Protestas contra la televisión pública mexicana por difundir discursos transodiantes

Un canal público abrió un espacio para integrantes de un grupo extremista que difunde discursos de odio. Personas LGBT realizaron una manifestación.

29 de septiembre de 2022
Geo González
Geo González
Edición: Maby Sosa

CIUDAD DE MÉXICO, México. Personas trans protestan y denuncian a Capital 21, un canal de la televisión pública, tras abrir el espacio a integrantes de la Alianza LGB, un grupo extremista, que durante el programa El Aquelarre difundió discursos transodiantes.

Activistas exigen la renuncia de las personas conductoras del programa y una televisión pública libre de discursos de odio. Los organismos de derechos humanos analizan lo sucedido y la televisora apeló a la libertad de expresión.

Para entender qué pasó, qué es la Alianza LGB y cómo los discursos de odio afectan a las personas trans, Presentes conversó con la investigadora y activista, Julianna Neuhouser. Ella estudió los vínculos de la ultraderecha, los grupos antiderechos y las feministas que se nombran ‘críticas del género’. 

¿Qué sucedió en Capital 21?

El programa El Aquelarre transmitido por Capital 21, un canal de televisión público que es financiado por el erario, es conducido por Renata Turrent. Cada miércoles hay un segmento llamado Hombres que es a su vez co-conducido por Mercurio Cadena y Braulio Luna. En la edición del 21 de septiembre fueron invitades Mauricio Dimeo e Itzel Suárez. Todas ellas, personas cisgénero.

El propósito del programa, según Turrent era una mesa de debate sobre masculinidades, pero antes hizo una aclaración del porqué de sus invitades.

Turrent explica que Capital 21 abrió el espacio a Dimeo y Suárez luego de que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) cancelara su participación en un foro. Sin embargo, la conductora no aclara el por qué.

Lo que se sabe es que la decisión de la UNAM se da tras conocer las posturas e ideas de Dimeo y la organización extremista, Alianza LGB.

Mauricio Dimeo de la Alianza LGB durante la entreviste en El Aquellarre, de Capital 21.

Durante el programa poco se habló de masculinidades. En su lugar, activistas y personas trans denunciaron que se difundieron y amplificaron discursos de odio.

“Mercurio Cadena dirigió la conversación en distintas ocasiones hacia atacar lo que nombró como ‘teoría queer’, que son simple y llanamente las identidades y derechos de las personas trans (…) soltó una risa burlona cuando hubo una breve mención del uso de pronombres neutros. Renata Turrent, presentó la existencia de las personas trans como un debate que le compete a los feminismos de mujeres cis, y también soltó una risa burlona ante la mención de la autora feminista y académica Judith Butler. Por su parte, Mauricio Dimeo, hizo repetidos ataques al derecho de identidad de las personas trans, a los derechos laborales de las trabajadoras sexuales, y cerró el programa sugiriendo que las mujeres trans y otras transfeminidades son depredadores sexuales”.

Durante treinta minutos que duró ese segmento no hubo una voz de contrapeso ante las narrativas utilizadas y nadie denunció los discursos de odio vertidos.

¿Qué es la Alianza LGB?

Julianna Neuhouser responde a través de su estudio qué es la Alianza LGB y cuál es su nivel de influencia en México.

La Alianza LGB son un grupo de odio. Son personas que salieron de organizaciones grandes de Inglaterra en 2019 que están muy cercanas al partido conservador. Es importante hablar que sus orígenes son ingleses y desde entonces han intentado llevar grupos a países como España, Estados Unidos, Canadá, México.

Para entender qué es este grupo tenemos que saber que, desde sus orígenes, quienes forman parte de él se articulan con grupos evangélicos, pro vida y esos son sus valores. No está muy claro cómo se financian y no hay tantas personas LGB en la Alianza LGB”.

En el nombre podríamos pensar que trabajan por lesbianas, gays y bisexuales, pero no es así. Lo que hace es campaña contra la prohibición de ECOSIG; contra la organización de estudiantes LGBT en las escuelas; se oponen a la educación sexual; a la ley de identidad e incluso afirman que no es homofóbico oponerse al matrimonio igualitario.

No hacen nada por la comunidad LGB cis. No hay trabajo de base, no dan acompañamiento a personas víctimas de discriminación. Tampoco tienen un servicio a la comunidad más allá de, básicamente, tener una cuenta de Twitter.

Su praxis es tomar cualquier postura conservadora diciendo que hablan por las personas LGB para hacer coartadas con grupos conservadores. Básicamente esa es su función, el odio”.

¿Cómo opera la Alianza LGB en México?

Según explica Neuhouser, «la Alianza LGB de México no es relevante, no tienen base. Son un grupo pequeñísimo que solo cobraron relevancia a partir de ese programa. La televisión les hizo relevantes».

“Renata Turrent dijo que no sabía quiénes eran (Mauricio Dimeo e Itzel Suárez) pero eso solamente plantea otra pregunta: si no sabías quiénes eran ¿para qué invitarles a la televisión? Eso solo genera más dudas. En mi opinión Renata les invitó porque simpatiza con ellos solo que no lo quiere decir públicamente porque además en el canal hay antecedentes de transfobia”.

Tras las denuncias de las personas trans, Renata Turrent aseguró que no investigó a su invitado, Mauricio Dimeo, antes de invitarlo a su programa y que ella no se hacía responsable de los comentarios que él emitió.

