Fútbol, sudor y goce: el torneo de mujeres y disidencias que no cuenta los goles
Cada domingo, mujeres y disidencias juegan fútbol en las canchas del Jardín Ramón López Velarde, en Cdmx. Un espacio seguro de encuentro y resistencia, abierto a todxs.
Compartir
CIUDAD DE MÉXICO, México. Cada domingo por la mañana, en medio del caos de la Ciudad de México, se reúnen mujeres y disidencias a disfrutar de unas retas de fútbol, en las canchas del Jardín Ramón López Velarde. Se nombran “Fútbol, Sudor y Goce”, y comenzó con un pequeño grupo de personas durante la pandemia de Covid 19 en el 2021.
Por aquellos días, Julieta, quien llegó de Argentina a México poco antes de la cuarentena, pensó en buscar personas que compartieran su pasión por el fútbol para armar comunidad y formar un espacio seguro donde convivir y divertirse. Al comienzo buscaba principalmente conectar con otras mujeres, sin embargo, mientras el grupo crecía se fue diversificando un poco para abrirse también a personas trans, no binarias y otras disidencias.
«No sabíamos todo lo que se iba a convocar»
“En un grupo de WhatsApp, Julieta escribió la invitación: si a alguien le interesaba armar un grupito de fútbol para conocer gente” cuenta Yorely Valero, quien estuvo en el primer grupo que se juntó a jugar. “Yo soy de Colombia y ya llevaba un tiempo viviendo acá. Pero la pandemia atravesó todo, entonces fue como una excusa entre querer jugar y también conectar con más personas”.
A esa propuesta contestó un pequeño grupo de personas. Después de planearlo durante meses, se reunieron por primera vez en una canchita en la colonia Juárez, Julieta, Yorely, Yuki, Catalina y Anne. Era marzo del 2021. De boca en boca se empezó a correr la voz y fueron llegando más, integrándose también al grupo de WhatsApp donde organizaban las reuniones cada fin de semana.
“Ahí si sólo agregábamos morras y disidencias. Esa fue la premisa desde comienzo, porque hay muchos otros espacios para que jueguen chicos cisgénero. Este espacio es para estas otras personas que muchas veces no nos han dejado jugar”, comenta Yorely.
Por octubre del 2021, la canchita en la que empezaron les comenzó a quedar chica. Fueron en búsqueda del lugar en dónde se reúnen ahora. Para ese momento, al ver que ya eran muchas más personas interesadas, decidieron crear un torneo que se llamó Torneíto Sudor y Goce.
“Fue un torneo de un día, en el que participaban 8 equipos. Cada quien aportó lo que podía. Unxs hicieron diseño gráfico, otrxs nos encargamos de las redes, se hizo un trofeo de cerámica. Fue hermoso porque no sabíamos todo lo que se iba a convocar”, recuerda Yorely.
Así comenzó a llegar cada vez más gente. Algunxs, tras la invitación de sus amigxs, como Bárbara Martín. “Yo entrenaba cerca de aquí y un amigo colombiano que jugaba me invitó” cuenta elle. Otrxs al pasar caminando no podían evitar mirar a la gente que jugaba en las canchas y acercarse al espacio con ganas de participar. “Yo vivo por la zona y suelo transitar por acá paseando a mi perrita. Estoy acostumbrada a que las canchas estén ocupadas mayormente por hombres. Por lo general lo que yo hacía era caminar lejos de las canchas para evitar miradas o algún momento incómodo. Un día me distraje, pasé cerca y vi que estaban jugando puras morras y morres y me quedé viendo. Me invitaron a jugar. El domingo siguiente asistí a mi primera reta”, relata Nai Mojica.
“No contamos los goles pero celebramos todxs”
Cuando el proyecto comenzó a hacerse más grande se crearon tres reglas no escritas que se tratan de seguir cada vez que se juntan a jugar. La primera es “no contamos los goles pero celebramos todxs”. No importa tanto qué equipo va ganando, lo que importa es el fútbol y la convivencia. Así que los goles, aunque se celebren, pasan a un segundo plano. Lo importante es el juego.
Segunda: se juega en equipo. Se procura que la pelota se pase varias veces y que no la acapare una sola persona para hacer una jugada. Se incentiva jugar en equipo y siempre pasarse el balón.
