Solidaridad y feminismo en medio del genocidio: entrevista a una activista lesbiana palestina

La activista queer Ghadir Shafie cuenta cómo viven las diversidades en un contexto de guerra y genocidio.

11 de enero de 2024
Milena Pafundi
María RuizMilena Pafundi
Edición: Maby Sosa

Desde el 7 de octubre de 2023, luego del atentado del grupo terrorista HAMAS hacia Israel, la población palestina y principalmente en el territorio de la Franja De Gaza está sufriendo un genocidio acelerado. Además, continúan las invasiones y el settler colonialismo en todo el territorio palestino y campos de refugiados en el mundo.

En este contexto, desde Presentes nos comunicamos con Ghadir Shafie una activista palestina queer, co-directora de Aswat para escuchar y echar luz sobre las vivencias queer, las estrategias de pinkwashing por parte del gobierno israelí y la realidad que vive hoy toda la población palestina.

Antes de comenzar la entrevista (cuya versión en inglés se puede ver acá), Ghadir hace una aclaración:

Hoy la demanda más urgente es parar la guerra en Gaza. Pedir un “Alto al fuego” (ceasefire) inmediato, y en este contexto hablar de cómo Israel está tratando de maquillar este genocidio. Quiero enmarcar esta entrevista en torno a eso y que los activistas queer sean más solidarios y activos con Palestina. Es momento de hacer todo lo que esté en nuestras manos para ejercer presión. Queremos poner fin al genocidio de todos los palestinos que se dirige a todas las personas, de todos los géneros, de todas las edades.”

Marcha en apoyo a Palestina en México.
Foto: María Ruiz

-¿Qué significa ser queer en Palestina?

-Es similar a otros lugares del mundo, las personas LGBTQA+ se enfrentan al mismo desafío universal que todas las personas queer en todo el mundo. Con mucha frecuencia en occidente se escucha que dicen que quieren “salvar” a las personas queers palestinas de la sociedad homófoba, de la sociedad conservadora, de la familia retrógrada y nosotros solemos decir, ‘gracias, pero no, gracias’. No necesitamos que nos salven como queers, hemos conseguido subir la vara con nuestra propia comunidad, dentro del movimiento feminista palestino, dentro del movimiento Nacional Palestino. Hemos conseguido crear un discurso que incluye todas nuestras luchas, que une la lucha queer, feminista y la resistencia a todas las formas de opresión.

Pero creo que ahora necesitamos la solidaridad activa, la solidaridad internacional y queer para liberarnos como palestinos. Hoy, desde otros lugares pueden salir y manifestarte contra el genocidio, pero como una palestina sentada en Israel, no puedo hacer nada, es ilegal para mí compartir mensajes que demuestren simpatía. Es ilegal salir y manifestarse, es ilegal hablar árabe en el transporte público, si hablas árabe te pueden disparar.

Es importante para nosotros insistir en nuestra narrativa de que todos los palestinos son dignos de vida. Y que los queers palestinos están siendo asesinados por Israel, no por HAMAS, no por terroristas, es por el ejército israelí. Y es importante aclararlo. Porque esta es la medida y la propaganda que Israel está tratando de promover de que quieren proteger a las personas queers de Hamas porque los están matando.

Hoy tenemos toda la presión funcional unida para cometer este genocidio que aún continúa mientras estamos aquí hablando. No quiero dar cifras, porque los números son mucho más altos de lo que vemos. Los queers palestinos se enfrentan al crimen del aparthaid, la ocupación, el colonialismo de colonos ( settler colonialism) y ahora el genocidio. Hoy la reivindicación de todos los palestinos es el derecho a vivir liberados.

-¿Se trata de una intersección de identidades?

-Ser oprimida no tiene que ver con mi sociedad. Yo he podido crecer en mi sociedad, incluso he podido tener un hijo, he crecido como mujer queer en mi sociedad, hasta hemos logrado ser parte del movimiento BDS (Boycott, divestment, sanctions) que nos menciona en todas las publicaciones en todos los idiomas. Hemos creado visibilidad dentro de nuestras propias comunidades.

