Empieza el juicio por el femicidio indígena de Nancy Fernández

La mujer fue asesinada en 2014, un año después de que su hija Micaela de 14 años apareciera muerta, mientras exigía justicia y denunciaba redes de trata en el municipio bonaerense de Tigre.

3 de septiembre de 2024
Agustina Ramos
Edición: Ana Fornaro

El juicio por el “femicidio indígena” de Nancy Fernández, perteneciente a la comunidad Qom Yecthakay, comenzará hoy, a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal N° 7 de San Isidro. La mujer fue asesinada en 2014, un año después de que su hija Micaela de 14 años apareciera muerta, mientras exigía justicia y denunciaba redes de trata en el municipio bonaerense de Tigre. 

La jueza María Cohelo y los jueces Marcelo Gaig y Alejandro Lago, del TOC 7 de San Isidro, estarán a cargo del juicio que tiene como único imputado a Juan Carlos Corvalán, quien estaba prófugo hasta junio del año pasado cuando fue capturado. Sobre él pesa la carátula de homicidio doblemente agravado por el vínculo y por haber mediado violencia de género (femicidio) y hurto.

El juicio se extenderá desde el 3 hasta el 6 de septiembre. Las audiencias comenzarán a las 10 en la sede judicial, ubicada en la avenida Centenario 460. En las puertas del Tribunal se congregarán durante los cuatro días organizaciones indígenas, feministas, sociales y políticas, junto a familiares de víctimas de femicidio, transfemicidio y trata de personas de la zona norte del Gran Buenos Aires, como las familias de Luna Ortiz, Viviana Altamirano y Sofía Fernández.

“Por lo que tanto vengo luchando y por lo que luchó mi abuelo y mi madre, espero justicia”, expresó a Presentes Lisette Fernández, de 23 años, hija y hermana de Nancy y Micaela, mientras se preparaba para dirigirse a la primera audiencia. 

Tengo mucho miedo porque sé cómo se maneja la justicia. Tengo miedo de que me maltraten, que me revictimicen, que hablen mal de mi hermana o mi madre, de revivir cosas. Me cuesta hablar del tema, ver fotos de ellas. Estas cosas te rompen. Es muy difícil continuar después de tanto”, compartió. A partir de los hechos que vivió, a Lisette le diagnosticaron estrés postraumático. Personas allegadas a ella llevan adelante la cuenta de instagram @la_loz_de_mica donde cuentan las novedades de ambas causas.

En febrero del 2013, a Micaela Fernández, hija de Nancy, la encontraron muerta de un disparo en la cabeza en la casa de Dante «Pato» Cenizo. “La última vez que la vi a Mica fue para mi cumpleaños, yo estaba cumpliendo 12. Compartimos un lindo día y tipo tarde, noche, llegó un auto a buscarla. Ahí fue cuando dijo que se tenía que ir. Le pedí que se quedara un poco más. Me dijo que volvería en la semana. No la volví a ver nunca más», contó Lisette a Presentes. 

Las pruebas

La abogada Paula Alvarado Mamani y Lisette Fernández

Para ella y su abogada, Paula Alvarado Mamani, ambas causas, la de Micaela, caratulada como “suicidio”, y la de su madre, de “homicidio”, deberían estar unificadas. “Hay muchas pruebas” -considera- para establecer que ambas muertes fueron asesinatos vinculados a una red de trata.

“A mi hermana la secuestraron en el 2013. Yo escuché de la boca de ella que él (Dante Cenizo) la prostituía, que la obligaban a vender drogas. Vi a mi mamá golpeada cuando fue a denunciar el secuestro. La encerraron y la golpearon. Presencié también la injusticia, la complicidad de la policía. Por miedo a que me pase algo a mí, mi mamá me mandó a vivir con una tía”, contó Lisette.

Cuando Micaela desapareció en 2013, su madre, Nancy, fue a la comisaría sexta de El Talar a denunciar el hecho. La trataron de “loca” y no le tomaron la denuncia, recordó Lisette. Días después, Micaela reapareció golpeada, con heridas en la cara, el pelo cortado brutalmente. Contó que la habían llevado a una casa donde fue abusada por varios hombres. En ese momento, Nancy de nuevo buscó hacer una denuncia, pero terminó detenida. En febrero de ese año, Micaela apareció muerta en la casa de Cenizo. Un año después de esa muerte, el 2 de mayo de 2014, Nancy fue encontrada sin vida en su casa. Para investigar este crimen se abrió una causa por “homicidio” que actualmente llegó a juicio.

El padre de Nancy, Eugenio Fernández, fundador de la comunidad Qom Yecthakay de Tigre, llevó adelante la lucha para pedir justicia por las muertes de Nancy y Micaela. “A veces somos abandonados porque al ser indígenas es como que estamos en segundo lugar. Quiero que salga a luz y que sean detenidos los culpables”, había pedido Eugenio durante una entrevista.Tras su fallecimiento, Lisette se hizo cargo del legado y al cumplir la mayoría de edad logró acceder a los expedientes. 

Para hablar de lo que ocurrió con su madre y su hermana, Lisette utiliza el término “femicidio indígena” ya que considera que se vinculan, también, con el racismo.  “Estamos en una mayor vulnerabilidad. Los tratantes saben a quiénes agarran: a las pibas que están más vulnerables. Saben que cuando vamos a pedir justicia, no nos escuchan, nos discriminan”, explicó. Lo sabe, entre otras cosas, por la vivencia de su madre. “‘Te callás la boca, india de mierda, me dijeron. No vas a hablar vos”, contó Nancy en una entrevista con la TV Pública. Además, denunció públicamente abusos de parte de la policía cuando fue a denunciar.

“Lo único que espero es justicia. Sé que no se termina acá porque sé que quieren cerrar la causa de mi mamá como un caso aislado del de mi hermana y no es así. Están ignorando todo el contexto en el que sucedió el asesinato de mi mamá que es un contexto de trata, de narcotráfico, de racismo”, concluyó Lisette.

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