Entre el 18 y el 26 de noviembre, policías de las provincias de Salta, Córdoba y Buenos Aires atentaron contra las vidas de tres personas menores de 35 años: Fernanda y Samuel, de 34 años, fueron golpeados salvajemente en operativos policiales que no han sido esclarecidos, y que como cualquier caso de violencia institucional, están rodeados de confusión y versiones diferentes. 

Treinti, de 29, fue supuestamente atropellada por un móvil policial en La Tablada, provincia de Buenos Aires, cuando cruzaba por la ruta 4. Los efectivos están detenidos.

Los datos del último Informe del Observatorio de la FALGBT (Federación Argentina de Lesbianas, Gays Bisexuales y Trans, semestral de 2025) hablan del  incremento del 70% de crímenes de odio durante 2025 y del aumento de la participación policial en muchos de ellos, como se consigna más abajo. 

CASO 1: Fernanda, 34 años, Rosario de Lerma, Salta

A Fernanda Daniela Arias, una mujer trans de 34 años, agentes policiales de Rosario de Lerma, Salta, donde vivía, la llevaron de la Plaza Evita a la Comisaría N° 2. Fue el miércoles 26 de noviembre alrededor de las 21. Tres horas después, un policía fue a la casa de su hermana, Gladys, y le dijo que tenía que ir urgente a la comisaría. Gladys estaba terminando de bañar a su hija y en unos minutos se subió al móvil policial junto a su marido. En el camino, pensó que quizá la habrían golpeado. Cuando el oficial le notificó que su hermana “se había quitado la vida” se quedó en blanco y no preguntó nada más.

“Me dijeron que se ahorcó con el top que tenía puesto. Yo pensé, después, ‘qué raro’. Ella era flaquita, no da para que el top le dé vuelta el cuello. El techo es alto. Y la ventana, imposible: no hay donde pisar. No creía que ella pudiera hacer eso. Nunca mi corazón me dijo que era posible. Para mí le hicieron algo. Tenía una cicatriz en la cabeza”, compartió Gladys en entrevista telefónica con Presentes.

Fernanda, la hermana solidaria 

También contó que en el último tiempo la veía contenta a Fernanda. Había recibido su nuevo documento, rectificado con su nombre y género. “Ese día, alrededor de la una y media, dos de la tarde, me dijo ‘ya vuelvo’. Se fue a la casa de una mujer que era como su mamá, una amiga, y se fue contenta”.

Fernanda vivía con su hermana Gladys, sus hijos y su familia. “Hace muchos años vive conmigo, me ha ayudado con mis hijos. Nunca decía ‘no puedo’, ‘estoy enferma’. Siempre era ‘ya lo preparo’, ‘ya lo hago’. Era la cocinera acá”, nos dijo, mientras se reía y emocionaba a la vez. Le gustaba cocinar asado y preparar el anchi, un postre a base de sémola, limón y canela. Cuando Gladys se despertaba de la siesta, Fernanda la esperaba con mate y tostadas con queso.

“De chiquita no le gustaba jugar a la pelota, con autitos; le gustaban las muñecas. Era un varoncito, pero tiraba todo para lo que era ser una mujer. Cuando ella decidió cambiar, mi papá y mi hermano no lo aceptaban. Pero después, con el tiempo, sí lo hicieron. Ella era así”, contó.

Nadie se suicida en una comisaría

Las circunstancias en las que se produjo la muerte de Fernanda en la comisaría son investigadas por la fiscal penal de la Unidad de Femicidios (UFEM), Luján Sodero Calvet.  

Desde el Ministerio Público Fiscal (MPF) de la provincia de Salta difundieron la versión de que, según los primeros informes, la mujer “habría sido abordada por personal policial en la vía pública, mientras consumía bebidas alcohólicas”. Y, al negarse a brindar documentos que la identificaran, la trasladaron al destacamento policial. El uso del “habría” es del mismo Ministerio Público.  

“Al momento de comunicarle su liberación, luego de la verificación de sus antecedentes, el personal policial detectó que la mujer trans habría atentado contra su vida, por lo que se procedió de inmediato a efectuar maniobras de reanimación (RCP) y a trasladarla posteriormente al hospital zonal”, indicó el MPF. 

Por qué la versión policial y judicial despierta sospechas

La versión despierta muchas dudas. “Poco se dice sobre las investigaciones al poder policial, a la comisaría”, cuestionó María Pía Ceballos, activista trans salteña, integrante de Mujeres Trans Argentina (MTA), en diálogo con Presentes. 