Los palestinos queer no hablamos sólo de identidad sexual y de género. Es imposible hablar sólo de identidad sin hablar del gran elefante que está en la habitación. Para el movimiento queer en Palestina, que empezó a formarse hace unos 20 años con la creación de organizaciones de base, era importante crear una narrativa que fuera interseccional, que uniera los círculos de opresión. Porque al fin y al cabo mi opresión no depende sólo de mi opresión queer.

También estoy oprimida como mujer en una sociedad muy conservadora, militarista y de alguna manera religiosa, donde muy a menudo los derechos de las mujeres se ven comprometidos por el bien de la sociedad, la religión, los hombres, lo que sea. Y, por supuesto, como palestina, depende de dónde vivas, de si estás bajo la ocupación, el colonialismo (settler colonialism) o el apartheid, pero también en el contexto de pinkwashing o la homofobia.

Documental : Pinkwashing Exposed

El conocido asunto del “pinkwashing”

El pinkwashing no es algo nuevo en Israel. De hecho hacen uso de diferentes tipos de washing para justificar el genocidio, la ocupación y la colonización contra los y las palestinas. Hay una relación estrecha entre Israel, el turismo y el pinkwashing.

El artículo “Boycotting colonialismo: the link between israelí pinkwashing & tourism” así lo define:

“Israel ha estado elaborando estrategias e invirtiendo enormes sumas de dinero en las Marchas del Orgullo y la industria del turismo. Trabajan metodológicamente, lo que significa que hay varias entidades políticas involucradas, no sólo el gobierno israelí. Uno de los proyectos llevados a cabo por organizaciones extranjeras es la llamada Aliyah, palabra hebrea que significa retorno o inmigración a la Tierra Prometida. Están utilizando el concepto de Pride Aliyah para alentar a los homosexuales judíos a ‘regresar’ a la Tierra de Israel. Este es sólo uno de muchos ejemplos…”

-¿Cómo funciona hoy el pinkwashing? ¿cuáles son las estrategias que utilizan y para qué?

­-Los homosexuales de todo el mundo se enfrentan a la homofobia. Pero aquí, en el contexto de Israel, además de la homofobia -que puede provenir de la sociedad palestina o de la sociedad israelí-, también existe una agenda de lavado de cara, pinkwashing que es realmente muy peligrosa. Porque dice “Israel es el paraíso gay, ven a Tel Aviv y celebra tu identidad” lo cual no solo es mentira, sino que también va un paso más allá para retratar a todos los palestinos como retrógrados, homófobos y, por lo tanto, merecedores de la opresión. Crea así esta superioridad colonial de los israelíes sobre los palestinos.

Israel ha utilizado muchos programas de washing (lavado) como: el greenwashing (lavado verde), el PurpleWashing (lavado púrpura) y ahora el lavado del genocidio. Y creo que con todas las imágenes perturbadoras que hemos visto y que seguimos viendo de Gaza, una que fue realmente horrible fue un soldado israelí de pie sobre los escombros de la destrucción de Gaza con muchos tanques en el fondo, sosteniendo una bandera gay diciendo que este es un mensaje de paz, – tenemos que vencer a HAMAS porque si HAMAS supiera que soy gay me mataría también. Incluso este genocidio está siendo un pinkwashing de Israel, diciendo que traerán la liberación, que traerán la paz, la apertura y la homosexualidad, mientras que en realidad están destruyendo familias enteras y barrios y matando todo signo de vida.

Desde el 2009 que el pinkwashing era perverso, porque cuando yo era una adolescente cuestionándome mi sexualidad no había nada en la escuela árabe para hablar de identidad. Sólo había una línea de apoyo, “white line” en Tel Aviv a la que llamé y me dijeron, “tienes que venir a vivir a Telaviv si eres Lesbiana.”

– ¿Cómo fue tu vida en Tel Aviv como palestina?

-Después de graduarme me vine a vivir a Tel Aviv y muy pronto mis amigos israelíes quisieron cambiarme el nombre. Decían que tenías que parecer y sonar como una israelí, porque así es como puedes ser gay. Yo era muy joven e ingenua, pero para mí estaba muy claro, he sido palestina toda mi vida, y recién comenzaba a cuestionar mi sexualidad, así que fue muy difícil estar de acuerdo con este discurso y la imposición de mi identidad.

