Llega a la Justicia una violación lesbofóbica: "Te voy a hacer mujer, maricona"

“Me sentí extraña, como si el cuerpo me pesara. Se me iba la cabeza para los costados y no tenía fuerza en mis extremidades. Veía mal y no podía hablar".

Por Airam Fernández El pasado 29 de julio fue presentada la primera querella por violación lesbofófica en la región de El Maule, en Chile. La víctima (que pidió resguardar su identidad) es una mujer lesbiana de 37 años y acudió al Tribunal de Garantía de Talca, respaldada por el Movilh y bajo el patrocinio de Rodrigo Medina y Nicolás Gaete, abogados de la Clínica Jurídica de la Universidad Santo Tomás. “Es la primera violación por orientación homofóbica en la región que llega ante la Justicia”, explica Medina a Presentes. Por eso piden la aplicación de la agravante introducida en el Código Penal por la llamada Ley Zamudio, pues según su relato y las pruebas físicas que ya tiene Fiscalía, el caso se enmarca dentro de lo que se conoce como una violación correctiva, motivada por su orientación sexual. “Trabajo como chofer de Uber y en la madrugada de 21 de mayo estaba en aquello. Cerca de las 2:30 estaba conversando con él por Whatsapp (…) Me insistía en que debía olvidar a Sara, que ella era una ‘maricona maraca’ (sic) (…) Me decía que nos juntáramos. Insistía en que fuéramos al campo, a Santa Rosa, pero me negué y le dije que nos viéramos en mi casa. Él ya había estado ahí, conocía a mis tías, por eso creí que no habría complicación. (…) Cerca de las 4:00 de esa misma madrugada, estacionó el colectivo que conduce los fines de semana en las afueras de la casa de mis tías. (…) Llegó con una botella de whisky, una bebida Sprite y hielos; entró a la casa y nos pusimos a ver televisión”. Así inicia el relato de la víctima consignado en la causa RUC 1900555014-1 a la que Presentes tuvo acceso.

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Ella vive en Talca, una ciudad de esa región ubicada al centro de Chile. Esa noche estaba sola en su casa, ubicada en la misma parcela de la casa de sus tías. “Me sentí extraña, como si el cuerpo me pesara. Se me iba la cabeza para los costados y no tenía fuerza en mis extremidades. Veía mal y no podía hablar. Él comenzó a preguntarme qué me pasaba, si me sentía bien. Me tomó del brazo y me llevó a la cama”, recuerda en el documento legal.

“Te voy a hacer mujer, maricona de mierda”

Lo que sigue en la declaración es la descripción detallada de una violación. Señala como su agresor a Marcos, perteneciente a su entorno cercano: es tío de Sara, quien fue su pareja durante varios años. Todo lo que pasó lo recuerda con claridad, a pesar de que sospecha que el hombre de 56 años puso alguna droga en la bebida que compartían. Dice que fue eso lo que la inmovilizó y le impidió defenderse o gritar para pedir ayuda. También recuerda lo que le dijo: “¡Ah! ¿Y no eras maricona? (…) Igual apuesto que te gusta (…) Si estuviera la otra acá -refiriéndose a Sara- se lo meto a todas las hueonas (sic) (…) “Ahora te voy a hacer mujer, maricona de mierda”. Después la amenazó: “Me dijo que todo debía quedar entre nosotros, que fue un acto debido al alcohol, que me debía ir con cuidado porque me podía encontrar en cualquier lado y se iba a encargar de que nadie me creyera”, cuenta a Presentes al teléfono. Al día siguiente, cuando logró recobrar sus sentidos, decidió formalizar la denuncia ante la Policía de Investigaciones de Chile (PDI). Sara la acompañó. El proceso quedó paralizado porque dos días después, el 28 de mayo, intentó suicidarse. Su hermano la encontró en casa, inconsciente. La llevó a urgencias y desde entonces estuvo hospitalizada durante 22 días. Cuando la dieron de alta, buscó ayuda en el Movilh. “No sabía qué más hacer después de más de un mes de esa denuncia, porque prácticamente yo desaparecí. Nunca supe si Fiscalía me contactó en esos días para hacer seguimiento. Sara solo estuvo conmigo durante la denuncia y fue un día muy difícil. Después de eso su familia le prohibió hablarme o verme. No me creen”, dice.

“Todavía no sabemos qué dicen los informes médicos”

En Chile no hay estadísticas oficiales sobre casos como este ni data de otras formas de violencia en contra de lesbianas. Pero no es el único registrado de características similares. El 22 de enero, la Agrupación Lésbica Rompiendo el Silencio denunció que una joven lesbiana de 14 años fue golpeada y violada por su padrastro en El Melón, para tratar de “corregirla”. En 2016, Nicole Saavedra fue secuestrada, torturada, violada y asesinada en Limache. El estudio “Ser lesbiana en Chile”, presentado en mayo por esta organización, señala que el 75% de las encuestadas declaró haber sido acosada por su orientación sexual y el 32,8% afirmó haber recibido atención psicológica o psiquiátrica por lo mismo. Casi la mitad de este grupo admite que asistió a algún centro de salud mental de manera obligada. Al momento de la primera denuncia, la víctima de Talca fue asistida por el Servicio Médico Legal para constatar lesiones. Los estudios médicos y todas las pruebas que le hicieron están en Fiscalía, señala el abogado Medina: “Pero todavía no sabemos qué dicen los informes”. Las sábanas de la cama también fueron consignadas como prueba en la denuncia ante la PDI. El pasado 2 de agosto, fue citada a declarar ante Fiscalía. Estuvo casi dos horas respondiendo preguntas y recordando, a petición de las autoridades, lo que vivió esa madrugada en su propia casa. Al final la remitieron con una asistente social para que ésta, a su vez, pudiera remitirla a un psiquiatra. La investigación está en curso y hasta el cierre de esta nota el agresor no fue citado a declarar. Pero la víctima confía en la Justicia: “Sé que harán un buen trabajo y comprobarán que todo lo que digo es verdad, para que este tipo quede en la cárcel. Hay pruebas y él está plenamente identificado. Si yo hice la denuncia fue para que no le ocurra a otras mujeres, porque si me lo hizo a mí, siendo una persona prácticamente de su familia, puede hacérselo a cualquiera”.]]>

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