Chile tiene su primera escuela para niñas y niños trans

Por Víctor Hugo Robles En Nuñoa, zona oriente de Santiago de Santiago de Chile, hay una escuela donde niños y niñas trans podrán sentirse contenidxs y seguir estudiando. Frente a la incertidumbre y el no saber cómo enfrentar las situaciones educativas del día a día, la primera escuela trans del país, que lleva el nombre…

Por Víctor Hugo Robles En Nuñoa, zona oriente de Santiago de Santiago de Chile, hay una escuela donde niños y niñas trans podrán sentirse contenidxs y seguir estudiando. Frente a la incertidumbre y el no saber cómo enfrentar las situaciones educativas del día a día, la primera escuela trans del país, que lleva el nombre de la activista muxe mexicana Amaranta Gómez Regalado, se presenta como una alternativa al sistema escolar binario. Fue inaugurada a principios de abril después de meses de trabajo. “La iniciativa de una escuela nació en diciembre del año 2017, cuando nos dimos cuenta que un 15% de las niñas y niños de la Fundación no llegaban a completar el año escolar en sus escuelas”, dijo a Presentes Evelyn Silva, presidenta de la Fundación Selenna que trabaja con niñeces trans y sus familias en un país donde aún no se aprobó la ley de identidad de género, después de cinco años de debate en el Congreso.

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“Pensamos en un espacio libre de todo tipo de violencias”, agrega Silva, reforzando la idea de “desarrollar una educación libre donde les niñes y jóvenes sean protagonistas y encargados de construir el conocimiento como un acto político, desde la relación con los y las educadoras y con sus compañeros y compañeras, pasando de ser seres sociales pasivos a seres sociales activos, autónomos y pensantes”.

Un refugio para seguir estudiando

La escuela funciona en una sede social solidaria de martes a viernes de 8.30 a 14:00 horas y cuenta con 10 niños y niñas entre los 8 y 18 años de edad que son preparados para rendir exámenes libres en materias educativas como lenguaje, matemáticas, ciencias e historia. Del mismo modo, se les ofrece talleres de filosofía, arte, inglés, fotografía, reciclaje y teatro.  “Junto a las materias más tradicionales, durante todo este proceso educativo, los y las estudiantes pueden desarrollar una visión crítica y constructiva de sus propios procesos, instancias que les permitirán convertirse en agentes de cambio con una riqueza de diversidades sociales, de género y socioculturales, única en Chile y América Latina”, cuenta Silva, que además de la presidenta de la fundación es madre de Selenna, una niña trans de 9 años y figura pionera en la visibilidad de las infancias trans de Chile.
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La activista trans y profesora de historia Romina Ramírez, invitada al acto de inauguración dijo a Presentes que “si bien tenemos actualmente una Circular Trans que apoya en el plano educativo, no es una circular que tenga peso legal, sumado a las falencias que tiene en cuanto a la dependencia de su aprobación por los padres, los que muchas veces no respetan la autonomía ni el derecho humano a la identidad de sus propios hijos e hijas”. “Si existen instituciones educativas con una fuerte inclinación religiosa o en algunos casos en el sur de Chile se observa la existencia de colegios con un importante componente cultural mapuche. Entonces: ¿Por qué no pudiese existir una escuela trans sin exclusión de otros estudiantes no trans?, se pregunta Ramírez, quien espera ser invitada a compartir e impartir clases de historia en la primera escuela trans de Chile.

Amaranta, una referente trans distinta y liberadora

El nombre de Amaranta no surgió al azar. El trabajo señero e imprescindible de la destacada activista trans muxe, sumado a su cercanía con Chile, hizo que la idea de estampar el simbólico nombre de Amaranta Gómez Regalado se hiciera posible durante su reciente visita al país invitada por TravesChile a la inauguración del primer Mausoleo Trans de América Latina en el Cementerio General de Santiago. “Gracias infinitas a Fundación Selenna. Enorme compromiso. Muy honrada de este reconocimiento”, dijo Amaranta Gómez Regalado en sus redes sociales, apreciando el gesto político público de Fundación.
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Según señala Silva, “el nombre de la escuela responde a una necesidad de entregar a les niñes una referente donde puedan mirarse y salgan de la nube gris que la sociedad pretende rodearles, con el prejuicio de solo tener la posibilidad de ser estilistas o trabajadoras sexuales”. Y agrega que “Amaranta es una figura que representa varias luchas sociales y muestra también una forma de ser trans distinta a la que está dando vueltas hoy en la élite social, una forma más liberadora y mucho más enriquecida desde lo cultural, colectivo y familiar”.]]>

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