Por qué es necesario un espacio para hablar de las infancias trans
En Córdoba se realizó un nuevo Congreso de Niñes y Juventudes trans. Cómo se originó, los hostigamientos que sufrieron y la importancia de seguir manteniendo un espacio de debate información.

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La unión de distintos actores por un objetivo en común dio muestras, una vez más, de su fuerza frente al avance de movimientos anti derechos en la región. Pese a los intensos intentos de que fracasara, se llevó adelante el 2° Congreso Nacional de Niñeces y Juventudes Trans en Córdoba. No solo eso: logró, esta vez, una participación récord con 600 personas inscriptas.
Sin embargo, sus organizadores denunciaron que vivieron un clima de hostigamiento, violencia y desinformación como nunca antes. Los grupos anti género habían boicoteado con anterioridad otro evento. El Congreso Global de Infancias Trans, que se iba a desarrollar el 18 de octubre en la provincia de Tucumán, tuvo que ser cancelado debido a «hostigamiento y agresiones». Así lo difundió la Fundación Trans-formando Familias, encargada de su realización, en un comunicado oficial.
La reacción conservadora se alimenta de la difusión de discursos de odio y desinformación contra la población LGBTIQ+ de parte del gobierno nacional. También, de un contexto donde se recrudeció la violencia hacia la diversidad sexual: en el primer semestre, el Observatorio Nacional de Crímenes de Odio LGBT registró un incremento del 70% de crímenes de odio hacia personas LGBT.
Un encuentro que es un derecho
“Qué momento, qué momento, a pesar de todo les hicimos el Congreso”, se cantó al inicio del evento, que tuvo lugar el 17 de noviembre pasado en la sala mayor del Teatro Ciudad de las Artes de la Universidad Provincial de Córdoba.
Para conocer cómo se desarrolló finalmente el Congreso, pese al boicot que recibieron, Presentes conversó con Santiago Merlo, activista trans, comunicador, papá y fundador de La Casita Trans, el espacio que organiza el Congreso Nacional de Niñeces y Juventudes Trans en Córdoba.
–¿Cómo surgió la idea de un congreso sobre infancias y adolescencias trans?
-Inició siendo un un espacio de varones trans de masculinidades trans y en el contexto de la pandemia empezaron a llegar los más chiquitos y las más chiquitas. Entendemos que eso sucedió por el tiempo que también estaban las familias con sus hijos y hijas. Las familias no terminan de entenderlas del todo o simplemente estaban presentes, pero querían tener más información acerca de efectivamente cómo acompañar. Así que pensamos en una propuesta que pudiera contemplar eso y fue así que nos transformamos en La Casita Trans, un espacio para las niñeces, juventudes y familias con actividades educativas, sanitarias y culturales y acompañamiento comunitario, que ya cumplió nueve años.
Y el congreso lo pensamos con la idea de democratizar la información. Que todos pudieran ver venir y sea apto para todo público, seas profesional, militante, estudiante, familiar. Lo que buscamos es que podamos tener conocimientos generales sobre las temáticas más comunes dentro de la agenda, particularmente de niñez y adolescencia o menores de edad. Reunir la actividad que se ha hecho durante 9 años.


–¿Cómo ves hoy la situación de jóvenes y adolescentes trans?
-Este año volvemos a notar cómo se ha instalado la problemática a partir del DNU (62/25) de febrero, que es un claro ataque a las adolescencias y desinforma.
Además, acá en Córdoba, observamos algo que no habíamos visto antes. Hoy hay personas, organizaciones, legisladores, pastores, iglesias que abiertamente salen a presionar, a hostigar, que hacen presentaciones o lo intentan en la legislatura, que juntan firmas en espacios públicos. Este cambio de gobierno, como sabemos, alienta el odio y el odio tiene efectos reales, consecuencias reales.
Enfrentar el odio
–¿Ya habían vivido alguna experiencia similar de hostigamiento?
-Cuando hicimos este Congreso sabíamos que podíamos tener alguna situación de violencia u hostigamiento porque ya nos pasó el año pasado, cuando hicimos el primero en noviembre de 2024. Tres días después de que saliera el posteo en redes anunciándolo, salió una publicación de (Javier) Milei reposteando la actividad. Después lo hizo (Ramiro) Marra y no sé cuántos otros funcionarios. No hemos tenido paz desde aquel día. Todo el año de distintas maneras nos han hostigado, perseguido, intentaron hackear nuestras cuentas. En lo personal, como presidente de La Casita y también como papá trans, tuve que modificar la salida de mi casa al trabajo, hacer otros recorridos.
–¿Cómo se desarrolló la producción del Congreso este año? ¿Qué diferencias vieron con respecto al anterior?
-Nosotros vimos que durante el año se terminó de organizar mucho más claramente y obscenamente esta avanzada ultraderechista o estos fundamentalismos en toda la región. Y acá en Argentina fueron haciendo sus bajadas a las distintas provincias a través de acuerdos con gobiernos o con figuras religiosas. En Córdoba, el acuerdo fundamentalmente es con Cita con la Vida, la iglesia. Vemos el avance de los evangélicos que, de hecho, ya tienen bancas en la última elección. Quienes salieron a intentar boicotear el congreso fueron pastores, pastoras, Cita con la Vida, Manada, Cristianos en Política, luego apareció Padres Unidos, Coalición de Mujeres.


