte Suprema de Justicia con un recurso de reposición para que la información marginal sea aceptada.  

Qué dice el Tribunal Supremo Electoral

Consultado por esta situación, el magistrado suplente del Tribunal Supremo Electoral, Marco Ramiro Lobo, dijo a Presentes:  “Desafortunadamente la Ley Electoral y la Ley del Tribunal Supremo Electoral, no nos permite modificar el nombre de las personas que están inscritas en el Registro Nacional de las Personas. Para poder inscribir a las personas con el nombre que ellas desean deberá pasar por una reforma a la ley electoral”. ¿Qué pasa con el derecho a participar? “Reconocemos su derecho a participar. Incluso en la fotografía ella aparecerá como actualmente tiene su apariencia, en eso no tenemos objeción. Pero en cuanto al nombre, la ley lo impide. Esto lo decidirá el Congreso Nacional con dos terceras partes de los diputados para que se haga la reforma. Y para que en los procesos electorales futuros, se pueda”.

“Se ha creado un contexto político en contra de una candidata LGBT”

Rihanna asegura que los magistrados creen que han hecho mucho con poner su fotografía en la papeleta pero que rechazar su nombre es un acto de discriminación del actual gobierno. “Han tirado mi dignidad por los suelos, ver los comentarios en las entrevistas que me hacen, hay una incitación al odio y a la violencia sobre todo del discurso religioso. Me pueden matar, se ha creado un contexto político en contra de  una candidata LGTB en Honduras”, expresó. Honduras es uno de los países más peligrosos para las personas de la comunidad LGTBI. En los últimos 10 años, 262 personas LGBTI han sido asesinadas. Después del golpe de Estado en 2009, fueron asesinados dos activistas políticos que optaban a cargos de elección popular.
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A partir de las constantes amenazas que reciben en Cozumel Trans por su trabajo en defensa de los derechos de la comunidad, la organización que coordina Rihanna cuenta con medidas cautelares de protección otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos  (CIDH). Las medidas cautelares obligan al Estado hondureño a brindar protección especial. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) repudió con dureza en agosto de este año los ataques a activistas LGBTI en Honduras, a partir del intento de asesinato de David Valle, del Centro para el Desarrollo y la Cooperación LGBTI (Somos CDC). En abril, Valle había pedido medidas de protección de líderes LGBTI al Comité Técnico del Mecanismo de Protección de Defensores de DDHH de Honduras. La CIDH instó “a las autoridades de Honduras a adoptar medidas efectivas en materia de prevención, investigación y sanción de este patrón de violencia».

Participación política LGTBI en Honduras

Según un estudio del Instituto Nacional Demócrata realizado en Honduras este año, la comunidad LGTBI ha transitado un largo proceso para tomar espacios de participación política, por falta de voluntad de los gobiernos y la priorización de la agenda sanitaria en el sector. “En Honduras la reforma constituyente de 1982 abrió el camino para fortalecer la participación  ciudadana y la democracia al interior de sus instituciones. Sin embargo, en lo que se refiere a la visibilidad de las agendas LGBTI, antes de 2004 no se encuentran expresiones reales de sistematización de su participación, ni en lo social ni en lo político. Mucho menos en su fortalecimiento organizativo”, señala el informe.
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Desde los años 90, la emergencia del vih sida y la falta de acción del Estado para prevenir y atender la problemática, llevaron a que “en el país aparecieran organizaciones como el Colectivo Violeta en Tegucigalpa y la Comunidad Gay Sampedrana en la ciudad de San Pedro Sula. Si bien estas tenían agendas LGBTI, su prioridad era en concreto la prevención y atención del VIH Sida en todas sus expresiones, fortaleciendo solo su incidencia en el escenario de la salud”, explica el informe. En 2002 asomaron en el país las primeras organizaciones abiertamente LGBTI. Pedían reconocimiento jurídico al Estado en su quehacer de promover y defender los derechos de lesbianas, gays, bisexuales y trans. Uno de los impedimentos que el Estado alegó, en aquellos momentos, era que aprobar personerías jurídicas a personas LGBTI sería una forma de abrir la puerta a debates como el matrimonio igualitario y la adopción por parejas del mismo sexo, según contaron los entrevistados por el Instituto Nacional Demócrata en el informe. Más tarde, para evitarlo -y blindar sus intereses-, en el acto de concesión de personerías jurídicas, el Estado reformó el artículo 112 y el 116 de la Constitución. Estableció que en el país el matrimonio siempre será entre un hombre y una mujer, y que la solicitud de adopción cumple los mismos requisitos.

