Diez años de Ni Una Menos: «El cambio que necesitamos: unir las luchas»
A 10 años del primer Ni Una Menos, feminismos y diversidades afrontan un escenario complejo. En el camino hubo enormes avances. ¿Cómo seguir construyendo a pesar de los ataques, retrocesos y la fragmentación política?

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BUENOS AIRES, Argentina. En mayo de 2015, la noticia del asesinato de Chiara Páez, detonó el hartazgo de miles de mujeres y diversidades que venían advirtiendo sobre el crecimiento de la violencia por motivos de género. A diez años del primer Ni Una Menos, una manifestación que marcó un punto de inflexión en Argentina, muchas de esas demandas que habían sido lentamente atendidas, viven un ataque discursivo y material, pero la lucha continúa.
Queda claro: “Seguimos organizadas” coinciden las personas entrevistadas para esta nota. Se espera una movilización multitudinaria de los feminismos, junto a los y las jubiladas, el próximo miércoles 4 de junio en el Congreso de la Nación, desde las 16, bajo el lema: “Hace 10 años salimos a las calles y no volvimos solxs”.


Qué pedía el primer Ni Una Menos
Aquella primera manifestación del 2015 estuvo marcada por una serie de reclamos por políticas públicas al Estado y a la Justicia. Entre ellas, presupuesto para la implementación de la Ley 26.485 de Protección Integral, la publicación de estadísticas oficiales sobre violencia por motivos de géneros -incluidos los femicidios-, garantías para el acceso a la justicia de las mujeres, creación de hogares y refugios de emergencia, capacitaciones obligatorias para agentes de seguridad y personal del Poder Judicial, y aplicación efectiva de la Educación Sexual Integral.
El primer punto de partida del Ni una menos (NUM) fue una actividad cultural en la Biblioteca Nacional. Ahí se acuñó la consigna ‘Ni una menos’, que se viralizó. “Se abrió un proceso asambleario, el cual permitió mantener el movimiento vivo y con capacidad de enunciar políticamente”, compartió la socióloga e integrante de NUM, Luci Cavallero, a Presentes.
La masividad que adquirió el Ni una menos fue movilizante para las distintas generaciones de mujeres y diversidades. Al igual que en el contexto actual, también entonces fue fruto de la intersección y aprendizaje de otras luchas.
“No hubiera sido el mismo Ni Una Menos si no hubiera habido cinco años antes Matrimonio igualitario o la Ley de Identidad de Género en 2012. Ni Una Menos no hubiera existido como tal, como estallido, sin la movilización de las travas que ese mismo día estuvieron ahí con los carteles de ‘Sin las travas no hay Ni una menos’. Y Ni Una Menos recoge eso”, expresó a esta agencia la periodista lesbiana transfeminista Marta Dillon.


Ayer demandas, hoy políticas públicas
La potencia de la demanda feminista en el primer Ni Una Menos tuvo, por un lado, el posicionamiento de un nuevo sujeto social que permitió “sacar del clóset” la violencia machista en todos sus ámbitos. Pero también materializó el reclamo en políticas públicas.
Uno de los pedidos era que el Estado registrara las cifras de mujeres asesinadas en contexto de violencia de género. Cinco meses después, el 25 de noviembre de 2015, la Corte Suprema de Justicia presentó el primer Registro de Femicidios con las cifras de las mujeres asesinadas en 2014. Un año después se creó el Observatorio de la Defensoría de Género de la Nación, que también lleva un registro que se publica cada año. Hasta entonces, sólo generaba datos el Observatorio Adriana Zambrano de la organización Casa del Encuentro.
Este registro fundamental permitió tener dimensión de la problemática en todo el país. En el primer registro, se supo que en 2014 habían matado a una mujer cada 37 horas. En 2015, una cada 30 horas.
Recién a fines de 2016, el gobierno encabezado por Mauricio Macri presentó el primer Plan de Acción para la prevención, asistencia y erradicación de la violencia contra las mujeres. Aunque se elaboró el plan, el entonces Instituto de la Mujer, creado también al fragor de Ni Una Menos, no contaba con presupuesto suficiente para implementarlo.
A fines de 2019 se creó el primer Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad. Y con él, el Plan Nacional de Acción contra las Violencias por Motivos de Género que tuvo una primera etapa entre 2020 y 2022 y una segunda, entre 2022 y 2024. Innovador en la forma de articular ministerios y armar un plan de compromisos entre provincias, también cobijaba programas fundamentales como Acompañar. Fueron claves para sacar de la situación de violencia a miles de mujeres y diversidades sexuales.


