«Mala Reputación»: cómo son las lesbianas para la televisión argentina
Un documental analiza la representación de las lesbianas en la televisión argentina.
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Solitarias, conflictivas, invisibles, histéricas y en el clóset. No es novedad: las lesbianas tienen mala reputación. Pero ¿por qué?
El documental dirigido por Florencia Garibaldi y Estefanía Santoro -que debutó en el marco del Festival Asterisco – retoma archivos de las ficciones televisivas emitidas en la televisión argentina entre 1992 y 2014 para echar algo de luz al respecto.
“Se trata de novelas que fueron producidas y guionadas por varones blancos heterocis, salvo 23 pares que la produjo Albertina Carri y la guionó Marta Dillon, y se nota porque el personaje que hace de lesbiana (Érica Rivas) no está saliendo del clóset todo el tiempo, sino resolviendo otras situaciones cotidianas de su vida”, explica Garibaldi.
Tras cinco años de trabajo, el documental retoma archivos de las telenovelas El elegido, Sos mi hombre, Mujeres asesinas, 099 Central, Señores Papis, Verdad Consecuencia, Para Vestir Santos, Vecinos en guerra y la ya nombrada 23 pares. “En todas las otras novelas se repite lo siguiente: las actrices que hacen el papel de lesbiana no lo son en la vida real, pero además en la ficción se construyen como mujeres, blancas, hegemónicas, de clase alta, monógamas, lo que invisibiliza por completo otras formas de ser y de vivir la experiencia lesbiana”, remarca Garibaldi.
Un mensaje para disciplinar
Con una reversión de la canción Bad Reputation de Joan Jett & The Blackhearts como apertura, el documental nos acerca las voces especialistas de Vir Cano, Albertina Carri, Ernesto Meccia y Analía Couceyro para pensar el rol que tuvo y tiene la televisión en la construcción de esa “mala reputación” que reviste a las lesbianas en Argentina.
“Que esas representaciones estén asociadas siempre al exilio, la marginación, la infantilización y la duda es una pedagogía afectiva. Es un modo clarísimo de propagar la idea de que el lesbianismo es no deseado, un mensaje contundente con una eficacia muy fuerte. Si siempre es un problema ser lesbiana, se vuelve poco atractivo y disciplinante”, analiza Vir Cano, activista lesbiana, docente y filósofx.
Gays vs lesbianas en la televisión argentina
“Indudablemente, en la telenovela argentina los gays tienen mucha más preponderancia que las lesbianas”, comenta Ernesto Meccia, Sociólogo y Dr. en Cs. Sociales, entrevistado en el documental. “En la década del 90 vemos, en un unitario muy famoso que a mí me formó, Verdad Consecuencia, una pareja de gays que tenía un rol protagónico y una historia de amor fuerte”. Para Meccia, las historias de amor entre lesbianas presentan procesos “más tortuosos, como si se tuviera que pedir permiso a la norma heteropatriarcal para ser lesbianas en un género discursivo, la ficción televisiva, que sigue entendiendo a la heterosexualidad como una norma. De lo contrario, la televisión tendría personajes lesbianos de por sí”.
Un mundo que no es suyo
“Ernesto viene a echar un poco de luz a la cuestión de la presencia de lesbianas vs gay en las ficciones argentinas”, comenta Estefanía Santoro. “Vimos que hay mucha cantidad de novelas donde aparecen gays, menos donde aparecen lesbianas, y que los gays siempre están retratados de una manera cómica, burlona, para alegrar al público. Esto es conflictivo porque son masculinidades degradadas y se los toma para la burla, pero tienen mayor visibilidad y no siempre asociada a lo negativo. Por el contrario, las lesbianas están siempre retratadas para el placer y el morbo del varón cishétero. Se repite la idea de que tu familia y amigos te van a dejar de hablar, de que podrías perder el trabajo. Las lesbianas aparecen siempre metidas en un mundo heterosexual, un mundo que no es el suyo”.
Y es que no es lo mismo ser un varón cis homosexual que ser una lesbiana. “No tenemos las mismas experiencias. La experiencia lesbiana no tiene que ver solo con un modo de amor o de coger, sino con un modo de vivir. En general, la palabra lesbiana genera muchísimo rechazo y está ligada al desagrado, a la soledad, a un modo de huir”, expone Vir Cano en el documental, y agrega: “Me gustaría salir de las narrativas del clóset, ver una representación de nuestro universo, de las amistades tortilleras que requeriría alumbrar un mundo y no solo un personaje”.