Es como: “No puedes ser una palestina queer, tienes que ser un israelí queer”, y cambiar tu identidad y carácter. Para mí fue muy extraño e insultante. Recuerdo que esperé hasta el final del año de escolarización, y me fui de Tel Aviv y nunca más miré hacia atrás. En realidad, fue Tel Aviv que me puso de nuevo en el armario. Y me tomó unos 10 años acercarme al Aswat, (movimiento feminista queer por la libertad sexual y de género de las mujeres palestinas, que forman parte de una minoría indígena que vive y es discriminada en el estado de Israel.) La primera vez que fui al Aswat, fue la primera vez en mi vida que pude ser una mujer queer palestina y no tuve que disculparme ni explicar nada. Fue la primera vez que pude reconciliar mi identidad nacional con mi identidad sexual.

La razón por la que se creó el Aswat fue que muchas personas trans y lesbianas palestinas formaban parte de organizaciones israelíes LGBT, que obviamente habían empezado a establecerse antes por su conveniencia política, social, y económica.

Muchas palestinas queer queríamos ir a organizaciones israelíes y éramos bienvenidas como lesbianas, pero no como palestinas. Tienes que comprobar tu identidad en la puerta, y te dicen: -aquí no se puede hablar de Palestina ni de liberación u ocupación, sólo se puede hablar de los derechos de las lesbianas.

– Hace unas semanas una integrante lesbiana de Queer for Palestine que estuvo de paso en México contó una de las tantas dificultades que tienen de vivir en territorio ocupado y controlado por Israel: “Hay 700 checkpoint en Israel. Eso quiere decir que cada 1 km nuestros cuerpos marrones son registrados por invasores, hoy es considerado ya hace 17 años el más largo campo de concentración en el mundo”. En la guerra entre Ucrania y Rusia la gente se sintió y siente más identificada, justamente porque son cuerpos blancos, no son cuerpos marrones siendo desplazados y asesinados.

– Creo que el mundo aún no comprende el sufrimiento de los palestinos, la urgencia de hacer algo para detenerlo y la creencia de que todos y cada uno podemos hacer algo. Esta no es la primera guerra en la vida, ni la segunda, ni siquiera la tercera guerra que presenciamos. Y si quieres contar todas las guerras desde que nací, han sido más de quince. La guerra es algo que vemos en el transcurso de nuestra vida, pero no nos acostumbramos a ello, el mundo se está acostumbrando, se está acostumbrando a lo que ve.

Creo que la mayoría de la gente que quiere ver, ahora puede ver. Antes había un velo, pero hoy cualquiera puede entender lo que está pasando. No es una guerra entre dos ejércitos, no es una guerra que permite a la gente huir como en Ucrania. En Ucrania pueden huir, a pesar de la horrible situación que se vive allí, algunos al menos tienen la opción de irse. La gente de Gaza no tiene esa oportunidad, no hay nada en el mundo ni en la historia moderna algo que se le pueda comparar, en ninguna parte. Así que creo que los tiempos difíciles requieren medidas difíciles. Los tiempos extremos requieren medidas extremas.

La idea de la guerra crea mucho miedo y caos. Es muy difícil de organizar. Si vives en Gaza te estás muriendo, si vives en West Bank los están invadiendo. Invaden Jenin, invaden Nablus, y muchas más, es imposible ir allí. Están arrestando gente, están creando mucho caos y desestructurando a la gente. Si vives dentro de Israel, es como Corea, realmente todo está monitoreado.

-¿Cómo es tu situación actual? ¿cómo atraviesan la guerra y el genocidio desde otras ciudades en Israel?

-Vivo en una ciudad mixta, hay cinco ciudades mixtas donde israelíes y palestinos viven en el mismo edificio, en la misma calle. Este gobierno está dando pistolas M16 a los colonos que caminan. No es sólo la policía o el ejército, hay civiles caminando con armas. Si vas a una tienda de comestibles a comprar pan y leche, esto se ve. Da mucho miedo, las calles todavía están vacías.

