15 de febrero de 2024

Juliana Quintana

Emancipa Paraguay

Edición: María Eugenia Ludueña

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ASUNCIÓN, Paraguay. El cartismo, movimiento político del Partido Colorado gobernante en Paraguay, gestó un golpe parlamentario que derivó en la destitución de la senadora opositora, Kattya González, ocurrida ayer. Fueron cuatro “causales” con las que argumentaron su pérdida de investidura. González había denunciado hechos de corrupción por parte del cartismo en repetidas oportunidades, y por eso fue víctima de persecución y de violencia política. 

Ayer en el Senado, cerca de las cuatro de la tarde y violando su propio reglamento interno, el cartismo y sus aliados votaron por la pérdida de investidura de la senadora del partido Encuentro Nacional, Kattya González. 

En diciembre de 2023, en el marco del pedido de destitución del senador cartista Hernán Rivas, fue investigado por presunto título universitario falso de abogado. Para esto, los colorados habían reglamentado la necesidad de acumular 30 votos. Sin embargo, el Senado aprobó mayoría simple para expulsar a González. 

Esta mañana, en reemplazo de Kattya González, asumió como senador Ignacio Iramain. Antes de prestar juramento, se refirió a la destitución de la legisladora: “El tema no es ella, sino que van por más”. Ayer y hoy hubo manifestantes a las puertas del Congreso para apoyar a la senadora destituida.

¿Quiénes somos para desoír la voluntad del pueblo?

Durante la sesión extraordinaria de ayer, la senadora por el Frente Guasu, Esperanza Martínez se refirió a la violación del reglamento aprobado el 20 de diciembre. “¿Por qué hoy, a minutos de ser aplicado, lo ponemos en el suelo y aplicamos otra medida? Eso es utilizar la ley a medida, a lo que a mí me conviene”. También habló de que éste podría tratarse de otro salto hacia atrás en la democracia paraguaya, como lo fue en 2012 el golpe parlamentario al expresidente Fernando Lugo. 

“Sea quien sea senador de la república, ha sido producto de la voluntad popular, y lo hemos hecho el 30 de abril de 2023, debemos respetar”, expuso Yolanda Paredes, senadora por Cruzada Nacional. “¿Quiénes somos nosotros para arrogar funciones? ¿Quiénes somos nosotros para desoír la voluntad del pueblo? Yo con los senadores cartistas tengo profundas diferencias y nunca vamos a llegar a ningún acuerdo. Pero no por eso voy a impulsar una pérdida de investidura. Cada sector de la sociedad tiene derecho a ser representado”, refirió. 

Las palabras de Kattya antes de ser destituida

En su último discurso, antes de que votaran su destitución, Kattya González dijo que se trata de un plan sistemático que terminará con la eliminación de todo aquel que ose desafiar la línea mafiosa del cartismo. “La preocupación, estimados ciudadanos, debe centrarse en el desprecio absoluto hacia la voluntad popular y la institucionalidad republicana que demuestran unos cuantos timoratos funcionales a la agenda. Que gracias a la complacencia del señor Santiago Peña ha consolidado el crimen organizado en el Paraguay”, expresó. 

El sábado 10 de febrero, la legisladora se había declarado en huelga de hambre para exigir al presidente Santiago Peña y a los congresistas del oficialismo que desistieran de cualquier intento de enmienda o de reforma constitucional. En un video que subió a sus redes explicó que la posibilidad de enmendar la constitución nacional busca ranquilizar a los intendentes que fueron despojados de los fondos del Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide). 

Apoyos contra el silenciamiento de las voces opositoras

Manifestantes se convocaron ayer y hoy frente al Congreso Nacional. Juventudes, organizaciones feministas, concejales y familiares de autoridades electas exigieron al cartismo que dejen de castigar la voluntad popular. La pérdida de investidura de Kattya González, una de las senadoras más votadas, es un mensaje para la oposición. Organizaciones sociales y disidencia parlamentaria denuncian el avance del autoritarismo para destruir la democracia. 

Según la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (Codehupy), el cartismo busca silenciar a las voces disidentes y los reclamos populares para avanzar en los proyectos de copamiento del poder. “Hoy el ataque es hacia la senadora Kattya González, después serán otras senadoras, senadores, personas y organizaciones defensoras de la constitución nacional y las leyes conquistadas por el pueblo”, refirieron en su comunicado. 

Denuncian discriminación de género y violencia política

La violencia y persecución política a la senadora González y las legisladoras que hacen uso de su rol legítimo en el Congreso no es nueva. Los mensajes de odio y la discriminación de género fue denunciada por varias organizaciones feministas y de derechos humanos, incluyendo al Grupo Impulsor de la Paridad Democrática. 

La OEA expresó preocupación por la pérdida de investidura de Kattya González, y lo calificó como «violencia política de género». 

Con relación a los sucesivos ataques a las legisladoras, la diputada, Johanna Ortega (País Solidario – Asunción), en diálogo con Presentes consideró que uno de los elementos más extremos del autoritarismo que plantea el cartismo tiene que ver con las prácticas machistas y misóginos que buscan disminuir el perfil de las mujeres parlamentarias. “Estamos en las puertas de la instalación de un gobierno autoritario en Paraguay”, expresó la diputada Ortega. “El miedo está muy latente dentro de la oposición. Lo vimos en Nicaragua y en Perú. Hay hechos que dan cuenta de que se puede profundizar en Paraguay, aunque Santiago Peña y su entorno más cercano del ejecutivo y del legislativo digan que lo de Kattya es un hecho puntual”, dijo. 

Los ataques del cartismo a la senadora

El cartismo usó todo tipo de argumentos contra la senadora González. La acusó de haber firmado planillas de asistencia de su asistente Soledad Blanco, cuando supuestamente ella se encontraba en el exterior. Hasta la denunciaron por terminar sus estudios de maestría y doctorado en “tiempo récord”, aunque la Universidad Columbia, donde recibió su título, desmintió esta acusación. 

Otra de las denuncias provenientes del cartismo hablan de que González “expuso” a un agente policial que se desempeñaba como su asistente, a participar de actividades partidarias. 

Los cartistas también acusaron al exasesor de la legisladora, José Luis Torales, de percibir remuneración tanto de la Contraloría General de la República como de la Cámara de Senadores.