“Nos parece muy rara la situación. Comenzamos a ver irregularidades en las noticias que informaron del caso. A las 2 horas de ser detenida, muere. Es un lapso muy corto de tiempo. Algunos medios decían que ella estaba alcoholizada. En otros, hablaban de que ejercía la prostitución y había sido denunciada por los vecinos. Circularon muchas versiones. Por otro lado comenzó a llegarnos por medio de vecinos y de vecinas que a Fernanda se la llevaron de una manera violenta, arrastrándola por la plaza. Creemos que esta es una situación compleja de violación a los derechos humanos. Dimos conocimiento al Comité Provincial para la Prevención de la Tortura inmediatamente y estamos en contacto con su hermana, Gladys”, agregó María Pía Ceballos.

Desde MTA resaltaron: “La muerte de Fernanda no puede ser tratada como un suceso aislado o natural. Representa un acto de gravedad extrema que se configura, sin lugar a dudas, como una expresión de violencia institucional ejercida por fuerzas de seguridad estatales. El Estado, a través de sus agentes, tenía la obligación ineludible de resguardar la integridad física de Fernanda”. Así lo expresaron a través de un comunicado. 

Las organizaciones y activistas que difundieron la noticia de la muerte de Fernanda coinciden: “Nadie se suicida en una comisaría”. El hecho trae el recuerdo de lo que ocurrió con Sofía Fernández, la mujer trans de 39 años asesinada en 2023 en la Comisaría 5ta. de Derqui, partido de Pilar, en la provincia de Buenos Aires. Nueve de los diez policías acusados por el travesticidio de Sofía y su encubrimiento, fueron enviados a juicio. 

CASO 2: Samuel, 34 años, Villa Parque Síquiman, Córdoba

En la casa de la familia Tobares, en Villa Parque Síquiman (Córdoba), dos agentes de la policía golpearon la puerta de la familia Tobares a las 2 de la madrugada. Aquel 24 de noviembre les avisaron que Samuel, de 34 años, uno de los seis hermanos, había tenido un “intercambio con efectivos policiales” y en ese contexto había sufrido una descompensación, tras lo cual había perdido la vida. Esa fue toda la explicación que recibió la familia. 

Después, escuchando a testigxs, los Tobares lograrán reconstruir que el domingo 23 de noviembre, Samuel volvía de su trabajo como recepcionista de un hotel en Villa Carlos Paz y bajó del colectivo en la garita de Villa Parque Síquiman, en la ruta 38, donde fue golpeado por policías hasta matarlo. 

La policía dio dos versiones a la familia. En una dijeron que hubo un control policial a Samuel, tras la denuncia de una vecina, que tampoco explicaron de qué era. Otra, que se confundieron de persona. Lo único en firme hasta ahora es que a Samuel lo mataron a golpes. 

Daniela, hermana de Samuel, contó a Presentes que al principio no lograban acceder a ninguna información, todo era confuso. Pero después del mediodía de aquel 24 de noviembre, comenzó a recibir mensajes de algunos testigos que habían visto el accionar policial con Samuel. “Nos contaron que hubo muchos golpes, mucho maltrato e insultos de por medio”, dice.

En una entrevista al medio de Carlos Paz, Villanos, la otra hermana de Samuel contó que apenas se enteraron fueron al lugar donde el joven tuvo la discusión con la policía. “En el piso encontramos la tarjeta TIN (Transporte Inteligente que funciona en Córdoba), el cigarrillo que estaba a punto de fumarse, una botella de agua y un retazo de su remera. “Nos imaginamos y pensamos que ni siquiera llegaron a pedirle los datos”, agrega.

Justicia por Samuel 

Uno de los testigos afirmó que el ataque de la policía la joven comenzó al grito de “puto de mierda”, entre otros mensajes agraviantes. Su familia no quiere hablar de la vida privada de Samuel. Desde diversas organizaciones de Córdoba, se sumaron al pedido de justicia.

Desde la Comisión Organizadora de la Marcha Provincial del Orgullo de Córdoba (COMO) exigen una reunión con los ministros de Seguridad Juan Pablo Quinteros y el de justicia Julián López

El activismo LGBT, como la Asamblea de disidencias sexuales, vinculó el hecho a un contexto: “Fue un crimen de odio, alentado por el clima de violencia y hostilidad que siembra el gobierno nacional”. 