La televisión no resiste archivo
El documental no solo recopila fragmentos de las ficciones televisivas desde los años 90 hasta la actualidad más reciente, sino que los hace dialogar con programas no ficcionales de la época. “Nos parecía interesante ver la retórica que circulaba en ese momento y demostrar empíricamente que esa ficción reflejaba un discurso social. Como cuando Marengo (Rocío) dice, en una nota para Duro de Domar sobre el Matrimonio Igualitario, que toda esa gente (en referencia a la población LGBTI+) está enferma y es drogadicta. Partimos de que no todos los espectadores tienen la capacidad de consumir medios y construir una opinión propia, sino que a mucha gente le llega la data y entonces piensa que si sos lesbiana sos drogadcita, por ejemplo” explica Garibaldi.
“Te vas a convertir en lesbiana”, dice el personaje de La Abuela (Antonio Gasalla) a Susana Giménez. “¡Qué asco!”, responde la conductora al aire. “El carácter imaginario de la televisión es pedagógico. Todas estas representaciones que se pasaron durante décadas por la televisión de la tarde te enseña una forma de vivir”, asegura Albertina Carri en el documental. “Lo que hace es generar subjetividades ansiosas, insatisfechas. La lesbiana nunca aparece como sujeto deseante al que le suceden cosas, sino que siempre como traidoras, ladronas, asesinas, resentidas, malas, desequilibradas. Así no se podía pronunciar la palabra lesbiana”.
Para muchxs, estas telenovelas fueron el primer contacto con escenas lésbicas. Estefanía Santoro, criada en una familia muy conservadora respecto a la sexualidad y educada en un colegio católico, miraba esas producciones y en ella se gestaba la sensación de que ser lesbiana era para pasarla mal. “Yo pensaba que iba a ser discriminada, que no iba a tener amigas. En mi adolescencia, además, no tuve lesbianas alrededor y sí tenía una idea muy negativa de lo que era ser lesbiana en ese momento, que era lo que mostraba la televisión, por lo que en mi propia memoria visual yo recordaba esas novelas con representaciones horribles sobre las lesbianas. Por suerte después, con la facultad y con los feminismos, pude deconstruir todo esto”.
¿Y ahora qué?
Desde 2010 a la actualidad, Argentina fue pionera en la ampliación de derechos para las personas LGBTI+ y los movimientos transfeministas comenzaron a ganar mayor presencia en las calles. “Pusimos el 2014 como corte porque vimos que las producciones de ese año y posteriores tenían otro tipo de tratamiento respecto a la representación de las lesbianas, un poco menos prejuicioso y no tan centrado en el drama. Esto vino con los avances legislativos, habiendo pasando la Ley de Matrimonio Igualitario y con la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, que generó la figura de Defensoría del Público para hacer denuncias por contenido discriminatorio”, comenta Estefanía.
Pero a pesar de las leyes y de los avances culturales, algunas representaciones persisten. “En los últimos años aparecieron personajes lesbianos en Las estrellas, una novela de Polka. Son protagonistas inexistentes, aparecen en pocos capítulos, siguen siendo lesbianas de clase media o alta, blancas, con cuerpos hegemónicos, atravesando escenarios heterosexuales”, advierte Florencia.
Las lesbianas siguen siendo perseguidas
El camino a deshacer es todavía largo. “Hace falta salir del termo chiquito que es CABA porque te alejas 500 km de acá y la lesbiana del pueblo está discriminada, o hay muchas lesbianas en el clóset en el norte del país, donde hay mucha presencia de la religión católica y evangelista. Tenemos casos muy recientes como el de Higui, Marian Gómez, y también un caso con una lesbiana en Necochea que está siendo perseguida y acusada de una supuesta pintada en una pared, por lo que le redujeron el sueldo en la Municipalidad y le llegó una notificación donde la acusaban sin ningún tipo de prueba. La señalan porque es una lesbiana visible”, cuenta Santoro. “Lo que sí ha cambiado es que las lesbianas tenemos otros recursos y estrategias para defendernos de estos ataques, o para vincularnos de manera conjunta y colectiva. Es un camino que recién está comenzando, por eso nuestra intención es que el documental gire y que pueda verse en todo el país”.
El documental Mala Reputación se proyectará el próximo 3 de diciembre en el bar La Tribu a las 20:30
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