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CIUDAD DE MÉXICO, México. La danza tiene la virtud de presentarse en formas distintas sin perder su esencia. Particularmente, lo folklórico aloja un arsenal de posibilidades expresivas. Con esa premisa en la mente, por lo que uno nunca sabe que se encontrará en este país, al fin está el lema de México mágico.

En México, algunos ejemplos de bailes folklóricos son jarabe tapatío, la Danza de los Viejitos, el Huapango, la Polka Norteña, entre otros. Por ello, parecía imposible combinar esto con la cultura del drag, más popular en el ámbito LGBT+ y vida nocturna. Lo drag se asocia con tacones de plataforma, pelucas, ropa extravagante y maquillaje, en su mayoría tonos metálicos.

Existe una compañía de baile que lo hizo posible: fusionar estas dos culturas para crear “México de Colores”. Se trata de la primera compañía LGBT+ de baile donde dan inclusión a todas las masculinidades que tengan la pasión por el baile folklórico y el drag. La mayoría de las compañías de baile folklórico convencionales deben de cumplir con ciertos requisitos: de ser jóvenes a tener un físico ejercitado. En “México de Colores” nada de eso importa. 

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Un viaje de color y ritmos

“¿Estás liste?, te vamos a volar la peluca cuando nos veas ensayar y más cuando nos veas en vivo, en una presentación”, comentó Kevin Hernández, profesor del ballet. La compañía tiene 14 años y han participado más de 25 miembros. Actualmente está conformado por 20 bailarines de manera oficial, y cada año realizan audiciones para integran a nuevos miembros que busquen aprender más sobre la danza folklórica y drag. Hay 9 hombres y una mujer trans talleristas que están aprendiendo. La idea es incorporarse en un futuro y ser parte oficial de la primera compañía a nivel internacional en su ambiente.

Los ensayos son sorprendentes, y a medida que avanza el trabajo sorprende aún más. La compañía suele tener aproximadamente 50 funciones a nivel nacional, y han tenido algunas presentaciones a nivel mundial. Estados Unidos, Cuba y Francia los recibieron y fueron reconocidos por su gran diversidad en todo el espectáculo. A la compañía les llena de orgullo tanto por la disidencia sexual como por el patriotismo.

Por su parte, los patrocinios corren a cargo de quien los contrata. Muchas veces las autoridades de los tres niveles de gobierno los ignoraron al pedir apoyo.

Danza para todos los públicos

Actualmente ensayan en una Casa de Cultura ubicada en la colonia Del Valle, alcaldía Benito Juárez, debido a un acuerdo que tienen con la alcaldía desde hace 5 años. Ese acuerdo consiste en dejarlos ensayar de manera gratuita. A cambio, tienen presentaciones cuando la alcaldía lo solicite. Antes ensayaban donde se les permitiera, y eran los parques donde solían practicar con mayor frecuencia.

Las presentaciones van desde grandes teatros hasta fiestas de pueblos, por lo que el público suele ser siempre distinto. Esto los ha llevado a enfrentarse a situaciones de discriminación o inseguridad, debido que en algunas zonas del país aún existe la homofobia. También se enfrentaron al acoso, porque luego, en ocasiones los asistentes en plan de juego les insinúan cosas sexuales. . 

“En una ocasión estábamos en nuestro camerino, ya había acabado la presentación, cuando tocaron la puerta. Al abrir era un tipo con dos chicas medio buchonas, que nos pidieron fotos, nosotros ya estábamos cansados y medio demaquillados, no queríamos nada. De manera discreta el tipo enseñó que portaba un arma de fuego, por lo que aceptamos. Luego, así quien no acepta”, fue lo que contó Héctor Muruato.

Sin embargo, en otras situaciones se han llevado sorpresas. “Nos han aplaudido al grado que hasta las infancias dicen que les encantó y quieren aprender de esta danza. Hasta regalos nos dan y eso no tiene precio”, comenta Antonio Vite, por ejemplo, llevándoles gran bombo y platillo como forma de agradecimiento. No obstante, Vite recordó que en una ocasión asistieron a una boda, no sabían de quién era, hasta el día que llegaron y se dieron cuenta que era con gente que se dedicaba al narcotráfico. Mencionó que personas armadas los estaban resguardando.

Funciones de honor

En la CDMX tienen pocas presentaciones al año, muchas veces les contratan más en el interior de la república mexicana. Para ellos, dicen, es un honor que esto ocurra porque cada función es especial debido a que van cambiando las canciones y bailes. 

Otro ejemplo es la presentación que tiene la compañía desde hace cuatro años en Arcelia, Guerrero. Allí, durante la feria del municipio, son el espectáculo principal tanto en el transcurso del día con el desfile -debido a que interactúan con la población-, como en la noche con el show que dan en medio de los juegos y demás distracciones. En el pueblo, la gente los recibe con mezcal, agua, comida y mucha diversión.

Lo llamativo es que Arcelia se caracteriza por ser una región del país donde están arraigados a las viejas costumbres y el machismo prevalece. Sin dejar a un lado el ambiente criminal por el que ha estado manchada Tierra Caliente.

Danza con contenido social

En la mayoría de las piezas musicales suelen usar un rebozo negro en la cabeza simulando una larga cabellera negra. Usan diversos productos de maquillaje, y tienen máximo una hora para maquillarse y rendir el tributo al personaje de “La Roña” -una parodia de la diva del cine mexicano María Félix, que interpreta el actor Dario T.

Los camerinos están repletos de ropa femenina como tangas, faldas rosas mexicano, uno que otro tutu, jorongos, vestidos estilo revolucionario, algunos trajes típicos de las regiones de México, botas cortas (con un tacón no mayor de 7 centímetros), zapatos cerrados. Son alrededor de 15 vestuarios por presentación y por persona, además de banderas y abanicos con los colores del arcoírisy la población trans. Siempre suena música referente LGBT+ de Lady Gaga, Dulce, Danna, Belinda, Kenia Os o Beyoncé, entre otros artistas. Además de mucho bufé -en tono de juego- y siempre atentos para cuando les toca su número o para ayudar al otro con su vestuario.

Cada coreografía lleva una trama, una referencia social. Uno de los cuadros es “La otra lucha”, inspirada en el personaje de la Adelita en la revolución como una mujer fuerte. Pero al final. la historia que se quiere contar es la de la lucha que tienen personas trans, la lucha con la sociedad, la lucha consigo mismas para reconocerse y la lucha que hay entre la misma comunidad trans por reconocerse entre ellas. 

“Recuerden que el amor es para todos, todas y todes”

Otro número musical que impacta es “Qué Dios las perdone” ya que cuenta la historia de cómo la población gay es parte de la fe, pero muchas veces deben superar las barreras de la discriminación. La pieza está representada con un tejido y un estandarte que lleva la figura de la Virgen de Guadalupe, lo cual se interpreta como retórica.

“México de Colores” está liderada por Carlos Antúnez, quien tiene más de 40 años de trayectoria por lo que sabe del tema debido a que comenzó en el ballet de Silvia Lozano, asimismo él ha tenido que ir actualizando para ir incorporando e incluyendo a todo tipo de personas que tengan pasión por la danza.

Su director artístico, Alberto Salgado -o Beto como lo conocen en la compañía- mencionó que su tarea principal es dar visibilidad y aceptación a las personas de la diversidad sexual para que las personas heterosexuales tengan más empatía hacía este sector de la sociedad.

“Y recuerden que el amor es para todos, todas y todes y haganle como quieran”. Así cierran todas las funciones, con un mensaje de amor y unión para todas las personas.