Evita travesti y el cuerpo como centro en dos obras de Copi
Hasta septiembre se puede ver en Buenos Aires la puesta que reúne dos obras del escritor, dibujante y dramaturgo argentino Copi. “Eva Perón” y “El homosexual o la dificultad de expresarse” retoman – a veces con demasiada solemnidad- dos propuestas donde cuerpo y palabra vibran en torno al poder, el encierro y lo trans.
Compartir
Hasta septiembre se puede ver en Buenos Aires la puesta que reúne dos obras del escritor, dibujante y dramaturgo argentino Copi. “Eva Perón” y “El homosexual o la dificultad de expresarse” retoman – a veces con demasiada solemnidad- dos propuestas donde cuerpo y palabra vibran en torno al poder, el encierro y lo trans. Por Gabriela Borrelli Azara Fotos: Mauricio Cáceres “Podemos hablar todo lo que se nos cante, las palabras no cambian al mundo”. Un modismo demasiado porteño para una sentencia dicha en las estepas heladas de Siberia. Todo el teatro de Copi podría leerse en esa clave: la distancia, la frialdad, lo inesperado, la cercanía de una forma de decir que se vuelve irreverente y la sentencia políticamente incorrecta. “El homosexual o la dificultad de expresarse” es una de las dos obras de Copi que se exhiben en el Teatro Nacional Cervantes esta temporada, dirigidas por Marcial Di Fonzo Bo, en una función doble que comparte con su ya no tan polémica “Eva Perón”. El propio Di Fonzo Bo fue Evita en su momento y ahora eligió para ese rol a la celebridad televisiva Benjamín Vicuña, gesto que monopolizó los comentarios sobre la puesta. Cuando la obra empezó a circular en la década del 70 muchos vieron en esa escritura una falta de respeto o una irreverencia imperdonable a la figura mítica de Eva. Ya no es ese el debate. Sino Vicuña. Y ese podría ser un signo de estos tiempos: no importa tanto lo que se dice sino quién lo dice. En este caso un actor mediático, al que le cuesta el tono de la Eva de Copi. Sus obras solo necesitan buenos actores que entiendan la irreverencia de actuar o de vivir o de ser puto o de ser Evita. Vicuña no es de esos actores.
Travestismo anticipatorio
“El homosexual o la dificultad de expresarse” tiene todo lo que le falta a la puesta que le sigue. Esa pesadilla carnavalesca, como supo ser definida Eva Perón, está en la obra que le antecede. Lo macabro que asoma pegado al humor, ese límite difuso entre reírse u horrorizarse y el arrebato corporal. La tríada actoral de esta obra: Madre (Juan Gil Navarro), Irina (Rosario Varela) y Garbo (un descollante Hernán Franco) construyen la mascarada trava y putona que el otro trío, Eva (Vicuña), Madre de Eva (Carlos Defeo) e Ibiza (nuevamente Gil Navarro) no consiguen. Travestismo anticipatorio de las películas de Almodóvar con clima de cabaret de posguerra, tres trans que cogen con las palabras o que son poseídxs por ellas son los protagonistas de “El homosexual….”Copi corrido
Las obras de Copi están corridas, él mismo vivió corrido. De una lengua, de una patria, de una familia a su vez corrida. Copi es el sobrenombre que la escritora, dramaturga y anarquista Salvadora Medina Onrubia (esposa de Natalio Botana, mítico fundador del diario Crítica) le puso a su nieto. Raúl Damonte Botana, así su verdadero nombre, era hijo de Georgina, hija de Onrubia y Botana, y de Raúl Damonte Taborda, diputado y director del diario Tribuna Popular. Una vida dividida entre el exilio y la búsqueda. Sus primeros años en Montevideo y luego a Francia. Cuando Eva Perón murió Copi tenía 12 años. En 1970 lo vigoroso de esa lengua propia partida por los aconteceres políticos de la patria de nacimiento produjeron en Copi esa Eva Perón: desquiciada, travesti, extranjera en su casa, peleando una corporalidad, con la persecuta del poder o las drogas, montada en cólera. Evita está corrida, sacada por morir joven o por no morir. Todo esto que el texto da, no lo dan los actores ni la puesta que pareciera desordenada no porque gane en altura y superposición de espacios, sino por una irreverencia que no sucede en los cuerpos de los actores. Una solemnidad que no sé de dónde sacaron, pero no del texto de Copi.Solemnes
Las dos obras están divididas por un entreacto dónde Gustavo Liza dice a Copi. Se lo nota la mayor parte del tiempo incómodo con las palabras de Copi en primera persona, reproduciendo fragmentos de una entrevista que le hicieron en 1970. Por momentos se vuelve explicativo, como si se tuviera que justificar porque estamos viendo a Copi en uno de los mayores escenarios del teatro argentino. Es más, todo el entreacto, termina con una frase de Copi celebrando al teatro nacional. Innecesario. Gustavo Liza se luce más en su otras apariciones dentro de las obras que en ese entreacto que quisiera ser descontracturado pero no lo logra. Retomo comentarios del lobby después del medio sacudón que provocan sus obras: ¿imaginan una Eva Perón actuada por Hernán Franco? Sí, es lo que muchos esperábamos que toda la irreverencia y potencia de esa actuación estuviera en Eva. No perdemos las esperanzas, porque el teatro nos sigue dando Copi. Es decir, irreverencia y polémica. La obra puede verse hasta el 9 septiembre de 2017 De jueves a domingo a las 20 hs. Lugar: Teatro Cervantes, Libertad 815 CABA Localidades: $120 / $90 en alternativateatralo en la boletería del Teatro.]]>Somos Presentes
Apostamos a un periodismo capaz de adentrarse en los territorios y la investigación exhaustiva, aliado a nuevas tecnologías y formatos narrativos. Queremos que lxs protagonistas, sus historias y sus luchas, estén presentes.
APOYANOS
SEGUINOS
Notas relacionadas
Estamos Presentes
Esta y otras historias no suelen estar en la agenda mediática. Entre todes podemos hacerlas presentes.