Pretenden seguir violentándonos. Colegas desubicados, tipos con sus cámaras, sin un ápice de humanidad en su carrera profesional: buscando esa foto, la de Mariana desmayada y tirada en el suelo al salir de la sentencia. Hubo que pedirles que dejen de gatillar. Los hombres para atrás, escuché decir a una compañera. Y sí, deberían tenerlo en cuenta más seguido, porque es tiempo de los hombres atrás, y es tiempo de rajar a estos fotógrafos miserables que llegan a esta instancia de una cobertura y preguntan ¿quién es Mariana? para saber a quién le tienen que hacer la foto. Hagan bien su laburo, y si igual lo van a hacer mal, al menos no reproduzcan las violencias por las que nos venimos movilizando.

Y la lucha, la lucha continúa, como siempre, y como dijo Rocío, esposa de Mariana, sobre el final:

No vamos a parar, vamos a seguir pidiendo la absolución de Marian y la destitución de Marta Yungano, la jueza lesboOdiante que hoy emitió el fallo.