Por Esteban Marchand, desde Lima Fotos: Ian Ilbert y Gentileza Imaginario Colectivo  Dusan Fung es actor, dramaturgo, director de teatro y profesor. A los 26 años, junto a otros cuatro amigos, fundó la compañía artística multidisciplinaria e independiente Imaginario Colectivo. Desde su inicio, esta compañía desde un inicio apostó por los temas incómodos y urgentes: la desigualdad social y la diversidad. En 2017 estrenaron ‘El Arcoiris en las manos’, la obra que narra la vida de Marita, una mujer trans a la búsqueda de una vida digna en una conservadora sociedad limeña. En 2018  alistan ‘Las Gardenias’, un proyecto multidisciplinario que narrará la violencia hacia los grupos LGBTIQ durante la época del terrorismo en el Perú.

-¿Cuál es el papel del arte en la sociedad para buscar el cambio?

-El arte es un mecanismo de expresión para la transformación, que busca remover sentidos comunes en nuestra sociedad desde la empatía y el reconocimiento.  El arte es una invitación a asumir un rol activo en la lucha por un mundo más habitable para todxs, denunciando aquellas problemáticas que perpetúan la discriminación, la violencia y la exclusión. Es nuestro deber como artistas visibilizar la naturaleza política del arte como un derecho en constante disputa. Es una manifestación vigente de diversas realidades mediante diferentes lenguajes artísticos, que a su vez apuesta por reconstruir y reivindicar nuestras memorias desde nuestras propias voces y cuerpas.

-¿Por qué Imaginario Colectivo apuesta por creaciones que buscan visibilizar temas sensibles como los relacionados a los colectivos LGBT?

-En primer lugar, queremos aclarar que, más que sensibles, son temas urgentes. Consideramos que el teatro es un medio que promueve el encuentro, el reconocimiento y cuestionamiento entre personas con distintas identidades y experiencias de vida, y el arte audiovisual es un medio masivo y accesible. Para Imaginario Colectivo representan plataformas potenciales para denunciar problemáticas que afectan las vidas LGBTIQ, las cuales se encuentran en constante riesgo. Cabe resaltar que lo personal es político y esas problemáticas no son ajenas a nuestras vidas. por lo que nuestro compromiso es firme, crítico y vigente

-¿En el mundo del arte, pese a ser considerado bastante liberal, aún existe homofobia, transfobia y machismo?

-Obvio, al igual que otras problemáticas como el racismo y el clasismo, entre otras. Si bien actualmente es políticamente incorrecto enunciarse como misógino u homofóbico, estas problemáticas han encontrado nuevos mecanismos para permanecer vigentes siendo cada vez más sutiles, promoviendo su naturalización. Además, se sigue teniendo la idea que el fin justifica los medios. Y se instrumentaliza el arte como herramienta para legitimar relaciones de poder basadas en la violencia. Lamentablemente los espacios artísticos siguen siendo cómplices de estas violencias, desde la indiferencia y el silencio. Es por ello que Imaginario Colectivo reafirma que el arte no puede estar desvinculado de las diversas luchas sociales, como el feminismo, la lucha anti racista, entre otros.

-¿Cuáles son los próximos proyectos que tiene en la mira Imaginario Colectivo sobre las tablas?

-Nuestro gran proyecto del 2019 se llama “Las Gardenias”. Se basa en un hecho histórico de violencia hacia la comunidad LGBTIQ, que ocurrió en la selva durante el conflicto armado interno de los años 80 en el Perú, como uno de los tantos mecanismos de limpieza social. Este proyecto se divide en tres áreas: un documento de investigación, una obra de teatro y un largometraje.

-En Imaginario Colectivo no solo producen si no también hay una labor educativa.  ¿Por qué es importante?

-Sí, contamos con “La Escuela Imaginaria”, nuestro proyecto pedagógico y uno de los ejes principales de nuestra compañía, creada con el objetivo de contribuir al desarrollo humano de nuestra sociedad en las artes escénicas, a través de nuevas pedagogías desde el amor, el cuidado y el cuestionamiento. Nuestra Escuela acoge la diversidad y disidencia sexual, de género, cultural, étnica, racial y social, es un espacio seguro donde todxs puedan convivir colectivamente. Hemos gestionado la “Beca Imaginaria”, un programa de becas para 4 de nuestros cursos de canto e improvisación teatral, dirigido a grupos poblacionales históricamente discriminados (LGBTIQ+, mujeres, afrodescendientes, indígenas, personas con discapacidad/diversidad funcional, entre otros). Un esfuerzo colectivo por democratizar el acceso a oportunidades de formación desde las artes, que históricamente se han constituido como un espacio privilegiado y de círculo cerrado. Queremos que las artes lleguen a todos los espacios y se alimenten de todas las experiencias de vida.]]>