Keili González denunció que mientras caminaba por el centro de la ciudad entrerriana de Nogoyá, un grupo de varones la insultaron y amenazaron desde un auto, durante más de una cuadra y media. Ya hizo una presentación ante la fiscalía y mañana habrá una movilización frente a Tribunales. La medianoche del domingo 12 de marzo, Keili González iba hacia la zona roja de Nogoyá, provincia de Entre Ríos. Desde hace tiempo recorre esas cuadras para ayudar a las mujeres en situación de prostitución, llevándoles preservativos o remedios de venta libre. Mientras caminaba, una frenada irrumpió su paso. «A los putos como vos hay que hacerlos desaparecer», le empezaron a gritar un grupo de varones desde un auto oscuro, mientras la encandilaban con un reflector. Durante más de una cuadra y media, los insultos y las amenazas se mezclaron con el sonido de la música que salía del estéreo del vehículo. A pesar del miedo y las luces, Keili pudo reconocer a uno de ellos.

Referente local en una ciudad conservadora

Keili tiene 24 años, es comunicadora social y trabaja en el área de prensa de la Municipalidad local. Cuando tenía 17, se convirtió en una referente local de la diversidad sexual porque consiguió que las autoridades de la Escuela Normal Antonio Sagarna, -donde fue abanderada en 5° año- la autorizaran a cursar vestida de acuerdo a su expresión de género. Tras publicar en su cuenta Facebook detalles de lo sucedido, acompañada por su familia, amigxs, compañerxs y organizaciones sociales, denunció el hecho ante la justicia. «Es muy importante que salga a la luz la violencia para que otras chicas que pasan por lo mismo lo denuncien», sostuvo la joven. Nogoyá es una ciudad de 28 mil habitantes, ubicada a 107 kilómetros de Paraná, capital de Entre Ríos.

Desapariciones y torturas

“Es una ciudad tradicional, conservadora y de fuerte raigambre católica, donde todos se callan la boca. Es la ciudad con mayor número de desaparecidos en relación con la cantidad de habitantes durante la dictadura”, dijo Juan Cruz Varela, editor de Página Judicial. El año pasado, los habitantes se conmocionaron con la llegada de los medios provinciales y nacionales por la denuncia de torturas físicas y psicológicas a las Carmelitas Descalzas del convento de la ciudad.

Presentaciones judiciales y movilización

El miércoles 15, Keili junto a su abogada Marianela Manassali, amplió la denuncia ante la Fiscalía de Nogoyá, a cargo del fiscal Guillermo Uriburu, para que el caso se encuadre bajo la Ley de Violencia de Género. “Además, por la declaración de la mamá del chico que Keili reconoció, se pudo saber quiénes eran los acompañantes”, contó a Presentes la defensora. Y agregó que Keili recibió una carta documento de parte de uno de los agresores que se sintió “agraviado” por la denuncia que hizo la joven en las redes sociales. “Consideramos que es una amenaza psicológica para que deje sin efecto la denuncia”, señaló. El fiscal Uriburu informó que se ordenaron medidas restrictivas que impiden a los agresores acercarse “o molestar” a la denunciante. Y explicó que por ahora se trata de hechos genéricos, “desagradables. No obstante, se van a investigar. Mañana, a las 17hs, el Foro Disidente, el MST y otras organizaciones locales se concentrarán frente a los tribunales de Nogoyá. “Esta convocatoria es para visibilizar lo que pasó, pero sobre todo en solidaridad con todas las compañerxs. Las mujeres tenemos que analizar que somos víctimas de un sistema que avala ese tipo de conductas y que garantiza a las heterosexualidades ciertas prácticas en los cuerpos”, dijo Keili a Presentes.

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