Abrazo feminista a la Lof Winkul Mapu en defensa de la lucha de mujeres mapuche
Crónica de la visita a la Lof Winkul Mapu, a 35 kilómetros de Bariloche, donde resisten la machi Betiana Colhuán y su comunidad.
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Después del Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales, Intersex y No Binaries en Bariloche/Furilofche, desde Presentes participamos de una caravana para abrazar la comunidad/Lof Lafken Winkul Mapu, convocada por las mujeres mapuche que defienden el territorio. Hace un año allí fueron detenidas la machi Betiana Colhuán y otras seis mujeres, algo que fuimos contando en distintas notas de la agencia.
Tras un operativo violento de 250 uniformados -que al llegar al territorio se encontraron básicamente con mujeres y niñes, arrojaron gases y destruyeron lo que encontraron a su paso. Ellas pasaron 8 meses privadas de su libertad, junto a sus niñeces, y sufrieron todo tipo de violaciones de sus derechos. Frente a este escenario, en aquellos días renunció la ministra de Géneros y diversidad Elizabeth Gómez Alcorta y en el Encuentro Plurinacional de San Luis se decidió que Bariloche fuera la sede 2023.
En este 36vo. Encuentro de Mujeres y Disidencias, por primera vez las mujeres indígenas de distintas comunidades y naciones, entre ellas la machi Betiana y las Mujeres del Tercer Malón de la Paz -que resisten frente a la reforma de Gerardo Morales en Jujuy- subieron al escenario. Y marcaron agenda desde la integralidad de su lucha: la defensa del territorio en un sentido cosmogónico, integral. Frente a miles de mujeres, pidieron apoyo contra todas las opresiones y el terricidio. Contra el racismo, el colonialismo, el extractivismo, por el Buen Vivir en armonía con la Madre Tierra/Mapu.
Resistencias
El domingo encabezaron la marcha más grande de la que tenga memoria en los últimos años Bariloche, con 70 mil mujeres y diversidades en las calles. Sin embargo, en el tramo final fueron atropelladas por un sector de la comisión organizadora y las columnas que venían detrás. Quedaron solas y debieron culminar su marcha a un costado del Velódromo. El Movimiento de Mujeres y Diversidades Indígenas por el Buen vivir y el Tercer Malón de la Paz denunciaron en sus redes este comportamiento discriminatorio, de raíz patriarcal y racista. Esto no quita que aun con un sector en contra, el mismo que en otro momento se opuso a las diversidades sexuales, hayan expresado su enorme agradecimiento por el protagonismo que tuvieron en el Encuentro.
Es la primera vez que lo Plurinacional se manifiesta con tanta fuerza en este espacio transversal de los feminismos que marca agenda. Como dijo Moira Millán, weychafe mapuche: “Se irá transformando en un espacio verdaderamente democrático en la medida que nos comprometamos en participar. Nosotras las mujeres y Diversidades Indígenas no somos ajenas a ello. Antes no nos motivaba estar, ahora estamos convencidas de que es un espacio válido, necesario y único”.
Las venas de la naturaleza
El lunes, después del Encuentro que decidió su próxima sede será Jujuy, mujeres de diversas naciones indígenas, organizaciones sociales y feministas, y un grupo de comunicadoras, participamos de una caravana convocada por mujeres mapuche para abrazar el territorio que defienden. En una larga hilera de autos, llegamos hasta la Lof Winkul Mapu, a 35 kilómetros de Bariloche.
La machi Betiana dio la bienvenida a “este territorio donde todavía habita un rewe: espacio ceremonial sagrado”. Después de cruzar la ruta, el lago espejado de un lado, la montaña del otro, nos tomamos de las manos, formamos una larga hilera de personas junto a la ruta, moviéndose al ritmo del kultrún (instrumento de percusión mapuche) y el canto, y abrazamos simbólicamente el espacio.
La machi convocó a pedir permiso, saludar, invocar fuerza. “El territorio todavía vive. Es puro. Hay árboles, plantas, animales que lo habitan. Por acá bajan las venas de la naturaleza. Todavía tiene mucha fuerza y nos da esa fuerza para seguir luchando”, dijo la machi. Su mamá María Nahuel -tía de Rafael Nahuel, asesinado por la espalda en un operativo- tomó de la mano a Aurora Choque, del Tercer Malón de la Paz.
No es la primera vez que las luchas de las mujeres de diferentes naciones indígenas se abrazan, tejiendo en silencio pero no en soledad una potencia que viene manifestándose. Hace dos meses Betiana y María estuvieron en Purmamarca apoyando la permanencia pacífica que se sostiene al borde de la ruta.
“El único camino que nos queda es la comunidad”
La alianza entre las mujeres indígenas se expande por América Latina. Allí estaban Maryta de Humahuaca y las hermanas del Tercer Malón de Jujuy, las feministas del Abya Yala, Adriana Guzmán de Bolivia, Lolita Chávez, lideresa por los derechos de las mujeres del Consejo de Pueblos Maya K’ich -amenazada de muerte en Guatemala-, Avelina, autoridad espiritual de Ecuador. Pasamos la tarde reunidas alrededor del fuego, compartiendo la palabra en medio del bosque nativo. Fue una jornada “a favor de las luchas de los pueblos, del agua, de la vida, de que los espacios sigan con vida, existiendo y resistiendo. De los pueblos originarios que están en proceso de levantamiento de reconstrucción y reconocimiento. Contra la represión y el extractivismo. Para que devuelvan el territorio y el rewe”.
La machi y su madre, María Nahuel, hicieron un relato de cómo fue el violento operativo donde detuvieron a las mapuche hace un año. También recordaron el asesinato de Rafael Nahuel en ese territorio, en 2017.
Las mujeres del Tercer Malón explicaron a las más de cien personas presentes la dura situación que atraviesa a Jujuy. Guzmán habló de los feminismos comunitarios. “El único camino que nos queda es la comunidad” e invitó a poner alimento a la tierra y plantar semillas con intenciones políticas.
Semillas de quinoa, hojitas de coca, chicha, mates y tortas fritas circularon hasta la caída del sol. Avelina, líder espiritual de su territorio en Ecuador, llamó a sincronizar el sentir, el pensar y la acción: “El verdadero cambio sólo es posible si se siente desde el corazón”.
Chávez, de Guatemala, resaltó la fuerza que le dio a su resistencia la frase que le dijo «Norita» Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo: «La única lucha que se pierde es la que se abandona».
La cobertura de esta visita se hizo en colaboración con Agustina Ramos.
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