Cuáles son las leyes que dejó Ni Una Menos
Una de las leyes que se promulgaron tras Ni Una Menos fue la Ley 27.542, conocida como Ley Brisa. Se trata de un Régimen de Reparación Económica para niñxs y adolescentes hijxs de víctimas de femicidios. Consiste en una pensión (equivalente a una jubilación mínima) y cobertura integral de salud hasta los 21 años. Hoy está desfinanciada y, según afirman familiares, no se está cumpliendo.
Meses después y tras el asesinato de Micaela García, una militante del Movimiento Evita y activista de Ni Una Menos en Entre Ríos, se creó la Ley 27.499: Ley Micaela. Impulsada por organizaciones feministas, establece capacitación obligatoria en perspectiva de género para todas las personas que se desempeñan en la función pública en todos los niveles y jerarquías de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de la Nación.
Otra ley que vino con el impulso de los reclamos de Ni Una Menos fue la Ley 27636 de Acceso al Empleo Formal para personas Travestis, Transexuales y Transgéneros “Diana Sacayán-Lohana Berkins”. Establece un cupo mínimo de 1% de los cargos y puestos del Estado Nacional para esta población para garantizar empleo formal en condiciones de igualdad a la población trans.


¿Qué significó Ni Una Menos?
Los debates que se venían dando hace mucho tiempo salieron a la luz con más fuerza luego de la masiva movilización. Antes, personajes de la cultura, el espectáculos y el deporte se habían sumado a la convocatoria con la consigna “Ni Una Menos”.
“La masividad nos cambió un poco la vida a todes porque eran cosas que hablábamos en grupos más reducidos o en los Encuentros. Todas esas militancias confluyen en la masividad. Ese salto significó la salida a la calle por las víctimas de femicidio, con una consigna muy clara como Ni Una Menos. También pasó en las asambleas, en el dispositivo asambleario, que siempre fue muy grande”, dice Dillon. Y recuerda que la lucha por la libertad de Higui, dos años después, se retroalimentó de esa masividad.
“Ni Una Menos significó un cambio en la sensibilidad de la sociedad, una modificación en los umbrales de tolerancia de la violencia, la aparición de miles y miles de colectivas, espacios de géneros en universidades, escuelas. Abrió un ciclo de luchas que está absolutamente nutrido de genealogías y pliegues de luchas anteriores. Como la educación sexual, el aborto legal, seguro y gratuito, el movimiento piquetero”, reconoció Cavallero.
Desde Tucumán, la artista trans, Claudina Rukone recuerda que tanto ella como otras compañeras trans, vieron el primer Ni Una Menos como espectadoras. “Fue un nacimiento muy movilizante porque fue justamente Ni Una Menos quienes nos empujan en 2017 a organizar la primera marcha multitudinaria por el crimen de Ayelén Gómez. Fue el primer crimen que nos tocó vivir desde otro lugar y con otra conciencia como colectivo travesti. Para ese momento ya teníamos derechos que antes no, como la Ley de Identidad de Género. Ni Una Menos nos impulsa a organizarnos, a conocer. Fueron esas feministas las que un poco nos forman y nos acompañan, nos abrazan, pero sobre todo nos invitan a ocupar las calles. A ocupar esos espacios que antes sentíamos que no nos pertenecían”.
Georgina Orellano, trabajadora sexual y secretaria general de la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (Ammar) aporta: “Para nosotras, la masividad que logró hace 10 años el Ni Una Menos nos dio la posibilidad de poner en agenda social y dentro de los feminismos la violencia institucional que atravesamos las personas que ejercemos el trabajo sexual en la Argentina. Poder levantar en carteles los nombres de nuestras compañeras asesinadas por la policía, crímenes que han quedado impunes en su gran mayoría, femicidios que no han tenido la conmoción social en comparación de otros”.
En el marco de Ni Una Menos, el sábado 31 de mayo se realizó en Casa Roja la 2da. Asamblea de trabajadoras sexuales, migrantes y sus familias.
Los retrocesos del gobierno de Milei


