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Paraguay celebró su 21 Marcha TLGBI+ ante la avanzada autoritaria
En el microcentro Asunción se realizó la 21 Marcha TLGBI+ denunciando discriminación y desinformación proveniente del Estado paraguayo.
Un 30 de septiembre de 1959 se publicó la “Carta a un amoral”, una de las primeras manifestaciones públicas de la diversidad sexual, afectiva y de género en Paraguay. La lucha, organización y construcción de memoria territorial e histórica permitió que sesenta y cinco años después, el colectivo LGBTTIQ+ celebre su 21 marcha en el microcentro de Asunción. Esta vez, denunciando discriminación y desinformación proveniente del Estado paraguayo.
#AHORA 🇵🇾 En Asunción, Paraguay se realiza la 21 marcha TLGBI+ de la @coalicionTLGBI 🏳️🌈🌼
— Agencia Presentes (@PresentesLatam) September 29, 2024
✊️Al grito de «Ko’ape Roime, por todos los derechos, ¡peju jabatalla!», personas en todas sus diversidades marchan desde la Escalinata de Antequera hasta la Plaza de la Democracia. pic.twitter.com/PqIpuvrDyS
Hasta las cuatro de la tarde, sobre las calles el domingo previo al feriado cayó con un silencio incómodo. El calor y el humo, producto de los últimos incendios en el Chaco, le daban un aire de abandono a la calle Fulgencio R. Moreno. Pero a partir de las cinco, la noche pletórica estaba por comenzar. Cientos de personas maquilladas y montadas llenaron de brillo la Escalinata de Antequera.
Color y ternura poblaban el centro de la capital del país. Celebraban su valentía, su resistencia. El 108 estuvo presente en las remeras, en las banderas, en los discursos y en la piel para reivindicar las existencias de lo que la dictadura pretendió sofocar. Este número apareció por primera vez publicado en el diario El País, afín a la dictadura stronista, asociando a las personas homosexuales con relación a las detenciones de “amorales”.
Por todos los derechos
La Coalición TLGBI+ eligió el lema “Ko’ápe roime, por todos los derechos. ¡Peju jabatalla!” para la edición 2024 de la marcha que salió rumbo a la Plaza de la Democracia, donde se dio inicio a la lectura del manifiesto y festival diverso. En el escenario, se hizo memoria. Con poesía, música, danza y performance en vivo. Con trabajo arduo de la red organizaciones y activistas independientes que sostienen las marchas desde hace veintiún años y trabajaron en la difusión hace meses. Además, por segunda vez se movilizó como bloque la organización de Hombres Trans, transmaculinos y travos de Paraguay, que se conformó a mediados de este año.
“Nos enfrentamos a un estado corrupto y represor que está sumido por la narcopolítica”, leía en el micrófono Carolina Robledo, una de las socias fundadoras de Aireana, grupo por los derechos de las lesbianas. “Padecemos su abandono, al igual que el resto de paraguayas y paraguayos. Además, debemos enfrentarnos a la violencia, persecución y criminalización de nuestros cuerpos, identidades y orientaciones sexuales, ya que nos utilizan como chivos expiatorios en debates sin sentido cuyo único objetivo es mantenernos segregados. Mientras tanto, ellos siguen cómodos en sus privilegios”.
Exigieron formar parte de políticas públicas y la implementación de leyes que puedan garantizar sus derechos y mecanismos de prevención y erradicación de la violencia y la discriminación, basada en la orientación sexual e identidades de género. La marcha cerró con el Festival de la Diversidad que encendió las esperanzas y la posibilidad de pensar otros mundos posibles, otros futuros, como los que merecemos y soñamos.
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