Marcela Turati: «Las madres son las que van enfrente en la lucha por los derechos en México»

La periodista mexicana Marcela Turati presentó su libro ‘San Fernando: última parada. Viaje al crimen autorizado en Tamaulipas’. en Buenos Aires.

10 de mayo de 2024
Rosario Marina
Ariel Gutraich
Edición: Ana Fornaro

Hace 13 años Marcela Turati llegó a Matamoros, una ciudad en el estado de Tamaulipas, en el límite con Texas (Estados Unidos) y vio fosas clandestinas recién descubiertas. Durante un tiempo, su alma quedó allí. Como le dijo a una colega de la revista donde trabajaba en ese momento: “Mi alma se quedó en un retén. No ha llegado”. 

Ese día vio algo: vio cómo el gobierno de México opera para la desaparición de los cuerpos. Y se hizo preguntas: qué les pasó a estos hombres jóvenes que estaban en esas fosas, por qué los mataron, y sobre todo se preguntó ¿y esto cómo fue posible?

“Esa pregunta recorrió por muchos años”, dice la periodista de investigación mexicana multipremiada Marcela Turati, quien publicó en agosto en México el libro ‘San Fernando: última parada. Viaje al crimen autorizado en Tamaulipas’. 

Cecilia González, Marcela Turati, María Eugenia Ludueña y Ana Fornaro en la Galería donde funciona Agencia Presentes

En la galería del Patio del Liceo, en el centro de la Ciudad de Buenos Aires, las periodistas Cecilia González, Ana Fornaro y María Eugenia Ludueña dialogaron con Turati en la presentación afuera de la redacción de Agencia Presentes. Le preguntaron sobre el libro, las desapariciones, la comparación con Argentina y el rol del Equipo Argentino de Antropología Forense en la búsqueda de los desaparecidos migrantes y mexicanos. 

“Presencié el momento en que los peritos desempacaron el montón de muertos y los metieron en un tráiler que los llevó a la capital del país. Porque la orden del gobierno era borrar esos cuerpos de la escena pública. Para que no se le amontonaran más familias. Para que no llegara más prensa. Para no espantar al turismo de Semana Santa. Supe después, pasado un tiempo, que en su nuevo destino el gobierno federal los enterró en otra fosa; esta vez en un panteón municipal de CDMX. El mismo patrón siguió el gobierno estatal con los cadáveres que se quedó”, dice Turati en el prólogo del libro, que se puede leer en A dónde van los desaparecidos, el sitio que cofundó y coordina la periodista.

Un libro para tomar como mezcal

En este libro Marcela documenta, analiza y denuncia cómo operan diferentes poderes sobre un territorio en disputa, la trama de la impunidad y la “guerra contra el narco”. Pero también es relato que recupera las voces que hablan “desde el fondo del mar” y nadie quiere escuchar. Las de las víctimas, en su mayoría jóvenes migrantes de América Central, y sus familiares, las organizaciones y colectivas -con un papel importante el Equipo Argentino de Antropología Forense-, que siguen buscando devolver identidades, verdad y justicia a pesar del silencio del Estado.

“Este libro hay q tomarlo como mezcal. Es fuerte. Te causa dolor, rabia, te indigesta”, dice la autora.

  • En el prólogo decís que escuchás las voces desde el fondo del mar, y que te encontraste con personas con muchos miedo a hablar. ¿Cómo se trabaja con eso? – le preguntó la periodista y cofundadora de Presentes María Eugenia Ludueña. 
  • Hay gente a la que no le puedo agradecer. Quiero que el libro muestre estos silencios, por eso hay partes que están tachadas. Me pedían: “Mejor borrelo porque si está vivo y saben le van a  hacer algo”. No se puede decir ni a quién buscan. El libro me costó muchos años y en el medio hubo muchas desapariciones. Lo que hicimos fue aliarnos con otras periodistas, con quienes creamos el grupo #másde72, para investigar la masacre de los 72 migrantes de agosto de 2010, en San Fernando, Tamaulipas. 

