Así beneficia a las juventudes trans y no binaries el acceso al deporte

Juventudes trans y no binaries practican deportes desde siempre. Beneficios y ventajas para la salud emocional y mental.

CIUDAD DE MÉXICO, México. Las juventudes trans y no binaries practican deporte por las mismas razones que las personas cis. Sin embargo, en los últimos cinco años, políticos antiderechos en general, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump en particular, aumentaron sus narrativas y retóricas falsas para legitimar políticas que están violando los derechos humanos de las personas trans y no binaries. Incluyendo su participación en los deportes.

La narrativa falsa de una supuesta ‘ventaja injusta’ es la que políticos antiderechos usan para impulsar leyes y cambios en reglamentos. Buscan excluir a niñes y jóvenes trans y no binaries que practican deportes a nivel escolar: de primaria a universidad. Pero en la gran mayoría de los casos estas políticas excluyen principalmente a niñas y mujeres trans.

Estas leyes no sólo buscan quitar del espacio deportivo a las juventudes trans. También les niegan los beneficios que tiene practicar un deporte en su salud mental y física, a nivel educativo y social.

En el deporte de élite también vemos estas mismas prohibiciones en algunas federaciones. La de atletismo es una de las más restrictivas, a pesar de que el Comité Olímpico Internacional (COI) desde el 2021 concluyó que “no hay consenso científico sobre cómo la testosterona afecta el actuar deportivo. Es poco claro el papel que juega para medir una ventaja injusta, porque el rendimiento se mide de manera distinta en cada deporte”.

En este explicador buscamos responder: ¿cómo beneficia el deporte a las juventudes trans y no binaries?, ¿cómo afectan las políticas anti-trans a niñas y mujeres, trans y cisgénero, deportistas?, ¿cuál es la situación en donde ya existen estas leyes? y ¿en América Latina que estamos viendo?

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoce el deporte como un derecho humano y considera que el acceso a la actividad física debe suceder “sin discriminación alguna”, ni basada “en criterios étnicos, el sexo, la orientación sexual, el idioma, la religión, la opinión política, o cualquier otro factor”.

El acceso al deporte beneficia la salud mental de las juventudes trans y no binaries

En América Latina no existen datos sobre la percepción y experiencias de las infancias y juventudes trans y no binaries en los deportes. Investigaciones en países del norte global sobre de juventudes trans y sus experiencias en el deporte, arrojan un poco de luz sobre los beneficios que tienen el acceso a los deportes para esta población.

La organización The Trevor Project enfatiza en una investigación realizada en 2021 sobre las razones positivas de las juventudes LGBT+ que practican deportes. Ellas son conectar con amigues y compañeres de equipo, oportunidad para mantenerse saludables y el derecho a divertirse.

Los resultados también arrojaron que para algunes jóvenes trans y no binaries el deporte es un apoyo frente a factores estresantes, como la presión escolar o la tensión en torno a la discriminación por su identidad de género. Además, es un apoyo a su salud mental y les distrae de pensamientos negativos. Esto mismo se puede revisar en otros tantos estudios que hablan en general de los beneficios del deporte para las juventudes trans y cisgénero

Un joven señaló a Trevor Project que los deportes «me ayudan a lidiar con la disforia de género y la depresión». Otro dijo: «los deportes son una buena manera de distraerme de los pensamientos negativos».

El informe de 2023 sobre juventudes LGBT elaborado por la fundación Humans Rights Campaign (HRC) encontró que estudiantes de secundaria trans y no binaries que son atletas “reportaron mejores calificaciones, menores niveles de depresión y eran menos propensos a sentirse inseguros en la escuela que quienes no practicaban deportes”.

Los efectos en la salud mental en niñeces y juventudes

A pesar del respaldo científico en materia de salud mental sobre los beneficios de la participación de las juventudes trans en los deportes, existe una ola de prohibiciones y narrativas falsas. Esto tiene repercusiones en su salud mental.

Una encuesta e informe de The Trevor Project encontró en 2021 que:

  • El 79% de las juventudes trans y no binaries sintió que su identidad de género fue un factor que afectó su participación en deportes. Las principales barreras son: los uniformes deportivos y su relación con la disforia, y que el deporte está categorizado por género de forma binaria.
  • El 55% dijo que las noticias con narrativas alarmistas y negativas sobre la participación de atletas trans ha influido en que no se sientan parte para practicar el deporte que les gusta.
  • Solo el 32% de las juventudes LGBT+ informaron que alguna vez participaron en un equipo o liga deportiva, escolar o comunitaria; frente a 6 de cada 10 que dijo nunca haber participado por miedo a vivir exclusión o algún tipo de violencia.

«Probablemente no me permitirían ingresar al equipo de chicos porque soy un chico trans (ni mis padres ni la escuela lo permiten). E incluso si me lo permitieran, correría un gran riesgo de sufrir acoso», dijo un joven transmasculino a la encuesta de Trevor Project.

Las políticas anti trans contra niñas y mujeres, trans y cisgénero

Las prohibiciones deportivas están poniendo en riesgo a las personas trans y no binaries, sobre todo niñas y mujeres. También a niñas y mujeres cis en edades escolares que son atletas.

Las niñas y jóvenes trans no son las únicas vigiladas. Tras la avalancha de políticas anti trans en el deporte en Estados Unidos se reportaron casos de jóvenes atletas cisgénero viviendo acoso y siendo falsamente acusadas de ser trans. Como sucedió con la campeona olímpica de boxeo, Imane Khelif en los Juegos Olímpicos de París 2024.