No es la primera vez

El 10 de marzo de 2022, Mikaelah Drullard, mujer trans afromestiza, denunció racismo y transmisoginia por parte de Capital 21 cuando invitaron a Afrontera, colectiva a la que pertenece, a una mesa de debate sobre feminismos.

Al llegar al programa a Mikaelah le prepararon un micrófono y una silla, y a punto de iniciar la corrieron.

“No sé qué pasó, no sé si las terfas se sintieron incómodas con mi presencia, mi cuerpo. Siempre soy una vida/cuerpo sospechoso, siempre mi cuerpo trans es sospechoso para el feminismo, se tiene legitimidad de hablar mientras seas cis. ES BRUTAL LA VIOLENCIA (…) Cuando tuvieron que elegir las voces legítimas, eligieron las voces de blancas cis, y eliminaron a las narrativas otras, de existencias desde la negritud y la transitividad”, escribió entonces Mikaelah en su cuenta de tuiter.

“Necesitamos reportajes que expliquen cómo operan los grupos antiderechos”

¿Qué hace falta problematizar desde la opinión pública para que los discursos de odio no se asuman solo como asuntos que le compete a grupos históricamente vulnerados y que solo estas poblaciones se encarguen de denunciarlos?

“Es importante reportar sobre grupos de odio. Entender qué pasó, analizar, estudiar eso no es dar una plataforma a grupos de odio, pero creo que muchos periodistas no entienden bien esa diferencia. Muchos periodistas creen que se trata de hacer debates, creen que es presentar los dos lados. Eso no es buen periodismo. Lo que necesitamos son reportajes que expliquen cómo operan los grupos antiderechos, cuáles son sus alianzas, por qué surgieron, cómo y quiénes los financian”.

“Creo que entender y estudiar eso no es dar plataforma al odio y los medios pueden jugar un muy buen papel en dar respuestas para entender qué pasó. ¿Qué pasó en cinco años desde que apareció por primera vez el autobús transfóbico de Hazte Oír? ¿por qué JK Rowling, alguien a quien todo mundo amaba hace 15 años, es tan polémica hoy?”

¿Cómo se relacionan los discursos de odio con las violencias hacia personas trans?

La investigadora Julianna responde:

“Claramente los grupos antiderechos como la Alianza LGB no ejercen la violencia directamente, pero sí ejercen una violencia estructural. Sobre todo, cuando tienen presencia en medios o en la política, y eso es algo que tenemos que evitar. Lo que hacen estos grupos es establecer una justificación ideológica para la discriminación, y ese ambiente de discriminación se traduce a que es difícil para nosotres (personas trans) acceder a derechos. Eso nos orilla a situaciones de riesgo y ahí es cuando pasan las cosas fuertes”.

“Los discursos de odio no son libertad de expresión”

La noche del 28 de septiembre personas trans se manifestaron afuera de las instalaciones del canal Capital 21 en la Ciudad de México.

 Ahí leyeron dos comunicados en el que destacan las consecuencias institucionales y sociales que implica abrir el espacio televisivo a discursos de odio y cómo la amplificación de estas narrativas viola el Código de Ética del Servicio de Medios Públicos de la Ciudad de México y la Ley de Responsabilidades Administrativas de la Ciudad de México.

Sus exigencias son:

  • Seguimiento a las quejas emitidas a través del mecanismo de Defensoría de Audiencias del Servicio de Medios Públicos de la Ciudad de México.
  • Disculpa pública por parte de Capital 21 y quienes participaron en el programa El Aquelarre del 21 de septiembre.
  • Que se establezcan sanciones correspondientes a las personas responsables del incumplimiento de los reglamentos y leyes para evitar la discriminación y la transfobia.
  • Garantías de prevención y no repetición.
  • Que el personal de Capital 21 reciba sensibilización por parte del Consejo Nacional para Prevenir y Eliminar la Discriminación (CONAPRED).
  • Que Capital 21 garantice oportunidades a personas trans y no binaries para compartir información.

Además, desde la Red de Resistencia y Disidencia Sexual y de Género, exigen la renuncia de Renata Turrent y Mercurio Cadena.

Sobre ello explican, “no es una petición que hagamos a la ligera. No es un capricho ni un ataque, sino sencillamente lo que creemos indispensable para tener reparaciones y justicia (…) Renata Turrent y Mercurio Cadena tienen que irse de la conducción de El Aquelarre, no como castigo ni venganza, sino porque han demostrado que no ser capaces de manejar el espacio, el poder y la visibilidad que se les dio desde el gobierno en televisión abierta”.

Eme Flores, integrante de la Red de Resistencia y Disidencia Sexual y de Género dijo a Presentes que se reunieron con el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México con el fin de vincular las medidas de reparación hacia las personas trans y la sensibilización al personal del canal Capital 21.

“Si mañana abren el espacio a alguna periodista trans o comunicadore trans, le va a ir muy mal. Este canal no tiene condiciones para que sea un espacio seguro para las personas trans y no binarias. No vamos a permitir que en los días o semanas siguientes traigan a alguien trans a lavarles la cara. Queremos que escuchen, que reflexionen, reparen, y que los esfuerzos que pueda hacer Copred no se desperdicien. De volver a sentir que cierran filas al diálogo vamos a volver a protestar”, aseguró Flores.

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