En la conmemoración de sus 33 años, la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) presentó el libro «Niñez trans», declarado de interés social en materia de Derechos Humanos por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Y repasó las «conquistas titánicas» a lo largo de su historia. La Comunidad Homosexual Argentina (CHA) cumplió 33 años y en ese marco presentó el libro «Niñez trans. Experiencia de reconocimiento y derecho a la identidad”, compilado por la organización y editado por la Universidad de General Sarmiento (UNGS). Durante el acto, en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, el presidente de la CHA, César Ciglutti repasó las principales conquistas de la comunidad LGBTI argentina. Pidió la aprobación de las leyes de cupo trans y frenar la represión contra personas LGBTI, entre otras demandas. El salón Montevideo repleto de público escuchó al panel integrado por el presidente de la CHA; Gabriela Mansilla, madre de Luana, la primera niña trans en obtener un documento con su identidad de género; la legisladora porteña Andrea Conde (Frente para la Victoria), presidenta de la Comisión Mujer, Adolescencia y Juventud; la rectora de la UNGS, Gabriela Diker y Gabriela Paván, compiladora del libro y vicepresidenta de la CHA. “Niñez trans” fue declarado de interés social en materia de Derechos Humanos por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), a través de la Resolución 964/16. “Esta iniciativa sirvió para que el tema se conozca y se vote en este ámbito”, señaló Andrea Conde. Destacó la importancia de visibilizar “estas cuestiones, sobre todo en un contexto donde el Gobierno obstaculiza la entrega de hormonas, y donde hay una escalada de represión policial a los cuerpos más vulnerables, a las mujeres, a las lesbianas y a las personas trans”, denunció. A su turno, la mamá de Gabriela Mansilla destacó: “Acá se está reconociendo la lucha que damos, que no es más que darle futuro a nuestros niños y a nuestras niñas”. Y apuntó que la edición de los libros “Yo nena, yo princesa” y “Niñez trans” (ambos editados compilados por la CHA y editados por la UNGS) demuestra “que hay mucho para transformar en toda la educación”.

Sin lugar en las agendas académicas

La rectora de la UNGS señaló que los temas de transgeneridad aún no tienen demasiado lugar en las agendas académicas. “Hay pocas investigaciones en los campos académicos, en las distintas disciplinas. La perspectiva de género aún no ha logrado traspasar la formación de los profesionales que interactúan en las distintas áreas y que abordan cotidianamente las cuestiones vinculadas con las cuestiones de género”, afirmó. “Editar estos libros son decisiones que incomodan al mundo académico, pero creemos que esa es la función de los intelectuales. Allí donde nos parece que hay certezas, es donde hace falta poner la piedra en el zapato, incomodar y sacudir lo que hacemos”, afirmó.  La función de las universidades públicas es “poner a disposición los recursos para pensar las problemáticas que empiezan a visibilizarse, los derechos que son necesarios reconocer y los saberes que son necesario reproducir”, agregó. Gabriela Paván, que es además coordinadora de salud de la CHA, dijo que la experiencia de Luana, institucionalizó la diversidad en la infancia. Contó que a partir de la difusión de su historia, muchas familias se acercaron a la organización para hacer consultas sobre sus niños y niñas. “La experiencia se va ampliando y Luana tiene un montón de espejos en los que mirarse”.

Las conquistas titánicas

El cierre del evento estuvo a cargo del presidente de la CHA, que agradeció a lxs activistas de todas las organizaciones de la comunidad LGBTI “porque nunca nadie lo hizo solo”. Lo dijo antes de hacer un repaso de “13 principales conquistas” de la comunidad, a modo de balance de los 33 años que cumple la organización. Recordó como antecedentes al grupo Nuestro Mundo y al Frente de Liberación Homosexual (FLH). También recordó los inicios de la CHA, en 1984, en la discoteca Contramano, donde un grupo de personas de juntaron para establecer como objetivo primario luchar contra la represión y los edictos policiales heredados de la dictadura. “Durante ocho años éramos la primera organización que enfrentábamos esa situación, con Carlos Jaúregui a la cabeza”. Se refirió a la obtención de la personería jurídica, una lucha que se logró a través de una acción internacional; a la Marcha del orgullo LGBTI que se realiza desde hace 25 años “con cada vez más convocatoria”; la Constitución de CABA que incluyó en 1996 la no discriminación por orientación sexual; la Ley de Unión Civil, en 2002, primer paso al matrimonio igualitario; la ley de Educación Sexual Integral, en 2006; la pensión por fallecimiento, en 2008; la Ley de Matrimonio Igualitario; la Ley de Identidad de género; la Ley de reproducción humana asistida, que incluyó a las parejas  del mismo sexo; la reglamentación de la Ley de Identidad de Género; el  fin de la prohibición a las personas homosexuales para donar sangre, hace dos años, y la inauguración de la estación de subte Carlos Jáuregui. “Cada una de estas conquistas fueron titánicas y algunas llevaron años de trabajo, por eso es tan importantes recordarlas”, señaló. “En el marco de los derechos humanos, las luchas de toda nuestra comunidad son esfuerzos por la construcción de una sociedad más diversa, inclusiva e igualitaria. Y este mismo marco es el que permite ver la inclusión completa de todas las personas LGBTI. Por eso insistimos que es imprescindible la sanción de las leyes de cupo trans y detener la represión policial contra las personas LGBTI en todo el país”, pidió Ciglutti. También reclamó que se apruebe la modificación a la ley antidiscriminatoria, un pedido que ya lleva 29 años. “Nuestra inspiración y nuestra consigna en el origen de nuestra lucha es el deseo de todas las libertades», concluyó.  ]]>