Transfemicidio de Romina Vargas: a minutos de iniciar juicio histórico, se postergó

Es el primer crimen de odio de una trans que llega a la Justicia en Paraguay. Se postergó el día que empezaba. Con todo listo, defensora del acusado alegó "cefalea".

Por Juliana Quintana, desde Luque (Paraguay)  Fotos: Jessie Insfran Pérez El esperado juicio por el crimen de odio de la joven trans de 28 años, Romina Vargas estaba a punto de empezar y fue postergado una vez más. El viernes 9 de agosto, a minutos de iniciar la primera audiencia para que por primera vez en Paraguay se realizara un juicio histórico por un transfemicidio, el presidente del Tribunal de Sentencia de la ciudad de Luque, Julio López, anunció que se posponía.  En el juicio se acusa a Blas Amarilla del homicidio de la joven trans, perpetrado el 16 de octubre de 2017 en la ciudad de San Lorenzo, Gran Asunción. La fiscala de la causa Ana Girala lo imputó por “homicidio doloso” y desde entonces guarda prisión preventiva. Pero la primera audiencia no pudo realizarse porque la abogada del acusado, Rocío Lucena, defensora pública, se ausentó, presentando un certificado médico, que indica reposo por 24 horas alegando “migraña y cefalea”. 

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Este documento fue emitido por un centro médico privado y no estaba legalizado por el Ministerio de Salud Pública (un requisito que se aplica a todxs lxs funcionarixs públicxs). Para verificar la información presentada por Lucena, la fiscala solicitó que un médico forense se acercara a su domicilio. El tribunal resolvió postergar el juicio oral y público por transfemicidio, y finalmente se llevará a cabo el 1 de octubre a partir de las 10 de la mañana.

«Tenemos que esperar demasiado»

Miembrxs de organizaciones sociales por los derechos LGBT de Aireana y Panambí habían viajado para acompañar esa primera audiencia. Llevaban carteles que exigían “nos matan y nadie va preso” y “basta de violencia hacia personas trans”. 

Con lluvia y frío, a las 6 de la mañana, les activistas de la organización Panambí se habían movilizado en un autobús para buscar a sus demás compañeres de San Lorenzo y luego trasladarse hasta el Palacio de Justicia de la ciudad de Luque, a 10km de Asunción. Juntes, esperaron con pancartas y una intervención artística a que les dieran buenas noticias, pero no fue así. 
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“Nosotras tenemos que esperar demasiado para saber si vamos a tener o no justicia. Me parece triste que una defensora pública diga que sufre dolor de cabeza y por eso no se presente en un acto tan importante para nosotras como este. Toda persona asesinada en las condiciones en las que lo fue Romina merece justicia, necesita una reparación y la comunidad trans realmente la necesita”, dijo a Presentes Yren Rotela, activista por los derechos de las personas trans. Yren Rotela, activista trans En Paraguay el Ministerio público no investiga las desapariciones y los transfemicidios. “Solo porque somos personas trans piensan que nuestras vidas no valen”, esgrimió María García, “somos seres humanos y merecemos también justicia. Las personas trans nunca tuvimos un caso que llegó a juicio oral y, por eso, el caso de Romina marca un precedente histórico. Creo que es justo que Amarilla reciba la condena máxima”. 

«El Estado debe hacer Justicia»

“El Estado paraguayo debe hacer justicia, debe imponer una sanción para que les llegue el mensaje a las demás personas que nos odian. Que quede claro que hay una condena por matar a una persona trans, como lo dice la Corte Interamericana de Derechos Humanos”, sostuvo Mariana Sepúlveda, activista de Panambi. “No les importa, porque nosotras somos pobres. Somos personas discriminadas y violentadas. Esa es mi percepción. Me sentí impotente y triste, porque, si se hubiera asesinado a una figura pública, esto jamás pasaría. Pero bueno, este momento tiene que encontrarnos unidas y fuertes. Tenemos que creer que para nosotras existe la justicia”, reforzó Yren. 
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El femicida -que en otras ocasiones ya había intentado asesinar a Maida Bordón, Sheila Aguayo e Yren Rotela-, reconoció haber sido autor del crimen. “No entiendo por qué me detienen, si a la sociedad no le importa si uno de ellos muere”, había manifestado, en su momento. También hizo público su odio a la comunidad trans. Carolina Robledo Desh, presidenta de Aireana, grupo por los derechos de las lesbianas, en diálogo con Presentes, sostuvo que el Estado es cómplice del asesinato de Romina, porque a pesar de que existen todas las pruebas para que se esclarezca el caso, la Justicia sigue poniendo trabas. “Desde el momento en que nos enteramos que se iba a posponer la audiencia, todas en Aireana estuvimos de acuerdo en acompañar este proceso porque la lucha de las compañeras trans es también nuestra lucha”, continuó Robledo, y contó que el primero de octubre irán al Palacio de Justicia con la “tatucada” (batucada de la organización), en la siguiente oportunidad para exigir justicia por Romina.   El asesinato de Romina  Vargas fue el número 61 que tuvo como víctima a una persona trans desde la caída de la dictadura de Alfredo Stroessner. El primer día de octubre, habrá una nueva oportunidad para hacer justicia por ella y por las otras víctimas, cuyos crímenes siguen impunes. ]]>

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