Salta: cinco niñes indígenas murieron por desnutrición en menos de una semana
Les niñes eran integrantes de comunidades pertenecientes al Pueblo Nación Wichí ubicadas en jurisdicción del municipio salteño de Santa Victoria Este.
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La pobreza extrema y la falta de acceso a servicios esenciales en el extremo noreste de la provincia de Salta terminó con la vida de dos niñas y tres varones en apenas cinco días. Cuatro de ellos padecían de desnutrición. Las muertes ocurrieron entre el 12 y el 16 de marzo.
Les niñes eran integrantes de comunidades pertenecientes al Pueblo Nación Wichí ubicadas en jurisdicción del municipio salteño de Santa Victoria Este, en el límite tripartito con Bolivia y Paraguay. Esta zona del departamento Rivadavia está comprendido dentro de la emergencia socio sanitaria declarada en 2020 por la muerte de niños y niñas, en su mayoría indígenas, por razones vinculadas al hambre. En lo que va de este año en Santa Victoria Este fallecieron 11 menores de edad, desde recién nacidos a adolescentes.
Presentes accedió a información detallada de los cinco decesos, cuatro de esas muertes fueron confirmadas por el Ministerio de Salud Pública de Salta.
Les niñes
Las dos primeras muertes datan del 12 de marzo. Una beba de un mes y medio, de la Comunidad San Miguel, que también estaba internada en el Hospital de Tartagal, falleció con un cuadro de desnutrición aguda severa y desnutrición severa. Otra niña, de dos años y cinco meses, de la Comunidad Vertientes Chica, murió en el Hospital de Santa Victoria Este. También ella tenía un historial de desnutrición y cuando llegó al hospital padecía de vómitos, diarrea y deshidratación severa. Esta nena ya había estado internada antes por bajo peso, pero su padre y su madre la retiraron a pesar de la opinión médica contraria.
El 14 de marzo, un nene de dos años y cuatro meses que también tenía bajo peso murió en la localidad de General Mosconi. El 16 de marzo, el niño de un año y ocho meses, de la Comunidad Misión Nueva Esperanza, murió cuando se encontraba internado en el Hospital Juan Domingo Perón, de la ciudad de Tartagal .El único fallecimiento que las fuentes señalaron como no vinculado a la desnutrición ocurrió el 13 de marzo. Un niño de dos años y tres meses de Misión La Paz (población que limita con Paraguay) y que padecía de una enfermedad autoinmune.
Según explicaron estas fuentes, la nueva oleada de fallecimientos tiene causas concurrentes: la pobreza estructural, falencias en la atención de salud (con faltantes de insumos y medicamentos en el hospital zonal), la lejanía con centros sanitarios de mayor complejidad, el calor extremo y las crecidas que tornan intransitables los caminos.
Varios días sin comer
“En esta semana se combinaron varias cosas: primero, la gente tiene hambre, pasamos de comer una vez por día a estar varios días sin comer”, afirmó una fuente para explicar el crecimiento de la demanda de atención de salud en el contexto de crisis que soporta el país todo, agudizada en la gestión presidencial de Javier Milei.
Además, el calor se hizo sentir especialmente en estos días, con temperaturas por
encima de los 40 grados, que causaron golpes de calor y deshidratación. Otro factor fue el desborde del río Pilcomayo, que hizo aún más difícil el acceso a algunas comunidades, como San Miguel.
Se agregan, contaron distintas fuentes, las fallas en la condición del Hospital de Santa Victoria Este. También describieron deficiencias en el sistema de traslado de pacientes y falta de elementos necesarios para la atención. Y juega su papel el sesgo en el trato a personas indígenas y campesinado criollo. “A la gente se la trata peor que a los animales”, graficó una fuente.
El norte olvidado
Las fuentes destacaron asimismo que en el hospital faltan medicamentos y que no se están reponiendo stocks de fórmulas lácteas para la recuperación nutricional. Esto último también está vinculado a los recortes en los recursos que la Nación debe enviar a las provincias.
En conversación con Presentes, la subsecretaria de Medicina Social Gabriela Dorigato puso énfasis en dejar en claro que en ese territorio, cuya población es mayoritariamente indígena, hay una presencia permanente del Estado salteño a través de equipos técnicos de las áreas de Salud Pública y Desarrollo Social. Sin embargo, Dorigato reconoció que hay problemas estructurales que necesitan de una protección aún mayor por parte del Estado.