Samuel Tobares en el recuerdo de su familia

Apenas salió de la secundaria, Samuel se dedicó a viajar. Así comenzó una carrera en hotelería y turismo. Hacía casi tres meses se había instalado en Siquerman para ayudar a su mamá con el cuidado a su padre, quien transita una enfermedad neurológica. Consiguió trabajo en un hotel de Carlos Paz donde también trabajan dos de sus hermanas. De allí volvía cuando la policía lo detuvo y golpeó hasta matarlo.

“Andaba siempre de muy buen humor y le gustaba conocer gente. Estuve trabajando con él y fue un placer bárbaro. Tenía una mirada tan tierna…te hacía entender las cosas de una manera tan linda… Me quedaron las mejores cosas de mi hermano. Por eso no vamos a parar hasta tener justicia”, dice Daniela. “Queremos entender por qué le hicieron esto. Nosotros nos criamos ahí. Si lo veían como sospechoso, nunca vamos a entender por qué se ensañaron así”, agrega.

Según informó el Ministerio Público Fiscal de Córdoba, la Fiscalía de Instrucción número 2 de Carlos Paz, a cargo de Ricardo Mazzuchi, detuvo al sargento Guillermo Serafín Arce y al oficial Franco Sebastián Romero, imputados por homicidio preterintencional. La familia prepara una marcha del silencio en Síquiman para el sábado a las 18. Y pide el cambio de carátula a “homicidio calificado agravado”.

CASO 3: Treinti, 29 años, La Tablada, pcia. de Buenos Aires

Treinti tenía 29 años, era trans y trabajaba como fotógrafa. Muchos de sus retratos a grandes figuras de la música y del espectáculo están publicados en una cuenta de Instagram. En esa misma donde hoy se leen comentarios reclamando justicia por la joven.

De acuerdo a los testigos, la noche del 18 de noviembre en la Ruta 4, un patrullero sin luces la atropelló a la altura del complejo habitacional de La Tablada. Los efectivos la levantaron en el mismo patrullero, la llevaron al Hospital Ballestrini y se fueron. Treinti no llegó a atravesar la cirugía y murió. En el caso intervino la UFI N°2 de La Matanza y quedaron imputados dos policías: Martín Silva y el acompañante, el comisario Oscar Moyano.

Siguen siendo muy pocos los datos certeros en torno al hecho. Esta semana, el Ministerio de Mujeres y Diversidad Sexual de la Provincia de Buenos Aires está acompañando la causa. Organizaciones LGBT reclaman Justicia por Treinti.

Así aumentó la violencia policial en 2025

 En el primer semestre de este año, el Observatorio Nacional de Crímenes de Odio LGBT+ registró 102 crímenes de odio motivados por la orientación sexual, la identidad o expresión de género de las víctimas en Argentina. Representa un incremento del 70% en comparación con el mismo período del año anterior. La participación policial en estos crímenes es un dato alarmante, según se desprende del último informe del Observatorio (semestral de 2025).  En el 52,9% de los casos, la violencia fue ejercida por personal de las fuerzas de seguridad en ejercicio de sus funciones, frente al 23,8 por ciento del año anterior.

“Hemos notado que en los últimos dos años la policía volvió a prácticas más fuertes de violencia, sobre todo en las detenciones arbitrarias que hacen las zonas. Las compañeras no están denunciando porque la denuncia cae en la nada. Pero nos llegan testimonios de cómo se estaban bajando con cascos para que no les filmen el rostro. Y muchas veces les rompen el teléfono porque las chicas los usan para filmarlos”, compartió Ceballos.

“El aumento en los crímenes vinculados a las Fuerzas de Seguridad creo que tiene que ver con que ahí es donde más directamente repercute el discurso del poder político. Las Fuerzas de Seguridad se sienten más avaladas para ejercer violencias hacia la comunidad LGBT a partir de los discursos de odio del Ejecutivo nacional. Cuando los Ejecutivos locales son aliados del gobierno nacional, eso emite un mensaje a las Fuerzas de Seguridad locales también”, agregó, por otra parte, María Rachid, integrante de la comisión directiva de la Federación Argentina LGBT, desde donde impulsan la confección del informe del Observatorio.

La foto que ilustra esta nota es del archivo de Agencia Presentes, y fue tomada en una protesta para pedir Justicia por Sofía Fernández, frente a la Comisaría de Derqui (Pilar, provincia de Buenos Aires), en julio de 2024. Sofía era mujer trans que «apareció» muerta en esa dependencia policial en abril de 2023.