Así como las ‘pruebas de sexo’ que aplica World Athletics a atletas de élite, hoy en países como Estados Unidos, las niñas, jóvenes y mujeres atletas trans y cisgénero están en riesgo de prácticas invasivas que violan su seguridad y su privacidad.

Un ejemplo sucedió al equipo universitario de voleibol de California, que tuvieron que contratar a personal de seguridad para proteger a una jugadora acusada de ser trans.

Esto mismo sucedió en Utah con una atleta de preparatoria que tuvo que pedir protección policial luego que un funcionario público de ese estado difundiera información falsa sobre ella, acusándola de ser trans.

Un estudio de 2022 encontró que jóvenes trans de secundaria en Estados Unidos dijeron estar interesadas en practicar deportes y al mismo tiempo mencionaron preocupaciones sobre el acoso y el estigma.

Estás prácticas no son nuevas. Human Rights Watch documentó cómo desde hace décadas la federación internacional de atletismo, World Athletics, “aplica  pruebas arbitrarias basadas en estereotipos de género y el uso de datos científicos deficientes que carecen de rigor científico y ético, y violan derechos humanos”.

Quienes legislan usando argumentos falsos sobre una supuesta ‘ventaja injusta’ de las atletas trans en las categorías femeniles del deporte, que carecen de evidencia científica, no están garantizando en realidad condiciones dignas para que las jóvenes y mujeres atletas desarrollen su disciplina deportiva libre de barreras.

Hoy las niñas y mujeres atletas alrededor del mundo enfrentan barreras en el deporte que no tiene que ver con la inclusión de las mujeres trans o de las personas trans y no binaries en los aspectos de la vida pública.

La falta de políticas públicas, falta de instalaciones, la desigualdad salarial, el acoso por parte de entrenadores, investigaciones científicas con sesgos sexistas, racistas y binarios impide conocer las necesidades reales de las mujeres trans y cisgénero que son atletas.

Qué pasa en Estados Unidos y Reino Unido con la participación de atletas trans a nivel escolar

Las juventudes trans y no binaries han practicado deportes desde siempre. Lo que sí es nuevo son las narrativas, cada vez más agresivas y desinformantes, que las y los políticos antiderechos están usando para legitimar pánicos morales en relación a la participación particularmente de mujeres y niñas trans en los deportes.

Sin embargo, en los últimos tres años se han impulsado al menos 164 políticas que buscan negar el acceso al deporte particularmente a niñas y mujeres que compitan a nivel escolar: de primaria a universidad. Del 2023 al 2025 hubo un incremento del 318% en la creación de iniciativas y propuestas de ley, solo en relación al deporte.

Si bien a nivel estatal se empezaron a promover estas propuestas de ley y en 2020 se aprobó la primera ley de este tipo en Idaho. Bajo la nueva administración de Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que retiene la financiación a programas educativos federales que permiten competir a niñas y mujeres trans en categorías femeninas. Luego entonces la Cámara de Representantes votó para prohibir la participación de niñas y mujeres trans en deportes a nivel escolar en categorías femeninas. Enseguida, la NCAA, el organismo rector del deporte universitario, prohibió a las estudiantes trans a competir en deportes en categorías femeniles.

En Reino Unido las posturas anti trans por parte de los políticos y figuras con poder no son nuevas ni recientes. Sin embargo, este año la Corte Suprema declaró que las mujeres trans “no cumplen la definición de mujer según las leyes de igualdad”. Y esto esto ya tiene implicaciones en los equipos deportivos.

Las federaciones de futbol de Escocia e Inglaterra modificaron ya sus políticas de participación y a partir de junio de 2025 las mujeres trans que practican futbol a nivel competitivo no podrán participar en equipos femeninos. 

¿Qué pasa en América Latina?

Si bien en nuestra región no hubo de manera explícita intentos de legislar, los gobiernos fascistas del presidente argentino, Javier Milei y Nayib Bukele en El Salvador, han hecho guiños a las políticas y narrativas anti trans que mantiene Donald Trump y su gobierno.

En Argentina no existe una prohibición formal sobre la participación de atletas trans. Pero declaraciones públicas de Javier Milei y el decreto que modificó la ley de identidad de género —que existe desde 2012 y es pionera a nivel mundial—, reflejan la postura restrictiva de su gobierno para negar los derechos humanos de las personas trans.

Nayib Bukele tampoco ha publicado una reforma o decreto explícitamente en contra de la participación en el deporte de personas trans. Pero en una reunión con Donald Trump calificó la participación de mujeres trans en los deportes como “violencia”.

Además, en 2019 eliminó la Secretaría de Inclusión Social que se encargaba de implementar políticas contra la discriminación a las personas LGBTI+. Y en 2024 anunció la eliminación de la perspectiva de género en contenidos educativos.

América Latina es, por ahora, un terreno en disputa en este sentido. Por un lado, los activismos trans siguen empujando por más reconocimiento, justicia y políticas públicas inclusivas; por el otro, sectores políticos de ultraderecha y feministas transexcluyentes se sirven de información falsa, casi siempre instrumentalizando a las infancias y juventudes trans, para intentar frenar los derechos conseguidos desde la organización civil y los activismos.

Juntes Narramos es un proyecto de Malvestida, Volcánicas, GirlUp, Balance y Presentes para fortalecer y amplificar las voces de las juventudes desde narrativas de la diversidad

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