Taxista atropelló a una trans y la dejó morir: exigen investigar qué pasó
Fiomara Wiegueth tenía 22 años y fue atropellada en Asunción por un taxista, que huyó. Lo imputaron por homicidio culposo.
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Por Juliana Quintana, desde Asunción
Fiomara Wiegueth era una trans de 22 años. El sábado a la noche un taxista la atropelló en la avenida Fernando de la Mora, cerca de la Terminal de Ómnibus de Asunción, y la dejó morir. En esa zona muchas trans expulsadas del ámbito educativo y del mercado laboral, sobreviven ejerciendo el trabajo sexual, como Fiomara. La fiscala de la causa, Patricia Calabrese, dijo a Presentes que el taxista fue imputado por homicidio culposo y omisión de auxilio.
De acuerdo a una persona que fue testigo presencial -cuyos datos no fueron revelados por la fiscalía porque podría comprometer a la investigación-, después de atropellar a la joven, el taxista se bajó del vehículo, vio a la víctima en el suelo, todavía viva, y huyó. Esta persona fue quien llamó a la ambulancia y a la policía.
“El testigo presencial dice que vio desde su ventana que el taxista la atropelló, se bajó del vehículo, miró y se fué. Le hicieron el alcotest y determinaron que no estaba alcoholizado”, expresó la fiscala Calabrese.
Mientras un equipo de trabajadorxs de la salud intentaba reanimar a Fiomara, uno de los paramédicos del Servicio de Emergencias Médicas Extrahospitalarias (SEME) descendió de la ambulancia -se presume fue a buscar algunos insumos de trabajo- y fue arrollado por un motociclista que venía a alta velocidad. El hombre que iba al mando de la motocicleta y la mujer que lo acompañaba terminaron dentro del vehículo de emergencias. El paramédico que llegó a auxiliar a Fiomara finalmente sobrevivió.
Cuando se enteraron de lo ocurrido, los padres de Fiomara, Eusebio Martínez y Ninfa Eva Servián viajaron desde Coronel Oviedo (a 150 km de Asunción) y atravesaron por una serie de obstáculos burocráticos antes de que se les permitiera retirar el cuerpo de su hija. “Ese día, nosotros llegamos a Asunción como a la una de la tarde, y el cuerpo llegó como a las seis, ni tuvimos tiempo de ir a hacer la denuncia. En la fiscalía barrial Número 1 nos negaron todo porque no llevamos su partida de nacimiento. Aunque nosotros habíamos llevado una copia de su cédula de identidad, no querían entregarnos el cuerpo”, manifestó Eusebio.
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