OPINIÓN: "Cacho es desde hace años un misógino machista transodiante"
¿Vieron esas fiestas familiares, vecinales, que en algún momento tuvimos que padecer? El tema era que, o hacíamos todo lo posible para no ir, o íbamos y nos manteníamos aisladxs, sin bailar. En mi caso, cuando tenía que ir a algún cumpleaños o casamiento, me quedaba pegada a mi mamá, como pedido de socorro de que “pase rápido esta mierda y vamos a casa”.
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Por Violeta Alegre* ¿Vieron esas fiestas familiares, vecinales, que en algún momento tuvimos que padecer? El tema era que, o hacíamos todo lo posible para no ir, o íbamos y nos manteníamos aisladxs, sin bailar. En mi caso, cuando tenía que ir a algún cumpleaños o casamiento, me quedaba pegada a mi mamá, como pedido de socorro de que “pase rápido esta mierda y vamos a casa”. Conozco casos de muchas compañeras que aprovecharon ese escenario para hacer sus “presentaciones oficiales” y cayeron MONTADISIMAS, cuando nadie de la familia sabía nada. Seguramente sospechaban, pero el coraje de caer travestida en esos encuentros hablaba de un hartazgo, de la necesidad de SER entre toda esa familia que decía amarte y ser responsable de tu crianza. En esa acción se ponía mucho en juego. Para muchas, la forzosa aceptación. Para otras, la calle. En ese “festivo” encuentro familiar, una de las cosas que padecía eran las canciones que sentía que me burlaban. La de “los sultanes” en donde siempre aparecía el tío “gracioso” haciéndose el “mariposón”, y todxs lo festejaban. La canción de quien está en boca de todxs por su “desafortunada” frase: “ante una violación, relájate y goza”, con “La reina de la bailanta” donde cuenta la preparación a una gran bailanta en un salón barrial. Afiches, anuncios en la radio, orquestas, y hasta Juan Ramón cantando, donde los muchachos elegirán a “la reina”. Entre la vorágine nocturna, la cerveza caliente, una gorda que se cae, y la supuesta reina que nadie saca a bailar, ni “se la levantan”, ni nadie “se la lleva” ¿quien sabe por qué?, nos termina dilucidando que los miembros del jurado borrachos tomaron la peor elección, ya a luz encendida y entre silbatina el jurado coronó a UN TRAVESTI. Cuando me enteré de los dichos de este estandarte del patriarcado, el machismo y el trans odio, a decir verdad: me sorprendió. No por él, sino por la prensa amarillista que nos utiliza. Se moraliza ahora con los “desafortunados” dichos del señor Cacho, cuando Cacho es desde hace años un misógino machista transodiante. Uno de esos irresponsables que desde la inconciencia de su arte (en este caso la música) marcó a una generación causal de males por los que hoy salimos a las calles, a las escuelas, a pedir por marcos legislativos. Los fuimos logrando, los vamos logrando. Hace unos días leí una nota que le hicieron a Paul B. Preciado –filósofx del género, transfeminista, activista y teóricx queer- donde decía: “me parece tan importante la práctica artística, la plástica, la música, el cine, porque son los lugares donde se construye y se manipula la estructura del deseo. Son los lugares en los que se dialogan de manera mayoritaria las políticas dominantes, ya sea sobre gais y lesbianas o feministas. Van a decir, “bueno, cambiemos la ley”, pero la ley es posible que no modifique la estructura de deseo. Por eso me interesa la relación entre el activismo, la crítica y el arte. Un problema es que históricamente los artistas están en un lugar, los filósofos en otro y lxs activistas muy, muy lejos.” Me hizo reflexionar sobre la lejanía de la práctica artística. Donde ya sea por un ritmo, un hit, una generación, parece que debemos perdonar; sin ser conscientes de que este tipo de prácticas dialogan directamente con las estructuras culturales en donde debemos estar bien atentxs porque en lo concreto, nos matan. Cada vez entiendo más a mi hermana la Wayar cuando dice: “A mí no me interesa dialogar con lxs adultxs. Los adultxs me tiene que convencer de que no fueron cómplices de crear este mundo de fracaso y violencia. ¡Reclamo que me convenzan! Es por eso que prefiero enfocarme tanto en las infancias”. Infancias: ¿a ellas también les está pidiendo Cacho que se relajen y gocen? ¿A todas esas infancias que son abusadas por tíos, abuelos, padres heterosexuales? No, no nos relajamos Cacho, lo que sí esperamos es de que vos como parte de una generación, no vuelvas a abrir la boca, nunca más. *Activista trans, docente, consultora para el Banco Mundial, diplomada en Género por la Universidad Nacional de General Sarmiento. ]]>
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