Un año de Milei: la quita de derechos para la tribuna y el desamparo

El abogado Alejandro Mamani analiza los retrocesos en los doce meses que pasaron desde que asumió Javier Milei.

10 de diciembre de 2024
Alejandro Mamani
Agencia Presentes
Edición: Maby Sosa, Ana Fornaro

Se cumple un año del gobierno de Javier Milei. Para hablar de su gestión es fundamental entender que, en esta clave de estado republicano en el que vivimos, es un gobierno que entra de una forma novedosa dentro del sistema democrático. Con coaliciones pero con un clima social de un hartazgo. Y sucede de una forma multifactorial, en la que quizá los medios de comunicación clásicos juegan un rol muy importante, pero no un rol definitorio.

Hay múltiples espectros que hacen que la acumulación de ese enojo no sea algo totalmente particular en Argentina como país, no somos tan especiales. Forma parte de un estado de situación internacional en países en los cuales, en temáticas de derechos humanos, a pesar de haber avanzado un montón, ha habido un retroceso. Y podemos hablar desde Nicaragua a los Estados Unidos. Son sociedades que no han encontrado respuestas a sus demandas históricas, referente a múltiples temas en los gobiernos clásicos.

En el caso latinoamericano, figuras súper fuertes que se han desgastado a través del tiempo y no han nacido, ni se han construido sucesores legítimos en esta clave.

Hacia el conservadurismo

A un año las políticas de Milei, quizá no de forma troncal, pero sí, por las coaliciones realizadas y de forma indirecta, se ve una línea clásica dentro de la estructura respecto a posturas vinculadas con la comunidad LGBTIQ+ y a los derechos de la poblacion.

Hay líneas de alianzas respecto del gobierno, como pueden ser los sectores conservadores de las provincias. O incluso conservadores de la Iglesia Católica, que no es uniforme; y otras iglesias conservadoras que han generado una suerte de backlash con movimientos sociales como el feminismo o el movimiento de diversidad. Esto es también parte de lo que puede ser analizado para entender el caldo de cultivo en el que en estos momentos se hierven ciertas cuestiones.

Los retrocesos

En temas concretos, podemos hacer un análisis respecto al presupuesto del próximo año del programa de VIH, que es inferior al año anterior sin poner atención en el incremento de personas positivas año a año. Eso forma parte de la campaña de recorte, si lo queremos llamar así, y me parece un tema muy particular, porque es población en riesgo. Hay organizaciones como AHF Argentina, Act up Argentina entre otras que lo denuncian todo el tiempo.

Después tenemos líneas que tienen una lógica quizás un poco más cercana a las dinamicas de internet. Y en esa clave de bait, de generar notas, o de generar un ruido, en términos fácticos a nivel poblacional, la incidencia es confusa. Por ejemplo, las declaraciones respecto a eliminación del DNI no binario. Se puede o no estar de acuerdo con algo, pero cuando el Estado avanza en clave de derechos el principio internacional de derechos humanos pro homine es el no retrotraimiento y esto forma parte de lo que supuestamente va a suceder.

De pasar esto, personas que tienen un DNI con X quedarían en una suerte de desamparo, de orfandad jurídica. En esta seguridad jurídica que tanto se aboga, es algo que desaparece justamente con el tema de los DNI no binarios. Los proyectos de ley que abundan respecto a las personas trans como la reducción de las garantías que tiene la identidad de género respecto a niños, niñas y adolescentes, el tema de las prepagas y la liberación de las mismas. Además del servicio prestado a personas con VIH y personas trans que están teniendo problemas y denuncian constantemente la falta de cobertura o de formas subrepticias, la expulsión de las mismas de las prepagas.

Ser viejo en la era Milei

Las personas mayores han sido las grandes sacrificadas de este gobierno. Por ejemplo, con la eliminación de la cobertura del 100% de medicación y el congelamiento de las jubilaciones. Las vejeces LGBT forman parte de las vejeces. De aquellas que se pudieron jubilar muchas trabajando en la precariedad o consiguiendo una jubilación en estos últimos tiempos y ahora ven cómo les recortan todo.

Es tan complejo a nivel macro que la circunscripción en la comunidad LGTBIQ+, necesita sí o sí un enunciado anterior del nivel macro. No puedo negar que aún también dentro de la diversidad, que tampoco somos uniformes, existieron y existen personas de la diversidad que han militado por Milei, han votado por Milei y forman parte de este grupo inconforme y enojado con los partidos políticos clásicos.

