«El orgullo VIH es nunca dejar de luchar»
"El orgullo es una escupida en la cara a quienes nos esperan vencidxs. No me enorgullece vivir con un virus, me enorgullece sobrevivir a esta sociedad hipócrita que solo habla de VIH una vez al año".
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“Mírenlos, son un asco. Están orgullosos de tener sida”. Más o menos así es el contenido general de los comentarios de odio que recibí por recorrer la última Marcha del Orgullo en la Ciudad de Buenos Aires llevando un cartel que decía: VIH+ Y ORGULLOSE. No eran trolls, había de todo. Desde señoras católicas y hombres que veneran la épica de la violencia futbolística hasta gays que decían no sentirse representados por mi cartel.
Lejos de ofenderme o hacerme doler, eran los comentarios esperados, porque son ellos los que me prefieren muerto. Es a ellos a quienes les digo: estoy orgullose.
Mi orgullo nace del miedo a morir
El sábado 17 nos estábamos preparando para marchar entre maricas desnudas. Atacándonos con brillos y probándonos muy poca ropa, yo me encomendaba a escribir mi pancarta. ‘VIH: SIN MEDICACIÓN ME MUERO’. Pero mientras empezaba con la tarea, me sentí hablándole a alguien a quien no le importaba. Siento eso: no les importa que yo me muera. Porque se acaba de aprobar un presupuesto que nos dejará sin medicación en 2019. Y todo sigue como si nada. ¿A quién le iba a contar yo que sin antirretrovirales me muero? ¿Les importaría? Estallé en llanto.
Estoy harto. A veces me siento seco de salir a contar que me muero. Que nos morimos. Desde 2016, cuando tuvimos el primer faltante de medicación VIH, salimos a la calle a contar esto. Y con el tiempo nos hemos convertido en parte del sonido ambiente de esta realidad. La chicharra de un grillo que se naturaliza y después de un rato quizás hasta nos ayuda a dormir.
Estoy harto de tener miedo. Miedo a no tener la medicación. Miedo a que haya de nuevo faltantes y que el virus avance sobre mi cuerpo como un tablero de T.E.G. Al miedo lo habíamos neutralizado con la medicación, pero pensar en nuevos faltantes es respirar unos aires muy de los años ’90.
[#BichoYYo y el Día del VIH/sida: el activismo no es sólo 1 vez al año]
Pasé de activar por la cura a volver a exigir medicación. Porque aunque no soy activista de la pastilla, no quiero exigir un cuerpo medicalizado, yo quiero –exijo- la cura. Pero para llegar a esa cura tengo que estar vivo. Y sin medicación antirretroviral me muero.
Pasé de luchar por una comunicación que empodere la libertad de usar o dejar de usar preservativo, a salir a reclamar que vuelvan a repartir preservativos. Lo avanzado se muere en la desidia política. Entonces, ¿de qué servía repetir el reclamo que ignoran hace tiempo?
[BichoYYo: Lleguemos vivxs a la cura del VIH]
Marcha para nunca marchitar
El orgullo es una escupida en la cara a quienes nos esperan vencidxs. No me enorgullece vivir con un virus, me enorgullece sobrevivir a esta sociedad hipócrita que solo habla de VIH una vez al año. Ya me veo venir cada 1 de diciembre los lazos rojos busca likes. Me agotan. Por cada día mundial de respuesta al VIH/sida suele haber 364 días del ‘de esto no se habla’.
Mi orgullo también es haber sobrevivido a mí mismo. Porque siempre apunto con dedo inquisidor a la otredad, pero esa mano que señala esconde tres dedos que apuntan hacia adentro, hacia mí. Como persona positiva configuré una constelación de autoestigma insoportable. Desmerecedora de mí mismo. Porque si hay una sociedad que me quiere muerto cada día, construyo una identidad que no esté de acuerdo con ellos. Solo conmigo de mi lado puedo comenzar a marchar. Me cansé de ser mi propio enemigo. Marcho junto a mí mismo.
