Transfeminicidio en Colima: Valeria fue asesinada en su casa y tenía signos de tortura

Es el tercer transfemicidio reportado en lo que va del año en Colima, oeste de México. Pero la Fiscalía no lo investiga como un crimen de odio.

La madrugada del 7 de julio Valeria Carrasco, mujer trans de 25 años, fue asesinada al interior de su domicilio en Villa de Álvarez, municipio de Colima, estado ubicado en la costa oeste de México. Sus amigues y activistas exigen justicia. Hasta ahora, ni la Comisión Estatal de Derechos Humanos ni la Fiscalía del Estado se han pronunciado o referido información oficial sobre la investigación de este crimen.

“Qué te puedo decir de Valeria que era mi mejor amiga, a quién le podía contar todo y quien me contaba de todo. La voy a recordar con toda su alegría, era risueña, le gustaba vivir de fiesta y también vivía con los pies en la tierra. A nuestro grupo de amigos cercanos nos va a hacer mucha mucha falta”, cuenta en entrevista con la emoción contenida Andrés Silvestre, amigo de Valeria. 

Valeria fue encontrada en su cama sin signos vitales.Tenía hematomas y señales de tortura en su pies y manos, esto de acuerdo al reporte del periodista local, Roberto Macías. Esta información la confirmó a Presentes, Andrés Silvestre, amigo cercano de Valeria. 

“Mi amiga, que también es amiga de Valeria fue quien la vio y estaba en shock. Cuando yo llegué ya la casa estaba acordonada y los paramédicos de Cruz Roja nos confirmaron que tenía signos de asfixia”, cuenta Andrés en entrevista con Presentes.

“Ella nos hubiera dicho, de sentirse insegura o nerviosa con algo. A las dos de la mañana y yo estaba hablando por mensaje con ella, una hora después fue asesinada en su casa y nos quitaron a nuestra amiga”, agrega. 

La Fiscalía no responde

De acuerdo a registros del Colectivo Orgullo Disidente, en lo que va del año, tres mujeres trans han sido asesinadas en Colima. Presentes intentó ponerse en contacto con la Fiscalía para conocer el estatus de esos crímenes de odio y saber cuál es el enfoque en la investigación del asesinato de Valeria. No hubo éxito. Aún se desconoce si el asesinato de Valeria está siendo investigado como feminicidio. 

Y es que Colima es de los pocos estados del país que dentro del protocolo de actuación sobre el delito de feminicidio, cuyo objetivo es investigar “con perspectiva de género, enfoque diferencial y de derechos humanos” contempla que deberá aplicarse “a todas las mujeres, incluyendo a las mujeres trans: tavestis, transexuales y transgénero”. 

“Para nosotres las circunstancias del asesinato de Valeria dan pie para pensarlo como un crimen de odio. Pero ni en éste ni en los dos casos anteriores la Fiscalía ha respondido, tampoco han presentado a presuntos culpables”, sostiene el activista Carlos Ruíz, integrante del Colectivo Orgullo Disidente. Esto pese a que desde 2015 el Código Penal de Colima contempla la agravante de homicidio por razones de orientación sexual e identidad de género.

“Ni después de muerta su familia pudo respetar quién era”

Andrés conoció a Valeria desde antes de que ella pudiera poner en palabras que era “una mujer transexual” y cuenta que en su familia siempre hubo resistencia a aceptarla. 

«Para mí es indignante y me da impotencia, porque ella me decía ‘wey, hablé con mi familia y les dije que soy así y que me tienen que respetar’. Y al verla así, o sea, la hicieron regresar a lo que no era. Me indigna que ni después de muerta su familia pudo respetar quién era», narra Andrés durante la entrevista.

En México es común que se maquille y vista a las personas fallecidas antes de la inhumación o cremación. Familiares de Valeria no respetaron su identidad ni expresión de género en su velorio. 

Andrés describe a Valeria como una persona que “vivía el presente” y que apostaba por disfrutar la vida pues cuenta que, tenía presente la inseguridad que atraviesa el estado y las violencias por transodio.

El pedido de justicia

“Estamos todos (el grupo de amigues cercanos) indignados. Pedimos que las notas (de prensa) hablen con respeto de nuestra amiga, que la policía trabaje sin burlarse, que investigue con sentido humano y que a quienes nos van a interrogar lo hagan sin intimidar porque a mí y a mi amiga —quien vio todo— nos trataron mal, imagínate, en shock mi amiga y ellos gritándole. No sabemos cómo va a llevar la investigación su familia pero nosotros, sus amigos, solo queremos que se haga justicia”, sostiene Andrés, amigo de Valeria.

Indira Vizcaíno, gobernadora electa de Colima, quien tomará protesta el 1 de noviembre, se pronunció al respecto. “No más crímenes de odio, no más discrimianción, no más violencia hacia las mujeres. Trabajemos en una cultura de respeto a nuestras orientaciones sexuales, géneros e identidades”, decía parte de su mensaje

Para la colectiva Orgullo Disidente el mensaje de la siguiente gobernadora es “positivo”, sin embargo no representa “una garantía”. Y agrega, “felicitamos el mensaje porque también Indira fue una de las impulsoras del matrimonio igualitario y sí creemos que no es dientes para fuera, pero eso no quiere decir que demos un cheque en blanco. Ahora que esté en el poder tiene que demostrarlo y si no ahí vamos a estar, exigiendo que se nos garanticen derechos, que haya políticas públicas y procesos de justicia expeditos”.

Colima, el estado más inseguro de México

Colima fue considerado por muchos años un estado pacífico. De acuerdo a un análisis de InSight Crime el incremento de la violencia en Colima tiene que ver con la disputa del territorio entre tres organizaciones criminales pues la ubicación geográfica y la existencia del puerto de Manzanillo lo vuelven un “invaluable corredor de narcotráfico”.

Para Carlos Ortiz, la violencia particular contra las personas LGBT no solo tiene que ver con las disputas entre grupos del narco, sino también con la estrategia de seguridad que mantiene a las fuerzas militares ocupando las calles del país desde hace 15 años. 

“Colima se convirtió en un avispero al que le dieron un golpe y comenzó a dispararse mucha violencia. A eso súmale el patriarcado imperante; la transfobia presente; y las nulas políticas públicas para las poblaciones LGBT y en especial las personas trans, pues hace que no estemos libres de burlas, chistes, acoso, exlcusión, discriminación, levantones (secuestros y desapariciones), ataques y asesinatos brutales no solo en la familia, la escuela, el trabajo sino en las calles”, detalla Ruíz.

De 2016 a la fecha Colima es el estado con mayor número de homicidios dolosos; feminicidios; violencia familiar, extorsión, delitos contra la libertad y seguridad sexual por cada 100 mil habitantes y supera por mucho la media nacional. De acuerdo al análisis de Daniela Osorio, la capital del estado y Villa de Álvarez —donde asesinaron a Valeria—son territorios en donde mayor riesgo corre su población en relación a estos delitos. 

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