Por Lara Bertolini* Caía la tarde, calor agobiante, la estación Federico Lacroze explotaba, cientos de mujeres comenzaban a rodearla, subiendo los dos pisos del edificio a la Mutual Sentimiento sentí la energía explosiva acumulándose: la Asamblea del 8M, Paro Internacional Feminista, comenzaba a arder y nosotras las travas y trans íbamos a participar y sentar nuestra posición como feministas disidentes A pocos metros, las travas y les trans de a poco comenzamos a llegar. Después de tanto dueño, comenzamos a aunar nuestro discurso. Después de estar sensibilizadas por la muerte de Lohana Berkins, después del travesticidio de Diana Sacayán. Como el segundo piso de la Mutual era un infierno, decidimos ir al playón de la estación del ferrocarril pues quedo chico el lugar. Caminando hacia allí, comenzó el proceso: ¿Comprenderán nuestra petición? ¿Realmente es el momento en que el feminismo evolucione en su camino político? Reunidas Alma Fernández, Florencia Guimaraes, Yazmín Segovia, Paula Arraigada de La Nelly Omar, Viviana del Mocha, Say Sacayán de M.A.L, todes aunadxs por ahí perdides dando vueltas y Violeta Alegre pensante, recorriendo mansamente el lugar viendo cómo posicionarnos.

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Cuando se conformó la comisión de diez personas, rápidamente levantamos la mano nosotras, quizás poco acostumbradas a pedir participación, quizás por miedo o por dolor, decididas avanzamos, medidas, sabemos de nuestro espíritu combativo, guerrero, impertinente. Nosotras las travas sabemos de feminismo porque traicionamos dos veces al patriarcado. Primero por dejarlo, segundo por atacarlo. Somos muy pocas las que estamos sobreviviendo, cada vez morimos más jóvenes. Un montón de activistas pensamos, necesitamos que nos den la voz, si no vamos a morir con la boca tapada. Que sepa el mundo cómo las travas, las mujeres y demás femeneidades hacemos voz y grito contra este patriarcado que nos está aniquilando. Con Alma Fernández fuimos las dos que hablamos. Teníamos consignas que habíamos consesuado con las compañeras: “acompañamiento y unidad”, “crear y leer nuestro propio documento”, “ser acompañadas junto a nuestra propia voz”. Nuestro documento será redactado en el encuentro Binacional Travesti Trans (a realizarse el 10 de febrero con compañeras de Uruguay) y allí votaremos quién será nuestra oradora para el #8M.  Buscando esos ojos de amor me sorprendí con cuantas habíamos contado, hablado, discutido reído y llorado, y hoy parada en el eje del universo era por primera vez que las travas y trans después de tanto tiempo salíamos en conjunto decididas a ser, aunque fuera escuchadas.

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Los tres minutos pasaron: las consignas salían a borbotones acompañadas del relato y pedido no lastimoso, sino de hacer saber que conocemos bien al patriarcado, ese al que las travas y las trans dos veces traicionamos. Quienes sobrevivimos al machismo y al patriarcado lo conocemos bien, hoy incluidas en un principio desde el 8M primeramente y luego este entendimiento del feminismo. Era hora que el feminismo entendiera que el futuro de la sociedad debe ser la diversidad. Lohana, Diana, Mocha, Pía y tantas vean desde el cielo trava que seguimos luchando, y como Marlene Wayar dijo: “creo positivamente que se puede transformar, desde la libertad de pensarse con poder, hacerse cargo de ese poder y ser responsable”. *Activista travesti, estudiante de Derecho en la Universidad Nacional de Avellaneda ]]>