“La provincia de Salta siemprees el norte olvidado, y este es el norte más olvidado, con mucha deuda social y que requiere de muchísima inversión para igualar oportunidades», afirmó.
Aumentos y problemas de insumos en la era de Milei
Al avance de la frontera agropecuaria sobre territorio de uso ancestral indígena con su consiguiente disminución de los recursos de caza, pesca y recolección se le añadió ahora el encarecimiento de los alimentos. Dorigato dijo que el cambio de gobierno nacional, en manos ahora de La Libertad Avanza,“impactó en los recursos que tiene la propia gente. Esta es claramente una zona de emergencia, es una zona que necesita de una protección, si se quiere llamar social, mayor”, insistió.
El pronunciado aumento del coste de los alimentos y el transporte desde la asunción de Javier Milei impactó aún más profundamente en estas poblaciones alejadas del centro neurálgico del país.
“Traer un alimento de Buenos Aires a Salta ya es caro. Imaginate cuando tiene que llegar a una comunidad como Victoria”, señaló Dorigato.
Además, es difícil trasladarse desde las comunidades hasta los centros urbanos de la zona.
“La gente se gasta la Tarjeta Alimentar o la Asignación Universal en transporte. Se gasta todo lo que recibe, entonces ese es el mayor impacto que estamos sintiendo en la situación social que tienen las familias”.
Respuesta del Estado
La difusión pública de los decesos provocó que el 21 de marzo una comitiva del Ministerio de Salud Pública de Salta recorriera el Hospital y el Centro de Recuperación Nutricional Infantil que funcionan en Santa Victoria Este.
Después el ministro de Salud Pública, Federico Mangione, aseguró que se está trabajando en la optimización del funcionamiento general de los hospitales. La población de Victoria, como la llaman en el lugar, viene dando cuenta de falencias en el hospital local. En una geografía de mucho calor, no cuenta con ambiente climatizado y tampoco hay suficientes ventiladores, también afirman que faltan medicamentos y otros insumos. Y hay quejas de maltrato de parte de algunos trabajadores del Hospital.
La cartera de Salud informó que en el Centro de Recuperación Nutricional de Santa Victoria Este hay diez niñes “internados recibiendo tratamiento nutricional oportuno y estimulación temprana”. Este Centro tiene una capacidad máxima de diez camas, fuentes de aquella localidad indicaron a Presentes que la demanda, sobre todo en los últimos meses, lo supera ampliamente.
Desde su fundación, hace dos años, el Centro ya recuperó a más de 160 niños y niñas. Pero la demanda lo supera. Todo este verano sus diez camas estuvieron siempre ocupadas. Las fuentes indicaron que la mayoría de infantes recuperades vuelven a la internación, y señalaron que esto se debe a que se mantienen las causas estructurales que provocan su desnutrición. Esta zona tiene altos índices de necesidades básicas insatisfechas.
Las fuentes añadieron que en las últimas semanas los pedidos, sobre todo para la atención de niños y niñas, colapsan la capacidad de respuesta del mismo hospital y el Centro de Recuperación.
«Los enfermeros nos tratan mal»
Sobre la acción del gobierno de Salta en ese territorio, la subsecretaria de Medicina Social aseguró que realizan “trabajo preventivo”. Desde noviembre semanalmente los hospitales zonales “presentan cronogramas de salida a terreno de acuerdo a los datos” que tienen sobre momentos o lugares de mayor vulnerabilidad”.
La visita del equipo de Salud no dejó conformes a referentes indígenas de Santa Victoria Este. El cacique Celedonio Torres, de la comunidad Misión San Luis, aseguró que todavía esperan que el ministro Mangione vaya a hablar con quienes conocen cómo es la atención de salud que reciben.
“Me siento muy molesto con el ministro porque no sabe la situación”, sostuvo. Además de ratificar las falencias señaladas por otras fuentes, afirmó que en el Hospital faltan profesionales, y capacitación, que hay enfermeres que “ni siquiera saben poner un suero”. Encima, “hay maltratos, los enfermeros nos tratan mal, a veces los médicos no hacen una buena atención”.
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