Es posible retroceder

Existen generacionalmente grupos sociales que han nacido o han crecido con una estructura de derechos ya constituida, como el matrimonio igualitario, la ley de identidad de género, militancias de décadas por la desestigmatización de la población positiva, y que en estos momentos no asume que eso pueda ser perdido.

Gran parte de la población no asume que los derechos pueden retrotraerse y que eso es una problemática. Y después, también aparece el tema de la pérdida de poder adquisitivo la pérdida de la calidad en cuanto a la atención de salud, la pérdida de la respuesta de las instituciones, entre ellas, la desaparición del INADI. Se pueden hacer muchas críticas respecto a las instituciones y críticas quizá muy lógicas pero la eliminación de los lugares no repercute en más derechos sino todo lo contrario. Una reordenación de una institución, en todo caso, puede verse como una potenciación de la protección de derechos no así su eliminación.

Y creo que existe un clima social en el que se ha habilitado, si queremos llamarle así, estos castigos institucionales. Desde recortes desde instituciones que no han podido satisfacer el motivo para lo que fueron creadas socialmente hasta recortes presupuestarios que son simbólicos en clave de lo “baiteable” porque a veces el impacto economico no es real, pero la sensacion de ajusticiamiento por un sector social si lo es.

El bait como punto de partida

Me parece fundamental saber que gran parte de las noticias anunciadas que tienen una vinculación con la diversidad y con las identidades trans, travestis, personas no binarias, personas gays, y lesbianas, generan una atracción de noticias en redes sociales muy grande. Y que muchas veces son instrumentalizadas para llenar de noticias algo y que otras cosas no sean tan visibles.

Me parece fundamental poder entender que gran parte del ataque a la población LGTBQ+, si bien viene de la línea histórica de lo que podemos llamar conservadurismo, homofobia, homolesbotransfobia y demás, tiene también un condimento extra propio del tiempo en el que estamos. Ese condimento es la instrumentalización de estas acciones para generar contenido. Podemos hablar, incluso, de generar noticias.

Contra la población diversa

En líneas de racconto podemos hablar de los proyectos de ley respecto a la población transtravesti, reducción y circunscripción de la ley, limitación de la ley, retrotraimiento de derechos en clave de población no binaria por el tema de la documentación en sí que es súper incierto, se abre una puerta de incertidumbre. Si se eliminan los DNIs, ¿cuál es la respuesta que tiene el Estado? ¿Volver a cambiar? ¿Elegir un género? ¿Dejar inutilizados los pasaportes y la documentación? O sea, que el Estado haya otorgado un reconocimiento y que se retrotraiga es algo que plantearía incluso responsabilidad internacional

Lo que a mí por lo menos me preocupa mucho más es el tema de la urgencia. Y en ese punto cae la población positiva Y la comunidad gay, la comunidad trans ha luchado un montón para primero la visibilidad, luego la desestigmatización y después la cobertura de las medicaciones y las opciones de profilaxis Me parece bastante peligrosa la situación en la que estamos.

Después, están todas las políticas macros no destinadas a afectar principalmente a la población LGTBIQ+, pero que la afectan porque la diversidad forma parte de la sociedad. Y ahí aparecen la población con vejez, la población con discapacidad. Personas que en muchos casos no tienen redes de contención o que tienen menos redes de contención que otro tipo de población.

Una situación no menor es la violencia institucional en relacion a la poblacion travesti trans, y maxima las migrantes, en ese lugar 

El descrédito a las instituciones

A todo esto, hay que agregar el erosionamiento de las estructuras institucionales. Si bien tenía una carga de descrédito en estos momentos, en la actualidad se transformó, en ciertos lugares, en el rechazo para confiar. En muchos casos, también eso tiene lógica, la desconfianza en la justicia o en el sistema de salud. Hoy tenemos la población migrante y el sistema de salud en Salta arancelado en estos momentos. Hay libertades para el arancelamiento universitario a población migrante, mientras que baja la calidad educativa.

El análisis de este año es tan complejo porque demanda una mirada global y un análisis particular de, por ejemplo, la población LGTB. Pero antes que eso, entender este año dentro de una dinámica de democracia. Entender que hay un sector poblacional muy enojado, y que no es que sea más o menos inocente, más o menos ignorante. Sino que hay un hartazgo colectivo quizá potenciado por ciertos factores como las redes sociales y los canales de noticias. Este tipo de sensaciones son globales, y eso habla de la complejidad de lo que estamos viviendo en estos momentos.

Alejandro Mamani es abogado, especialista en Derechos de las Tecnologías y Derechos Humanos.

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