Turati no sólo tenía miedo de exponer a la gente que entrevistaba, sino también miedo de la Procuraduría General de la República de México (PGR). “Entendí que el Estado está super metido. Les molestaban muchos las notas sobre las fosas”, contó. 

En 2015 y 2016 fue investigada por la PGR junto a otras mujeres por la investigación que desarrollaban en torno a las masacres. “Desde el momento en que la antropóloga Mercedes Doretti, cofundadora del Equipo Argentino de Antropología Forense; la abogada Ana Lorena Delgadillo, representante de las víctimas de esas masacres desde la Fundación para la Justicia; y yo, reportera que cubre esos casos, nos enteramos de que en 2015 y 2016 fuimos investigadas por secuestro y delincuencia organizada por la PGR, no me quedó la duda de que desde la oficina donde nos inventaron esa acusación tienen miedo a que esos huesos hablen. De que sus familias se den cuenta, que tomen la palabra, que quieran organizarse, que exijan justicia. Entendí que, por eso, en vez de investigar, entierran”, escribió la periodista en una nota en el Washington Post.

La guerra contra las drogas ha fracasado

Ante la pregunta sobre la llamada “guerra contra las drogas”, que hoy también se toma en distintos países como un “ejemplo a seguir”, Turati fue categórica: “Esta guerra contra las drogas lleva 50 años en México y ha fracasado”. 

En realidad, dice, ya no es una guerra contra el narcotráfico sino una guerra contra el pueblo, contra los pobres. “Los lugares donde llegó el Ejército desarman las policías municipales y se pierde el control. Todos los que están armados entran a disputar el territorio”, explicó.

“La sospecha de que te lo mataron porque estaba en algo está instaladísima. Marchan las familias, pero no toda la comunidad”, agregó. 

Las madres buscadoras son mujeres que buscan a sus familiares desaparecidos en México. Durante el año se juntan buscadoras de todo el país para intercambiarse métodos: archivo, tecnología 3D, drones, herramientas para buscar a las fosas. “Cuando vi eso me quedé impactada. Como el Estado no hace nada, las familias hasta se meten hasta en las cárceles”, contó Turati en la presentación, y destacó: “Las madres son las que van enfrente en la lucha por los derechos. Nosotros vamos detrás. Son la luz en México. Lo malo es que están muy solas”.

“Tenemos exceso de instituciones que no funcionan. Parecen a propósito para ganar tiempo y no hacer nada. Una madre me dijo: las autoridsdes no buscan porque saben que si buscan encuentran”.

Aprendizajes de 12 años de investigación

Ante preguntas del público sobre cómo hizo para trabajar 12 años en este libro y ordenar toda la información, la periodista Turati explicó: “Siempre estoy publicando. Eso me ayudó a sistematizar. Ya en la revista Proceso dije: ‘Esto ya no lo puedo explicar en un reportaje. Yo ya necesito otro formato’”. 

Además, contó cuáles fueron sus aprendizajes para investigar en sitios complejos para ingresar, y también en otros países como Guatemala, El Salvador y Honduras, de donde provienen muchos de los migrantes desaparecidos. 

“Lo que he aprendido es a trabajar en red. Formamos una red de periodistas que cubrimos desapariciones. Aprendimos mucho de lo emocional. No sólo de seguridad física y protocolos. Hicimos rituales de cierre, de pedir permiso”, dijo. Y agregó: “Las culpas son parte de este mecanismo para que dejes de investigar”. 

“Esto no es culpa de un cártel. Es un tejido que permite que esto pase”, cerró Turati.

Somos Presentes

Apostamos a un periodismo capaz de adentrarse en los territorios y la investigación exhaustiva, aliado a nuevas tecnologías y formatos narrativos. Queremos que lxs protagonistas, sus historias y sus luchas, estén presentes.

APOYANOS

Apoyanos

SEGUINOS

Estamos Presentes

Esta y otras historias no suelen estar en la agenda mediática. Entre todes podemos hacerlas presentes.

COMPARTIR