Querían pasar San Valentín en una finca ecoturística: los rechazaron por gays

La finca de ecoturismo Ykua Poty, próxima a Asunción, rechazó el ingreso de una pareja gay que quería celebrar allí un almuerzo por el Día de San Valentín.

La finca de ecoturismo Ykua Poty, próxima a Asunción, rechazó el ingreso de una pareja gay que quería celebrar allí un almuerzo por el Día de San Valentín. La empresa argumentó que el lugar “es para parejas conformadas por hombre y mujer”. La respuesta del establecimiento se hizo viral en redes sociales y provocó las críticas de numerosos usuarios. Por María Sanz, desde Asunción  Daniel Guerrero quería compartir el almuerzo del Día de San Valentín con su pareja. Escogió un lugar al aire libre en la localidad de Ypané, al sur de Asunción: la Quinta Ykua Poty (“naciente en flor”, en guaraní). El lugar, que se promociona como un espacio de ecoturismo, no suele tener muchos clientes, pero Daniel prefirió contactar antes con los administradores por Facebook para asegurarse un lugar. Cuando la reserva ya casi estaba confirmada, Daniel preguntó -¿No hay discriminación por sexos, no? Porque no queremos ir a pasar un mal rato. Daniel sabía por qué hacía esa pregunta. Ya en otra ocasión, a su pareja y a él les habían expulsado de una pileta en un club por “estar llamando demasiado la atención”, según contó a Presentes. Ahora quería estar seguro de que el Día de los Enamorados viviera una experiencia agradable en pareja, y no un disgusto. Pero la empresa aclaró. “Es para familias y grupos de amigos que no tengan por qué ser discriminados. La administración se reserva el derecho de acceso y permanencia en el lugar. Gracias por su sinceridad, este lugar es para parejas conformadas por hombre y mujer, para evitarle un mal rato”.

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Indignado, Daniel llamó por teléfono al administrador de la finca. “Ahí me dijeron que van a apoyar siempre a la familia, y que nosotros no podemos ir ahí a corromper si nos ven las criaturas. Me sorprendió mucho, porque además ¿quién lleva criaturas en un almuerzo del Día de los Enamorados? Es un momento íntimo, creo yo, para parejas. Incluso me dijeron que si yo me voy con mi novio y acompañado de dos mujeres más, sí me iban a dejar entrar al local”, explicó Daniel.

Viral en redes sociales

Daniel decidió hacer una captura de pantalla de la conversación que había mantenido por Facebook con la administración de la finca, y la compartió en su perfil. “Solo quería ir a almorzar con mi pareja. Cuando le pregunté sobre la discriminación de sexos no fue por las demás personas que estarían en el local (…). Hice esa consulta por si la gente de recepción me hubiese dicho ahí en el momento que no estaríamos ingresando al predio, pero ni me dejaron terminar de escribir. El/la administrador/a de este lugar es una persona vacía y llena de prejuicios”, publicó.
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En pocas horas, la publicación se compartió decenas de veces, y la fanpage de la Quinta Ykua Poty se llenó de referencias negativas y comentarios que los tildaban de homófobos y discriminadores. La polémica motivó que la empresa publicara un comunicado, reafirmando nuevamente la reserva del derecho de admisión: “La Quinta Ykua Poty está reservada al esparcimiento familiar, escolar y empresarial, en un ambiente armónico y natural. La administración se reserva el derecho de admisión y permanencia dentro del local. Pedimos disculpas a las personas que se sintieron afectadas por nuestras normas”. Además, aclaró: “La Administración se reserva el derecho de admisión y permanencia dentro del local” se refiere a aquellos que pudiesen adoptar comportamientos inadecuados, ya que es un lugar donde acuden niños y otras personas”.

Discriminación constante

La propia empresa publicita en su fanpage promociones por el “Mes de los Enamorados”, con descuentos entre el 14 y el 28 de febrero para el acceso a su espacio ecológico. Daniel dice que se siente “indignado y con un poco de vergüenza ajena” cuando descubre que esas promociones para enamorados no se aplican para parejas de gays y lesbianas. Expresa que es frecuente que, cuando camina por la calle con su pareja, haya personas que lo miren con asco o con odio. “Es una vergüenza, en pleno 2018, vivir reprimidos por la sociedad. Ya estamos cansados de estar ocultándonos siempre, de no poder agarrarnos de la mano o darnos una caricia en la cara. Son gestos solo de amor, no faltamos el respeto a nadie”, afirmó Daniel. Considera que la discriminación es una cuestión de educación y de cambiar la percepción de las personas. “Yo trabajo en una empresa transportadora, hay más de 230 camioneros, todos los choferes saben que soy homosexual y nunca me faltaron al respeto. Ellos me apoyan, me dicen que no tenían ese concepto de la gente homosexual, pero que cambió al conocerme. Si no tenés contacto con una persona LGTBI, no discriminar depende de tu educación”, opinó. Pese a ello, dice que la discriminación sigue presente. “La gente parece que nos quiere meter de vuelta en el clóset. Vivimos en constante discriminación en la calle, en un local comercial o redes sociales. Creo que es algo inaceptable. Tengo un refrán: ‘amen y dejen ser amados’. Todos tenemos el derecho de amar y querer a alguien, sin importar el sexo de esa persona”, manifestó Daniel.

Sin leyes contra la discriminación

El de Daniel y su novio no es el primer caso de discriminación por orientación sexual que se hace público. En agosto 2016, un trabajador del pub Britannia, en el microcentro de Asunción, advirtió a una pareja de lesbianas que debían separarse más, o serían expulsadas del local. En octubre del mismo año, una pareja de chicas fue expulsada del Shopping Villa Morra por agarrarse de las manos. Esta discriminación motivó diversas acciones de protesta y escrache, que incluyeron paseos de la mano con besos y abrazos entre parejas LGTBI por el interior del centro comercial. La Red Contra Toda Forma de Discriminación, que engloba a varias organizaciones en contra de la discriminación por orientación sexual, identidad de género, origen étnico o motivos socioeconómicos entre otros, afirma que el derecho de admisión de los locales abiertos al público no puede usarse como herramienta para discriminar, ya que la Constitución paraguaya garantiza la libertad, la igualdad, la seguridad y la libre expresión de la personalidad. La Red también recuerda que Paraguay es el único país de la región que no cuenta con una ley contra toda forma de discriminación. Este proyecto fue presentado en 2007, y rechazado en 2014 con 17 votos a favor y 21 en contra. En 2015 fue presentado nuevamente, pero no ha vuelto a ser tratado en el Parlamento.]]>

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