–¿Cómo actúan frente a este hostigamiento?
-Lo que siempre hicimos, y lo sostenemos a pesar de que implica plata y energía, es institucionalizar la denuncia. Entonces, el año pasado denunciamos las cuentas que nos atacaban y también a Javier Milei. No hemos logrado mucho, la verdad, porque fue todo por X.
Este año fuimos a hacer denuncias a personas particulares y sus organizaciones, con la representación de la abogada Laura Britos y el apoyo de Mayca Balaguer, de la Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables (FUNDEPS). Denunciamos por violencia de género en el Juzgado de niñez, adolescencia, violencia familiar y de género de Córdoba a los iniciadores e instigadores principales: Gerardo Grosso, abogado, pastor evangélico de Cita con la Vida y legislador electo por Encuentro Vecinal; Claudio Moris, pastor Cita con la Vida, del Partido Encuentro Vecinal; Florencia Stuck, pastora de Cita con la Vida; y la organización Cristianos en política.
Luego, realizamos denuncias en el Polo de la Mujer por el uso, difusión y propagación en redes de imágenes de niñas y niños trans reales que participan en La Casita Trans. Esas denuncias fueron formuladas por las familias y se dirigieron a Raquel González, Marisol Santini, Coalición de Mujeres y Cita con la Vida.
Al legislador Gregorio Hernández Maqueda le cabría una denuncia penal que la estamos armando aún. Es penal porque implica daños reales a mi persona, psicológicos, de salud mental.
Institucionalizar la denuncia es importante. En 2023 nosotros denunciamos al Consejo de Médicos de la provincia de Córdoba porque había realizado una capacitación dirigida a médicos generalistas, en la que patologizaban a adolescentes trans, vinculándolos con la disforia de género y enfermedades sexuales. Y este año finalmente llegó, a principio de septiembre, un fallo sale a favor nuestro. Es algo muy bueno y un antecedente a nivel regional.
Un espacio con futuro
–¿Cómo fue posible hacer el Congreso?
-Las redes. De todos lados, de todo el país, de toda la provincia, organizaciones que no tienen nada que ver con la diversidad sexual, espacios de memoria, Abuelas, espacios de derechos humanos con los cuales hemos ido haciendo distintos caminos. Las familias también salieron a bancar. La gente comenzó a salir desde distintos lugares. Hemos logrado que distintas universidades del país emitieran resoluciones institucionales. Y logramos un beneplácito del Concejo Deliberante.
–¿Qué impresiones te dejó el Congreso?
-Fue una fiesta, una celebración y fue un triunfo. Al principio, cuando recién empezaron los ataques nos preguntaban si se hacía o no. Nosotros nunca tuvimos la duda de sostenerlo. Y finalmente el día del Congreso el auditorio tenía capacidad para 500 personas y se inscribieron 600. Viajó gente de todo el país, de toda la provincia, gente de Derecho, de espacios de salud, muchos educadores, muchas familias. De hecho arranca el congreso con (la activista trans) Alba Rueda arengando: “Qué momento, qué momento, a pesar de todo les hicimos el congreso”. Fue emocionante.
–Y ahora, ¿qué tienen por delante?
-¡Vamos por el tercer Congreso el año que viene! Y no solo eso. Ahora ya podemos decir que ¡se viene el primer encuentro latinoamericano! Lo vamos a hacer al mismo tiempo, en dos jornadas. Estamos muy entusiasmados.
La Casita Trans habilitó un alias para quienes quieran aportar al proyecto: LACASITA.TRANS, cuenta del Banco Credicoop.
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