Violencia contra activistas LGBTI

La primera experiencia de violencia por participación política contra una persona LGTBI fue la del defensor de derechos humanos Walter Tróchez. En 2009 asumió un papel de Defensoría y, siendo abiertamente gay, denunció arbitrariedades en los centros de votación. El 2 de diciembre de ese mismo año fue secuestrado. Días después, cuando logró fugarse de sus captores, denunció que el secuestro había sido motivado por sus denuncias. Apenas 11 días después fue secuestrado nuevamente, torturado y asesinado con odio y saña. Su muerte menguó las expectativas de participación de las personas LGBTI en el país, y causó miedo y desconfianza en el ejercicio de los derechos ciudadanos. En 2012, el periodista Erick Alexánder Martínez Ávila, que también había hecho visible su orientación sexual, era precandidato por el departamento de Francisco Morazán a una diputación en las elecciones internas del Partido Libertad y Refundación (LIBRE), por la corriente Fuerza de Revolución Popular (FRP). Hizo pública su candidatura el 1 de mayo de 2012, en una manifestación por el día del Trabajo. Días después fue torturado y asesinado.

Las lideresas trans que debieron huir

En junio de 2012, el candidato suplente de Martínez Ávila, Erick Martínez Vidal, también abiertamente gay, decidió participar en las contiendas electorales de 2012. Lo acompañó la lideresa trans Arely Victoria Gómez como candidata suplente. Decisión similar tomaron en San Pedro Sula la lideresa trans Claudia Spellman, con Josué Hernández, líder gay, como su suplente. Victoria y Claudia debieron inscribirse con sus nombres de nacimiento, porque no se les permitió hacerlo con sus nombres identitarios. Esta situación complicó sus procesos electorales. Y llevó a que mediáticamente fueran víctimas de todo tipo de señalamientos y discriminación, ignorando sus propuestas de campaña. Victoria y Claudia tuvieron que huir del país por las amenazas de muerte recibidas después de ser expuestas en ese proceso electoral.
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Rihanna hoy está pasando por la misma situación. Con 28 años de edad y a pesar de la vulnerabilidad en la que se encuentra, asegura que ha optado por ser candidata porque nunca los tomadores de decisiones los han tomado en cuenta como sector. “La comunidad ha sido excluida, asesinada, discriminada. Los mismos sectores religiosos han levantado una ola de violencia en contra nuestra. Sin embargo, también hemos tenido logros: visibilizar a las personas trans y realizar el cambio en los documentos de identidad, como mujeres que somos”, asegura. Según el estudio del Instituto Nacional Demócrata, un aspecto clave que ha generado dificultades en la participación política de personas LGBTI es la falta de leyes, políticas públicas o acciones afirmativas por parte del Estado. En otras palabras, la ausencia de voluntad política se ha traducido en pocas oportunidades para el goce de una ciudadanía plena.

El reto: enfrentar al machismo en los partidos políticos

“La sociedad hondureña, influenciada por el discurso religioso no quiere que una persona LGTB llegue al Congreso porque lo ligan al matrimonio igualitario, la adopción de niños (por parte de parejas homoparentales), creen que el país bajará en economía y se verán afectados en sus intereses. Pero la situación del país no ha mejorado para ningún sector. Cada 14 horas matan a una mujer y la violación de derechos humanos ha incrementado”; explica Rihanna. Y cita el informe que señala la seguridad como el problema más grave identificado por la comunidad LGTBI y prioritario en las agendas políticas. “La comunidad, según investigaciones, lo que pide es seguridad. Como segundo punto, trabajo, educación, acceso a la salud, vivienda, préstamos. El tema de la ley de identidad de género es muy importante para la comunidad trans, pero la gente quiere primero seguridad ¿cómo vamos a tener una ley de identidad si nos van a matar? El tema del matrimonio igualitario salió como en el punto 14, no hay tanto interés porque se prioriza la vida porque ha sido violentada. Esta situación nos enseña que la comunidad LGTBI busca los mismos derechos que toda la ciudadanía. No más impunidad, no más corrupción, queremos acceso a los derechos fundamentales”, reclama. Uno de los principales retos para esta candidata es incluir en el plan de gobierno de la Alianza una agenda LGTBI que responda a la necesidad de seguridad que tiene la comunidad y a la exigencia de cero discriminación en el ámbito laboral. “Ha tenido apertura pero a veces me he sentido excluida en algunos lugares. Ha sido un gran reto enfrentarme a un sector machista, discriminativo dentro de los partidos políticos. Pero gracias al acompañamiento de la comunidad LGTB y a mis compañeras trans hemos logrado entrar en un plan de gobierno”. Rihanna dice que aunque debió retirarse hace meses después de tanta incitación al odio en contra suya, amenazas y rechazo, sigue allí. Cree que su comunidad necesita representación en el Congreso Nacional. “No me van a retirar muy fácilmente, con la barrera de inscribirme con un nombre legal que no reconozco ni al insultarme. Yo ya debería estar encerrada en mi casa, pero no, eso me da fortaleza. Lo hago por mi comunidad trans y LGTBI. Y aquí estoy presente, firme y fuerte”. ]]>

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