Hoy el gobierno de Javier Milei ataca por todos los frentes la agenda que construyeron los feminismos en esta década. Lejos de erradicar la violencia de género, la gestión mileísta estigmatiza la agenda de género y ajusta especialmente al sector más vulnerable y empobrecido de la población: mujeres y personas LGBT.
“Creo que todos esos cambios en la sensibilidad no retrocedieron, pero estamos en una encrucijada. No solamente por el desmantelamiento de las políticas públicas que fueron unos pequeños triunfos del movimiento. También porque estamos en una profunda crisis económica, que atenta contra la posibilidad y participación de las mujeres. Eso genera más pobreza, hace que la cantidad de femicidios crezca y haya muchísimas menos opciones de salir de un contexto de violencia”, graficó Cavallero.
En un año y medio, el gobierno de La Libertad Avanza eliminó el Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad y otras dependencias que se ocupaban de políticas públicas de protección hacia estas poblaciones, como el INADI. Hace dos semanas, el ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cúneo Libarona, se ufanó de comunicar la eliminación de 13 programas de género, los cuales ya tenían una nula ejecución. Entre ellos estaba el programa para el Apoyo Urgente y la Asistencia Integral Inmediata ante casos de Violencias Extremas por Motivos de Género.
Queda la pregunta de cómo hará para atender a la problemática social que gestó el primer Ni una menos, la violencia machista. Argentina acumula desde el 1 de enero hasta el 29 de abril del 2025, 93 femicidios, según el último relevamiento del Observatorio MuMaLá – Mujeres de la Matria Latinoamericana. Esto implica una mujer asesinada cada 31 horas. Según reportó el observatorio Ahora que sí nos ven, en lo que va del 2025 ya hubo 108 femicidios.
Además, en su mal llamada “batalla cultural”, el Poder Ejecutivo apuntó especialmente contra las diversidades. Ignoró la Ley de Cupo Laboral Travesti Trans, al echar a más de 150 trabajadorxs travestis, trans y no binaries. El propio presidente de la Nación leyó un discurso frente a la comunidad internacional en el que desinformó sobre la comunidad LGBTIQ, y especialmente sobre el colectivo travesti trans. Finalmente atacó la normativa nacional que es un emblema en el mundo entero, la Ley de Identidad de Género.
La motosierra apuntó contra los sectores más vulnerables. La jubilaciones mínimas -que las cobran mayormente mujeres-, sufrieron una pérdida del 13.3% en el primer trimestre de 2025 respecto al último trimestre del gobierno anterior, como consecuencia del DNU 274/2024. Además, las y los jubilados ven congelado su bono de 70 mil pesos desde marzo de 2024. Si se hubiera actualizado, el próximo mes debería ser de $158.620. Con el aumento anunciado de un 2,8%, el haber mínimo será de $304.723,93.
“A pesar de que pasaron 10 años del nacimiento de Ni Una Menos, y a pesar de todo lo que llegamos a conseguir en cuanto avances, en cuanto derechos, hoy seguimos padeciendo lo que han sido los asesinatos crueles de nuestras compañeras travestis sino también las formas en las que se llevan adelante las investigaciones, los juicios, el eterno pedido de trato digno, de la importancia de que los juicios tengan la carátula de “transfemicidio” porque no por nada se mata una travesti. Son cosas que todavía las seguimos exigiendo», aporta Rukone.
“Seguimos organizadas”