¿Qué me puede doler un comentario de odio si todo eso ya lo pensé yo primero? Toda la mierda con la que quieran atacarme ya me la tiré solo cuando creía que había un motivo para hacerlo. Hoy mi orgullo no es ser VIH+ sino ser positivo. Y encima me hago un cartel que diga ORGULLOSE, y al gay esteretipado tan #OrgulloBA le estalla la mente y me dice en medio de la marcha que no, que se dice ORGULLOSO. Vayan a Avenida de Mayo a la altura de Piedras y búsquenlo, debe seguir ahí, shockeado de todo lo que le dije cuando me quiso corregir.
[#BichoYYo Qué hacer si el test de VIH te da positivo]
Vivir con el bicho arma lenguajes nuevos, siempre. Marchar y que se te llore todo encima al ver maricas con el cuerpo escrito diciendo ORGULLO VICHOSO. Las cuerpas escritas como lenguaje que nos une, somos nuestras propias redes sociales analógicas.
Orgullo de marchar todas positivas. La amiga mostra que viene y te arrebata el cartel de VIH+ Y ORGULLOSE para desfilar entre todas, todos y todes. Esa amiga que se lleva un rato tu virus, te sana, te cura el alma y te ayuda a ver cómo es observada. ¿Para qué quedarme con las caras de asco cuando está todo lleno de miradas de orgullo al borde del llanto aplaudiendo con la sonrisa esa visibilidad? ¿Cómo sentirse mal si logramos transmitirle a todxs este mensaje?
La provocación de este cartel es una gran herramienta para detectar prejuicios. “Me vas a contagiar”, dicen desde el anonimato de la red social haciendo gala de odio e ignorancia. Sería importante que usen ese tiempo de tipeo venenoso para informarse sobre conceptos como indetectable = intransmisible. Una persona viviendo con VIH que está en tratamiento antirretroviral y alcanza el estado de de indetectabilidad no transmite el virus, entonces ¿a qué le tenés miedo? Tenele miedo a tu falta de información, estás “contagiando” ignorancia. Vos sos un peligro. Yo no.
A ellos les da miedo mi postura, a mí me aterra un Gobierno como el actual, que estuvo a punto de aprobar en Mendoza un código contravencional que criminalizaba la transmisión de ITS (Infecciones de Trasmisión Sexual). ¿Cómo vas a comprobar que yo te lo transmití? Es muy probable que ante esta posibilidad la gente decida no testearse, de última si nos pasamos algo, nadie puede condenarnos porque no lo sabíamos. Ni hablar de todas las leyes y pactos internacionales que esto viola. Y si soy indetectable, ¿cómo te puede haber transmitido algo? Pero por esta ley, por el recorte de presupuesto o por la falta de medicación no leí ni una cuarta parte de ataques como sí tuve que leer por mi foto marchando en culo y orgullose.
[LEER MÁS: Marcha por recortes en Salud Pública: ya hay faltantes de medicación de VIH]
Orgullo de no estar nunca de nuevo solxs
Orgullo VIH+ es superar los estigmas y prejuicios, propios y ajenos. Prender fuego los closets con toda la mierda dentro. Que arda el pecho para poder reclamar nuestros derechos. El orgullo bichoso es el que activa por la cura. El que más allá de su diagnóstico sabe que si una sola persona tiene VIH, TODA la sociedad lo tiene.
El activismo VIH/sida no es una responsabilidad únicamente ni de las personas positivas ni de ese noventero concepto de las ‘poblaciones de riesgo’. La H es de HUMANX, y yo pensaba que podía ser una buena manera de decir que todxs estamos en riesgo. Hoy, con orgullo y muchos abrazos en el recorrido, me doy cuenta que si en la sigla hay una H es porque en este virus que tanto intenta volvernos estadística y silencio, hay mucha HUMANIDAD. Estoy yo, están mis amigas, estamos todxs.
El orgullo VIH es nunca dejar de luchar. Soy VIH+ y orgullose.
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