En la última década, 18.800 personas LGBT pidieron ayuda al Estado argentino por violencia de género
La cifra forma parte del primer informe del Sistema Integrado de Casos de Violencia por motivos de género. La posibilidad de medir el riesgo y acompañar desde el Estado.
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BUENOS AIRES, Argentina. El Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad presentó el primer informe elaborado por el Sistema Integrado de Casos de Violencia por motivos de género (Sicvg) que reúne información desde 2013 a diciembre de 2022.
El informe expresa que hubo una asistencia a 669.339 personas en situación de violencia en el país de las cuales 18.808 pertenecen a la comunidad LGBTI. La cifra incluye las consultas que se realizaron en ese sentido.
La provincia de Buenos Aries y la ciudad de Buenos Aires, Córdoba, San Juan y Tucumán son los distritos con mayores registros. Los datos muestran que es en el ámbito doméstico donde se manifiesta de forma más abrumadora la violencia con un 97,1%.
También indica que el 95,8% de las personas agresoras son varones. El 87,8% son la pareja o ex pareja de la persona en situación de violencia y que el 23,2% tiene acceso a armas de fuego.
Una herramienta esperada
De acuerdo a lo que dice el documento, el Sicgv es una herramienta que permite “sistematizar y gestionar la información sobre situaciones de violencia de género en todo el país”.
Funciona a través de una aplicación web con un padrón integrado donde están registradas las personas asistidas y las consultas. Esto se identifica a partir del tipo y número de documento las víctimas de algún tipo de violencia.
Este registro forma parte del Plan Nacional de Acción contra las Violencias por Motivos de Género que se presentó en 2020 y continuará hasta 2024.
Para la elaboración se utilizaron datos de nueve áreas de género provinciales y seis municipales y un organismo judicial. Hubo aportes de cinco dispositivos territoriales de protección. Además, datos del Registro Único de Casos de Violencia contra las Mujeres de diecisiete provincias y siete organismos nacionales. A eso se sumó la información de cuatro programas del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, fundamentalmente del programa Acompañar y Acercar derechos.
El sistema identificó víctimas que están embarazadas, conviven con una discapacidad, afrodescendientes, migrantes, refugiadas, pertenecientes a pueblos originarios, privadas de libertad o en conflicto con la ley penal.
Aporta que sólo el 10% de las víctimas no tiene niñas, niños, adolescentes, personas mayores o con discapacidad a cargo. Es decir, el 90% son cuidadoras.
Sobre las intervenciones ante estas situaciones, la mayoría de las personas recurrió a la policía y a la justicia, y en pocas ocasiones al sistema de salud o a dispositivos de protección integral.
Los datos
El informe describe como “novedad” la incorporación de variables y categorías que permiten sistematizar la información puntual de violencias que padece la población LGBTI. Esta elaboración de cifras corresponde a al Dirección Técnica de Registros y Bases de Datos del ministerio.
De las 18.808 personas asistidas el 54,4% tiene entre 19 y 29 años. El 50,3% tiene secundario incompleto o menor nivel educativo.
Respecto a las modalidades de violencia que padecen, el informe aclara que esta modalidad es variable porque las personas pueden señalar haber sufrido más de un tipo de violencia.
El 94,6% sufrió violencia doméstica.
El 5,5% violencia laboral
El 5,2% violencia institucional.
El 1,6% violencia vinculada a grupos delictivos
El 0,1% violencia en el espacio público.
El informe del Sicvg también plantea dos tipos de violencias de género: la simbólica y la sexual. En ese ítem, se registra que el 44,3% sufrió violencia simbólica y el 26,1% violencia sexual. Los restantes tipo de violencias -indica el informe- presentan valores similares a las mediciones en caso de mujeres.
Con respecto a la interseccionalidad, el 3% tiene alguna discapacidad, el 2,9% está o estuvo en situación de trata, el 2% es migrante y el 2,1% pertenece a un pueblo indígena.
¿Cómo se elaboraron los datos?
“Desde su diseño, el Sicvg incorporó variables que permiten clasificar a las personas asistidas, a las personas en situación de violencia de acuerdo a su identidad de género y u orientación sexual autopercibida y de acuerdo a lo que ellas manifiesten en la entrevista, allí dan cuenta de la situación que están viviendo”, explicó a Agencia Presentes, Lorena Balardini titular de la Dirección Técnica de Registros y Bases de datos del ministerio. “Las variables las construimos desde la dirección relevando antecedentes en la materia y los cuestionarios y formularios en los que se relevaba esta variable. Y, sobre todo, en encuestas que existieron en los últimos años”.
Balardini afirma que se tomó en consideración y se amplió de hecho la variable de la identidad del Censo Nacional. “Se trabajó mucho con la Subsecretaría de Políticas de Diversidad para llegar a tener un set de categorías lo más comprensivo posible, lo más amplio posible, para poder dar cuenta y dar registro de estas múltiples manifestaciones de la identidad de género”, detalla la funcionaria.
“Los datos que estamos presentando con este recorte LGBT en su mayoría fueron cargados de manera directa en el Sicvg. Eso posibilitó esta clasificación de manera sencilla”, detalla.
Esos datos, cuenta Balardini fueron migrados de otras bases. Los históricos son de la línea 144, también se recolectaron del Registro Único de Casos de Violencia contra las Mujeres que sostenía el INDEC. “Aquí nos encontramos, por supuesto, con información que está más pensada en clave binaria y predominan variables como el sexo femenino masculino, otros. Esa información la integramos, pero lógicamente el universo que analizamos en el informe está asociado a estos casos que fueron cargados directamente en el Sicvg”.
Las posibilidades del Sicvg
El sistema permite conocer y desagregar las características de violencia y a su vez determinar el nivel de riesgo. De ese modo, es posible enmarcar los contextos en los que se desarrolla esa violencia.
Durante la presentación del informe que se realizó en el salón Cúpula del Centro Cultural Kirchner, la ministra de las Mujeres, Género y Diversidad, Ayelén Mazzina afirmó: “El Sistema Integrado de Casos de Violencia por Motivos de Género es una herramienta de gestión importante. Nos brinda información de todo el país, nos muestra cómo impactan las políticas, las respuestas del Estado, y nos permite mejorar aquello que tengamos que mejorar”.
Y agregó, “acá estamos presentando una herramienta importante que no son sólo datos, hay historias, hay relatos de personas que necesitan del acompañamiento institucional. Esta herramienta va a lograr la transformación que necesitamos”.
Por su parte, la directora técnica de Registros y Bases de Datos del MMGyD, Lorena Balardini destacó que al haberse sofisticado la medición de riesgo a partir de conductas y de violencias, pudieron determinar que más del 75% de las consultantes eran de alto riesgo.
En la presentación participaron funcionarias de Catamarca, La Rioja, Chaco y La Pampa quienes relataron el impacto del este sistema de registro en cada localidad.
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