En este contexto, les jubilades intentan cada miércoles una ronda en el Congreso de la Nación para pedir por una jubilación digna, pero son fuertemente reprimidos por las fuerzas de seguridad. A estos se suma que el 23 de marzo pasado finalizó la moratoria, lo que permitía que quienes no tenían 30 años de aportes pudieran acceder a una jubilación mínima. ¿Quiénes son las personas más afectadas? De nuevo las mujeres: nueve de cada diez mujeres no podrán acceder a jubilarse con la edad mínima de 60 años.
“Hay una resistencia creciente, seguimos organizadas. En este contexto de extrema dificultad todavía hay iniciativas importantes de resistencia frente a algo que es gigante, con un mecanismo de destrucción muy acelerado”, expresó la socióloga e integrante de NUM.
“De parte del Estado todavía hay deudas enormes y sobre todo distancias cada vez más grandes para acceder a un diálogo oa una escucha con respecto a la importancia del acceso a esos derechos. Las compañeras travestis viejas se nos están muriendo de a una, y que no son tantas y el Estado sigue sin escucharnos. Entonces, para nosotras, que el movimiento hoy por hoy vibre nuevamente en las calles es fundamental. Porque todos estos gritos de pedidos, de ayuda, de exigir derechos no se durmieron con el avance de toda esta crueldad que hoy por hoy nos gobierna en la Argentina», agrega la artista y activista Claudia Rukone.
En esta oportunidad, el Ni una menos, que históricamente tiene lugar cada 3 de junio desde el 2015, se trasladará al miércoles 4 de junio para acompañar la ronda de las y los jubilados.
“El cambio que necesitamos: unificar las luchas”
Ana María Tapia tiene 72 años, el pelo blanco con mechas violetas y forma parte del colectivo Jubilados Insurgentes. Fue gaseada, golpeada y recibió varios impactos de balas de goma durante las rondas de los miércoles en el Congreso. Conversó con Presentes luego de un día extenuante: acompañó el reclamo por una Ley de Emergencia en Discapacidad en el Congreso, fue al Ministerio de Salud por el reclamo de residentes del Hospital Garrahan, participó de la ronda de las Madres en Plaza de Mayo y presenció un homenaje de Norita Cortiñas, a un año de su paso a la inmortalidad.
“El cambio de fecha me parece perfecto, empezamos a unificar las luchas. Estuve en el 28M, que eran los 20 años de la Campaña del Aborto Legal, Seguro y Gratuito, y también van a acercarse a colaborar con las jubiladas y los jubilados. Fijate la lucha cómo da sus frutos. Este es el cambio que necesitamos: unificar las luchas”, compartió con esta agencia.
Con lxs jubiladxs, siempre


Sobre la elección de esta fecha, Cavallero compartió: “No queríamos que la fecha de los diez años del Ni una menos sea efeméride, una conmemoración de algo que ya pasó. Nos parecía que había que abrir una discusión de cuáles son las tareas que hoy tiene el movimiento, por eso llamamos a asambleas. Hubo un ejercicio colectivo de muchos sectores de decir que la tarea hoy del feminismo popular y los transfeminismos es combatir la atomización y fragmentación de las luchas. Y en segundo lugar, aportar a reforzar y solidarizarnos con la lucha más reprimida, sobre la que se está descargando un tercio del ajuste, la de jubilados y jubiladas”.
Cómo será el Ni Una Menos del 4 de junio
La convocatoria para el miércoles 4 de junio es a las 16 en la Plaza de los Dos Congresos, con réplicas a lo largo y ancho del país. Habrá pronunciamiento de las agrupaciones de jubiladxs y de los transfeminismos. También se buscará acompañar la ronda de cada miércoles. Todas acciones que se definirán ese día en base a cómo se desarrolle la jornada. “La historia no se mira: se empuja”, aclaman desde Ni una menos, a diez años de la primera movilización histórica.
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