Por Airam Fernández, desde Santiago de Chile Foto: Crónica Chillán  En una semana hubo al menos dos ataques reportados en Chile a personas LGBT. El 9 de julio Scarlet Pérez Mariange, una mujer trans,  fue atacada con un machete y le cortaron la oreja. El 15 de julio una pareja fue golpeada por su vecino en la región de Maule cuando volvían de una fiesta. Ambos hechos de violencia fueron denunciados por el Movimiento de Integración de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) y se hicieron presentaciones ante la Justicia. Scarlet Pérez Mariange estaba haciendo dedo en Peaje Lateral Sur, en la comuna de San Carlos (región de Ñuble) cuando paró un camión. “Todo iba bien hasta que el chofer se percató que Scarlet era trans. Al instante comenzó a hablar mal de las personas trans y tomó un machete para agredir a Scarlet. Solidarizamos con ella y ya le estamos ofreciendo toda la orientación legal que requiera”, dijo la presidenta de Movilh-Biobio, Paola Laporte.

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La víctima relató que tras subirse el camión y “cuando veníamos llegando a San Carlos, (el chofer) comenzó a hablar muy mal de los transgéneros de los travestis y de paso me insultó, cuando sacó el machete yo arranqué”. Scartet añadió al Diario Crónica de Chillán que el chofer “me alcanzó y me dio un machete en la cabeza. Caí inconsciente en ese momento y aprovechó de patearme, de cortarme la oreja y la cara. Cuando reaccioné me tenía el machete en la cara y me decía que me iba a matar”. En medio de ello, el agresor cayó al suelo, provocándose un corte en su propia cara con un machete, “siendo ese el momento que Scarlet aprovechó para arrancar. Ella hizo parar a un jeep y fue trasladada a un hospital, donde recibió atención y constató lesiones”, señaló Laporte. “Condenamos de la manera más categórica este brutal e inhumano ataque que viene nuevamente a poner la alerta sobre la grave vulnerabilidad que afecta a las personas trans. Colaboraremos en lo que Scarlet estime necesaria para dar con la identidad del agresor, a objeto de que el mismo sea sanciona por la justicia, con la aplicación del agravante de la Ley Zamudio”, finalizó Laporte.

«Maricones culiaos, donde los pille les voy a pegar»

Rodrigo Castro y Dieter Burgos tienen 30 años, son pareja desde hace siete y en la madrugada del domingo 15 de julio fueron atacados por un vecino, justo cuando volvían a su casa en San Javier (región del Maule) después de haber estado en una fiesta. “Nos siguió hasta la entrada mientras gritaba ‘maricones culiaos, donde los pillé les voy a pegar’. Como tratamos de ignorarlo se puso más violento y saltó la reja hacia donde estábamos. Se nos vino encima, a los golpes. Intentamos salir de ahí pero nos persiguió y fue cuando todo se puso peor”, dijo Dieter a Presentes. Rodrigo gritó para pedir auxilio. Una vecina lo escuchó y llamó a Carabineros. Los uniformados no demoraron en llegar y se llevaron al agresor, conocido como “Pato”, quien ya fue formalizado por la Fiscalía local. Dieter lo conocía solo de referencia, porque en 2015 también fue detenido por agredir a otro vecino gay. “Cuando pudieron quitarnos a este loco de encima nos llevaron a constatar lesiones y de ahí a la comisaría. Para nosotros era muy importante dejar claro que esto no se trató de una riña callejera y por eso insistimos en que la denuncia quedara consignada como odio homofóbico”, dijo Dieter al teléfono desde la región del Maule, donde vive, a tres horas de Santiago en auto. En esa zona las denuncias por homofobia y transfobia aumentaron 40% en el último año, según datos del último Informe de Derechos Humanos de la Diversidad Sexual y Género, elaborado por el Movilh. Tras el ataque, Rodrigo quedó con el rostro lesionado y está a punto de perder un diente. Dieter siente mucho dolor en las piernas y cree que debe volver al hospital a una nueva revisión.

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Byron Reyes, vocero del Movilh en el Maule, considera que Carabineros y Fiscalía hicieron un “buen trabajo” en este caso. “No lo dejaron en libertad como ha ocurrido en tantos casos como éste, claramente motivados por la orientación sexual”, dijo a Presentes. Pide a la Fiscalía de San Javier que apele al agravante de la Ley Zamudio para aumentar las penas contra el agresor. Presentes intentó comunicarse con Fiscalía pero hasta el cierre de esta nota no obtuvo respuesta. El fiscal jefe de la comuna, Patricio Caroca, dijo a medios locales que el imputado tiene 22 años y que al momento de su detención estaba cumpliendo una condena de seis años en libertad vigilada “por hechos similares ocurridos en el año 2015, cuando agredió a otra persona, también por su orientación sexual”. En esta oportunidad le dictaron prisión preventiva porque “el tribunal consideró que su libertad constituye un peligro para la seguridad de la sociedad”, señaló Caroca a la prensa]]>