Techo, salud y dignidad para Noemí: la Justicia falló a favor de una trans

Noemí Echaniz vivió varios años en situación de calle. Estuvo a punto de quedarse otra vez sin techo cuando el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires le quitó el subsidio habitacional. A los 41 años y con un problema de salud, esta mujer trans reclamó ante la Justicia. El juez ordenó al gobierno porteño brindarle “un alojamiento que garantice sus derechos constitucionales a la vivienda, a la salud y a la dignidad”.

Nacer y vivir discriminada La biografía de Noemí contiene las formas más diversas de la discriminación. Empezaron en su propia familia de origen. Noemí es hija de un militar. Nació en uno de los momentos más oscuros de la Argentina, en el mismo lugar donde se perpetraban crímenes de lesa humanidad: en el hospital de Campo de Mayo, el 10 de febrero de 1977. “Mi partida de nacimiento está secuestrada porque forma parte de la causa Campo de Mayo, en el marco de la apropiación de bebés, niñas y niños que ocurrió allí durante la dictadura. Hacer mi cambio de nombre fue complicado”, dijo. A los 10 años empezó a sentirse excluída de su familia. Vivió en Mendoza y en el conurbano bonaerense. “Pasé años en la calle y me tuve que prostituir por necesidad», contó a Presentes.

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Con un enorme esfuerzo, estudió y se recibió de técnica Electromecánica. Le falta una materia para recibirse de técnica en Seguridad e Higiene. “Antes era soldadora, ganaba bien. Después no pude conseguir más trabajo. Al no poder acceder a un trabajo, vivo en la incertidumbre. Me siento acorralada». Noemí vivió años en la calle, en el barrio de Constitución. “Un grupo parroquial  me ayudó a salir. Supe que había subsidios para las chicas trans en situación de calle». Noemí  accedió así a un subsidio habitacional (Decreto Nº 690/06 de Gobierno de la Ciudad). Hace un año su salud se resintió con las complicaciones derivadas de una cirugía de reasignación de sexo. Cuando se venció el subsidio, seguía sin poder trabajar y no se lo renovaron. Acompañada por el defensor Pablo De Giovanni (Ministerio Público de la Defensa de la Ciudad), hizo una presentación judicial con sus razones. «Fui a la Defensoría y presentamos un pedido de medida cautelar. El gobierno de la Ciudad lo apeló y me lo sacaron, después de operarme”, contó Noemí .  Su defensor explicó:  “El Gobierno de CABA dijo que no le correspondía el subsidio por tratarse de una mujer en edad de trabajar. Ese argumento tomó la Cámara sin hacer mención a la identidad de género”.

El fallo: techo, salud y dignidad

Después llegó el fallo a favor de Noemí. El juez Furchi consideró que “subsisten motivos que justifican su reincorporación en el marco de la asistencia brindada”. Citó un informe del Observatorio de Género de la Justicia de CABA sobre las dificultades que padece el colectivo trans “extremadamente vulneralizado por las condiciones estructurales en las que se ven obligadas a vivir”. Además, confirmó que Noemí “está en una situación vulnerable”. El fallo destacó que el Gobierno porteño, al incluirla en el programa, la consideró persona sola en situación de calle. Si estudió una tecnicatura, no logra obtener los recursos por la exclusión social que sufre como parte del colectivo transexual. El juez también resaltó que la salud de Noemí es delicada por la cirugía a la que se sometió. “Debe realizarse cuidados que requieren de privacidad y comodidad y no puede hacer esfuerzos, debiéndose además someter a un tratamiento psiquiátrico por efecto de su cambio hormonal”.

CABA: 65% de mujeres trans en condiciones precarias

La historia de Noemí habla por tantas otras de una realidad habitacional urgente. En la Ciudad de Buenos Aires, el 65 % de las mujeres trans viven en condiciones precarias y un 5 % en hacimiento crítico, según las última Encuesta Anual de Hogares (EAH) del Ministerio de Hacienda porteño.
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“Las mujeres trans están en peores condiciones a nivel habitacional. La Justicia las considera hombres que están en edad de trabajar. Los amparos son ‘exitosos’ si tienen una enfermedad o discapacidad. Pero no hay sensibilidad por parte de la Justicia en relación con la biografía de las mujeres trans y de sus necesidades peculiares”, explicó Josefina Fernández, titular del Programa de Género y Diversidad del Ministerio Público de la Defensa. “No es por victimizarnos, pero nos levantamos sin saber si vamos a pagar el alquiler, si vamos a comer. Nos insultan desde que salimos desde nuestras casas hasta que llegamos a un lugar. Todos los días. A la mujer le pasa una vez, a nosotras todos los días y no sabemos si llegamos vivas”, dice Noemí.]]>

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