“Cuida tu cuerpo y el de lxs demás”
“Como mujer, en equipos de hombres tienes un poco de miedo de que no van a pasar el balón o no van a pensar que soy buena. Pero aquí no es así”, comenta Sophia. “Gracias a esto personas que están entrando o nuevas personas que no tienen el nivel de otrxs, igual pueden tocar el balón y empezar a sentir confianza” agrega Nai Mojica.
Y tercera: no al juego rudo. “Cuida tu cuerpo y el de lxs demás” remarca Yorely. Se tiene en cuenta el cuidado entre todxs y tratar de jugar de una manera no violenta, aunque pueda perderse un poco por la emoción, siempre buscar tener un juego limpio. “Si alguien se siente violentadx de alguna manera, ya sea porque alguien está jugando más fuerte o por la adrenalina, se levanta la mano y no pasa nada. Se hace un diálogo y seguimos jugando” dice Nai Mojica “Eso no ha impedido que haya un buen nivel de fútnol o que no juguemos con pasión y muchas ganas de meter goles”.
Cómo tejer redes y espacios seguros
Este espacio se ha convertido en un lugar en el que además de hacer deporte y ejercitarse todos los domingos, se han encontrado personas muy distintas. Han formado comunidad a través del futbol y les ha ayudado a abrirse más tanto con ellxs mismxs, como con otrxs. Karla comparte: “es un espacio que nos hace sentir liberadas, nos ayuda a expresar nuestras emociones, hacer ejercicio y sentirnos bien con nosotros mismos y con otras personas”.
“Es un espacio donde te relajas. Donde realmente puedes ser tú nadie te va a juzgar ni a criticar. Es un lugar muy seguro en donde puedes experimentar y darte permiso de sentir muchas cosas que no habías sentido antes” comenta Daniel Mora, que aún como hombre cis-hetero, ha encontrado en este grupo un lugar para poder cuestionarse muchas cosas.
Alex Santiago menciona, que como persona no binaria ha encontrado un lugar seguro y de resistencia para jugar futbol. “Me pareció un lugar en el que podía volver a jugar fútbol y sentirme bien de nuevo jugando. Al final es un espacio de resistencia, porque no podemos alejarnos o dejar de hacer estas cosas por la toxicidad que existe en otros espacios, hay que crear nuestros espacios y resistir para que sigamos practicando deporte”.
Además, el grupo acepta a niñxs que se acercan a jugar y también a cualquier persona que quiera participar de una manera respetuosa. Roberto Romero, un hombre de 66 años, es una de estas personas que juega con ellxs los domingos. “Es agradable eso de jugar con los niños, las niñas, este futbol mixto, donde la finalidad es hacer ejercicio y divertirnos. Me gusta venir a divertirme por eso convivo con ellos. No me siento ni más ni menos. Soy una pieza y vengo a jugar deportivamente como cualquier ser humano puede hacerlo”, menciona.
Cómo contactarles
Si alguien quiere acercarse a este grupo, pueden contactarles por redes sociales, en su Instagram @futbol.sudor.y.goce; ahí pueden preguntar cualquier duda.
“Les esperamos, estamos de 11:30 o 12:00 como hasta las 2:30 y se van a divertir. Es con mucho respeto y no se requiere como un súper nivel. Incluso si no saben jugar aquí pueden ir aprendiendo poco a poco y la pasamos bonito”.
Somos Presentes
Apostamos a un periodismo capaz de adentrarse en los territorios y la investigación exhaustiva, aliado a nuevas tecnologías y formatos narrativos. Queremos que lxs protagonistas, sus historias y sus luchas, estén presentes.
APOYANOS
SEGUINOS
Notas relacionadas
Trinidad González, protagonista de El secreto del río: “Merecemos contar nuestras historias”
Más de mil activistas LGBTIQ se reúnen en Ciudad del Cabo para el encuentro más grande de activismos la diversidad sexual
Equipo de natación travesti, trans, no binarie de La Plata compite en el Mundial de Deportes Acuáticos LGBTQIA+
Estamos Presentes
Esta y otras historias no suelen estar en la agenda mediática. Entre todes podemos hacerlas presentes.