Es una atmósfera de miedo, caos, tristeza e impotencia. Mucha gente no sabe qué hacer con la guerra, no hay medios, no se puede decir nada, no nos dejan publicar nada en redes. Una chica publicó: “Dios nos ayude”, y la arrestaron. Y todos los días tiene a un manifestante sionista amenazando en su tienda, ella llama a la policía y la policía viene y ayuda al manifestante sionista para intimidarla. Le cortaron la luz y el agua. En la única manifestación que intentaron organizar vinieron a arrestar a todos: niños, hombres, mujeres. Se llevaron a todos y dijeron: ¿quién quiere salir a manifestarse? Le daremos a la policía el permiso para que la policía dispare con municiones al manifestante si es palestino.

Entonces no ves a nadie protestando porque todos tienen miedo. No hay forma de expresión alguna, no puedes hacer nada en absoluto. Y eso crea más trauma, crea más ira y más odio en tu cuerpo. Hago meditación, tengo grupos de apoyo, pero la mayoría de las personas no lo tienen. De todos modos, para estar libres de todos los enojos de esta guerra tenemos amigos, la gente tiene familia en Gaza, el sufrimiento es de todos. Cuánto lo sufres depende de tu ubicación geográfica si estás en peligro físico, emocional o ambos. Es una locura en este momento.

Una estrategia para vivir

El movimiento BDS cada vez más global y potente se define así:

Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) es un movimiento de liderazgo palestino por la libertad, la justicia y la igualdad. Fue creado en 2005. El BDS sostiene el principio elemental de que las y los palestinos tienen los mismos derechos que el resto de la humanidad. Inspirado en el movimiento anti-apartheid sudafricano, el llamado al BDS insta a actuar para presionar a Israel a que respete el derecho internacional.

Hay un medio de noticias donde se pueden encontrar todas las marcas que apoyan a Israel o son cómplices del genocidio: thewitness

Marcha en apoyo a Palestina en México.
Foto: María Ruiz

-¿Las estrategias de Boicot funcionan? ¿qué necesitan para seguir exigiendo un alto al fuego?

-La gente piensa que estamos muy bien conectados, pero no es así. La gente no sabe qué hacer, no hay liderazgo para los palestinos. Generalmente las personas se inspiran en los liderazgos de comunidades que están organizadas. Hoy nos organizamos individualmente, porque las organizaciones pueden ser atacadas.

Vemos que el gobierno tiene sus propios intereses, querían gas, ahora quieren gasolina, etc. Pero la gente obviamente está mostrando solidaridad y lo hemos visto en muchas naciones, y pensamos que esto es lo que hace la diferencia. La gente alrededor del mundo tiene poder, tienen el poder de boicotear y eso es extremadamente efectivo. Vemos como Sturbuck y muchos otros están pagando el precio de su complicidad, están pagando el precio de apoyar el régimen que continúa cometiendo genocidio contra gente inocente.

Sé que duele ver a niños y mujeres morir, pero todos merecemos una oportunidad de vivir y ése es el mensaje. Creo que como activista tenemos el deber de desmantelar esta narrativa, y entiendo por qué lo están haciendo, porque Israel afirma que con estos asesinatos está combatiendo a los combatientes terroristas. Pero ¿cómo un niño de 1 o 5 años es un terrorista? ¿Cómo es terrorista una mujer embarazada? Creo que esta narrativa es consciente gracias a la ONU, porque tienen un departamento de protección específica para mujeres y niños, y además porque Israel está reclamando que está matando mayormente a HAMAS, y el número de asesinatos de mujeres y niños es extremadamente alto.

Hoy tenemos más conciencia de lo indefensos que somos y también tenemos conciencia de lo poderosos que podemos ser cuando todos nos comprometemos a boicotear, cuando todos nos comprometemos a no descansar hasta que Palestina sea libre. Este compromiso nos permitirá vivir liberados, vivir como personas normales, pacíficas, felices y libres de cuerpo, corazón y mente.

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