"Ser lesbianas o bisexuales no significa que no seamos machistas"
Hoy se conmemora en Argentina el Día de la visibilidad lésbica. A siete años del crimen de odio de Pepa Gaitán, asesinada por el padrastro de su novia, Claudia Castrosin y Mariana Paz, de La Fulana, repasan aquel día y el camino recorrido. Convocan a repensar los vínculos violentos y machistas, y dicen que las relaciones entre lesbianas o bisexuales no están exentas de ellos.
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Hoy se conmemora en Argentina el Día de la visibilidad lésbica. A siete años del crimen de odio de Pepa Gaitán, asesinada por el padrastro de su novia, Claudia Castrosin, Mariana Spagnuolo y Paz Gustavo Dellacasa, de La Fulana, repasan aquel día y el camino recorrido. Convocan a repensar los vínculos violentos y machistas, y dicen que las relaciones entre lesbianas o bisexuales no están exentas de ellos.
Por Claudia Castrosin, Mariana Spagnuolo y Paz Gustavo Dellacasa, activistas lesbianas de La Fulana
Fotos: La Fulana
Hace siete años quedábamos perplejas ante la noticia de la Pepa Gaitán, fusilada por el padrastro de su novia. Recuerdos que quedan en la memoria como un estallido de preguntas y un millón de sentimientos encontrados. “La fusilaron” era en lo único en lo que el movimiento se ponía de acuerdo. La noticia circulaba por algunos medios más alternativos hasta su desembarco en Página /12, donde pudimos, al calor de esa noticia, profundizar más la violencia a la que estamos sometidas cada día de nuestras vidas, cuando decidimos “ser quien una es y no otra” como decía nuestra gran compañera y generosa activista Claudia Pía Baudracco.
7 de marzo: visibilidad lésbica a las escuelas
A partir de ese momento llevamos adelante muchas acciones para visibilizar la violencia que vivimos cada día lesbianas y mujeres bisexuales en nuestro territorio. Desde nuestro espacio “La Fulana” promovimos, impulsamos y sancionamos junto a María Rachid -legisladora mandato cumplido de la ciudad de Buenos Aires- el 7 de marzo como “Día de la Visibilidad Lésbica”.«Después de la Pepa se nos empezó a nombrar víctimas de violencia»
En 2014 abrimos el primer Observatorio de violencia entre y hacia lesbianas, para poder visibilizarnos y generar estadísticas que se reflejen en políticas públicas que nos incluyan. Gracias al esfuerzo y el trabajo de las activistas que componen la organización, descubrimos que antes del caso de la Pepa Gaitán eran muy escasas las noticias que hablaban de violencia hacia lesbianas. Luego de su asesinato se registran pocos casos, pero pudimos ver que se nos comenzó a nombrar a las lesbianas y mujeres bisexuales como víctimas de violencias. Los medios de comunicación empezaron a hablar de nuestra existencia y de la violencia que ejerce sobre nosotras un sistema que promueve el castigo de quien sale de la norma.«Nuestro mundo lésbico y bisexual no está exento de la violencia»
Una de las denuncias que se reitera es la violencia que se ejerce en los vínculos entre lesbianas y mujeres bisexuales, y es desde este punto que hoy queremos expresar nuestra gran preocupación. Nuestro mundo lésbico y bisexual no está exento de la violencia. Cuando finalmente podemos salir del armario, creemos que no nos vamos a volver a enfrentar con la violencia, que el machismo y el patriarcado son conductas que se viven en relaciones heterosexuales. Sin embargo, descubrimos que reproducimos esta dinámica y que el círculo de violencia es el mismo. Como lesbianas y mujeres bisexuales, nos encontramos fuera de un sistema que toma como única realidad la heterosexualidad. Y que le otorga el poder a una sola de las personas que componen el vínculo -los varones en su mayoría- haciendo que esto genere roles estáticos, donde una persona tiene más poder por sobre la otra. Esta jerarquización de poder establecida es una de las principales causas que construyen vínculos violentos, donde se ejerce manipulación, violencia económica, física y psicológica entre tantas otras. Las lesbianas, aun estando fuera de este sistema, a veces reproducimos estos vínculos violentos.Violencia institucional: «riña entre mujeres»
A lo que deben enfrentarse estos vínculos violentos es a una doble salida del armario. Una con respecto a su ser lesbiano o bisexual. Otra con respecto al encontrarse en un vínculo donde se ejerce la violencia. A estos vínculos también se suma la violencia institucional, ya que los mecanismos de denuncia no están preparados ni capacitados para atender casos de violencia entre lesbianas o mujeres bisexuales. Las denuncias son desestimadas y caratuladas como una «riña entre mujeres». Estar por fuera de un sistema donde se obliga a la heterosexualidad no nos deja exentas del machismo. El ser lesbianas o mujeres bisexuales no significa que no seamos machistas y no reproduzcamos la violencia que esto conlleva. Es un trabajo de deconstrucción muy fuerte sobre las formas y estereotipos que nos imponen, y enseña una sociedad que justifica los celos como parte del amor, entre otras tantas cosas a las que nos somete el «amor romántico» Que este día nos convoque a repensar de qué forma construimos nuestros vínculos desde el comienzo. Articulando consecuentemente con nuestras luchas y nuestras reivindicaciones. Que en este día nuestro movimiento haga temblar el mundo. ¡Basta de violencia hacia lesbianas y mujeres bisexuales! ¡Gaitán Presente! «Viva la Pepa». ¡Libertad para Higui!Seguí a Presentes:
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