Unas 1500 personas marcharon ayer de tarde en la capital provincial para exigir Justicia por Ayelén Gómez, la mujer trans asesinada la semana pasada, cuyo cuerpo fue encontrado en el Lawn Tennis. “Estoy sufriendo la ausencia de ella y estoy agradecida a todos los que se sumaron a esta marcha”, dijo a Presentes Liliana, su mamá, que es querellante en la causa .  Por Gabriela Cruz, desde Tucumán Fotos: Ignacio López  El centro educativo trans de puertas abiertas (CETRANS) fue el punto de encuentro. El horario pactado para la concentración era a las 17 horas. Poco más de las 17.30 ya eran cientos de personas que sostenían las banderas y los carteles con el rostro de Ayelén Gómez, la mujer trans de 31 años asesinada el sábado. Los colores brillantes acompañaron un pedido de justicia por el travesticidio. “Nos sentimos acompañadas y más fuertes que nunca”, dijo Mahia Moyano, estudiante del CENTRANS, que junto a sus compañeras organizó la marcha en Tucumán. “Superamos las expectativas en cuanto a convocatoria y mucho más con el acompañamiento de las compañeras trans que fuimos marchando unidas con el fin de pedir justicia por Ayelén”, destacó Mahia al finalizar la multitudinaria marcha.

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De la organización de la marcha participó la familia de Ayelén junto a las estudiantes y docentes del CETRANS. Más de una veintena de organizaciones sociales y partidos políticos se sumaron a acompañar a las mujeres trans que a la principal consigna “Justicia por Ayelén” sumaron reivindicaciones tales como ‘Basta de transfemicidios’, ‘Basta de Travesticidios’, ‘Basta de trata trans’, ‘Cumplimiento pleno de la ley de identidad de género’ y ‘Cupo laboral trans’. Sobre este último punto, apenas terminada la marcha, la comunidad educativa del CETRANS fue convocada a la Legislatura de la provincia para la presentación de dos proyectos de ley de cupo laboral trans; invitación que será ampliada a la comunidad a LGBTI. Al finalizar la marcha se dio una vuelta a la plaza. Alrededor de 1500 personas escucharon frente a Casa de Gobierno el documento elaborado y consensuado por las estudiantes. En ese documento se denunció al Estado que “aún sigue invisibilizando y estigmatizando desde diversos espacios, fundamentalmente, la policía, los medios de comunicación masivos y el sistema de salud. Necesitamos vivir tranquilas, trabajar, acceder a la educación y a la salud, vivir libres de discriminación y violencia, caminar por las calles como las personas que somos”, dice el documento.

“Mi hija salió de casa el jueves y dijo: el sábado vengo para ir votar”

“Era todo para mí, era mi vida. Ahora no está, me quitaron una parte de mi corazón”. En la vereda de Casa de Gobierno, Liliana, madre de Ayelén, habló con Presentes y recordó a su hija con una mezcla de dolor y agradecimiento a todos los que apoyan el pedido de justicia. “Estoy sufriendo la ausencia de ella y estoy agradecida a todos los que se sumaron a esta marcha”, dijo la mujer que estaba acompañada con otros miembros de su familia. “Espero que se haga justicia porque mi hija salió de casa el jueves, contenta y bien vestida y me dijo: el sábado vengo para ir a votar. Y la esperaba y la esperaba hasta que me dieron la noticia que me destrozó”. Liliana, la mamá de Ayelén, hablando con los medios  En 2012 Ayelén denunció ante la Justicia que un policía la violó y otro le había obligado a practicarle sexo oral. Por esos motivos tuvo que irse de Tucumán y partió primero a Mar del Plata y luego a Buenos Aires, donde, entre 2014 y 2015, asistió al Bachillerato popular trans Mocha Celis. Regresó a la provincia de Tucumán el año pasado con la intención de continuar sus estudios en el CETRANS. “Ella volvió a mi casa en octubre, justo para el día de la madre. Lloraba desesperadamente. Fue el regalo más lindo que tuve”, dijo a este medio Liliana y destacó que “ella quería estudiar y trabajar”.

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El pedido de Liliana es de justicia y sobre todo saber qué y quién le arrebató a su hija. “Quiero aparezcan los culpables porque no sé nada de qué pasó”. “Ayelén era puro alegría y sonrisas. Cuando la conocí me pareció que era la más linda de todas”, sostuvo Mahia Moyano que se encontró con ella en Tucumán y más tarde la volvió a ver en Buenos Aires. “Se vino de Buenos Aires para tener una vida distinta y se la arrebataron”, agregó Mahia que además es estudiante del CETRANS. Tanto para ella como para sus compañeras la marcha fue la oportunidad de unirse entre todas y visibilizar las violencias que atraviesa a esta comunidad a lo largo de todas sus vidas.

Representada por un abogado de derechos humanos

Liliana y Mahia estuvieron durante la mañana de ayer en la Fiscalía, que subroga Adriana Reinoso Cuello para averiguar el avance de las investigaciones. Las acompañó el abogado Pablo Gargiulo, representante de la organización ANDHES (Abogados y Abogadas por los Derechos Humanos y Estudios Sociales). Gargiulo manifestó que a partir del interés de Liliana de configurarse como querellante será él quien la represente en la causa por el homicidio de su hija. Tras la primera audiencia con Reinoso Cuello, el abogado destacó que la fiscal se ha mostrado muy receptiva y muy preocupada por el curso de la investigación. Si bien, sostuvo Gargiulo, “la fiscal no descarta ninguna hipótesis, tampoco hay alguna que tenga mayor solidez que las otras”. Además, señaló que se está cumpliendo con los pasos de rigor de una investigación de estas características y que espera tener acceso al expediente de la causa en los próximos días ya que hasta el jueves todavía se encontraba en manos de la División de homicidios. “En la reunión con la fiscal Reinoso Cuello estuvo presente también la titular de la Oficina de Derechos Humanos y Justicia del Superior Tribunal de Tucumán, Lourdes Bascary”, consignó Gargiulo.

Salir al combate

“Mi decisión. Mi sello. No te burles, no me toques, no me dañes, no me niegues, no me lastimes. Mi existencia es libre. No me acabes”, dicen las primeras ocho líneas del poema escrito por Luz Barraza. “Yo princesa presa de un dragón que me usa, abusa y ataca. Me rehúso a esperar a mi príncipe social y salgo al combate”, cierra la quinta estrofa del escrito de la mujer trans. Este poema fue impreso y repartido durante la marcha que pedía Justicia por Ayelén. “Este es mi aporte”, dijo Luz cuando se estaba organizando la movilización en Tucumán. Su aporte, como el de toda la comunidad educativa del CETRANS fue mucho más aún. Fue tomar la decisión de ganar las calles y sostener la bandera que pidiendo justicia por Ayelén exige el derecho de las mujeres trans y travestis a vivir libremente.]]>