“El movimiento de derechos afro nace con mujeres pioneras en ir a golpear las puertas al Estado”

La activista y artista plástica María Gabriela Pérez reivindica la importancia de las mujeres afro en la lucha independentista y

“Esta primera Asamblea Nacional sin dudas marca un antes y un después en el movimiento de mujeres y diversidades afrodescendientes, y se movilizó una estructura a la cual sinceramente la comunidad afrodescendiente no está acostumbrada”, dice María Gabriela “Maga” Pérez, funcionaria del Inadi a cargo de la organización de la primera Asamblea Nacional de Mujeres, Lesbianas, Bisexuales, Travestis, Trans y No Binaries Afrodescendientes de Argentina. Reconocer la historia es fundamental para comenzar a reparar.

“En cada rincón del país hay historias que unen a este suelo con la esclavitud del siglo XVI, una institución social que fue parte del ordenamiento de los orígenes de la Argentina”,  agrega Pérez. Ella es activista y artista plástica, autora de un cuadro emblemático de Remedios del Valle en el Ministerio de Educación. Actualmente es titular de la Comisión de Reconocimiento Histórico de la Comunidad Afroargentina del Inadi

Maga junto al cuadro que pintó de María Remedios Escalada.

El objetivo del encuentro es triple: visibilizar, reconocer y reivindicar esta identidad profundamente negada. 

Con esta iniciativa, el Estado busca reparar (en parte) su deuda con la comunidad. Y fortalecer los liderazgos de las mujeres y diversidades afro: una acción estratégica para luchar contra todo racismo y desigualdad. El evento fue organizado en conjunto por el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) y la CAF ( Banco de Inversiones de América Latina y el Caribe).  Durante tres jornadas reunió a más de 200 mujeres, lesbianas, bisexuales, travestis, trans y no binaries afrodescendientes entre el 4 y el 6 de agosto.

Asamblea Nacional de Mujeres, Lesbianas, Bisexuales, Travestis, Trans y No Binaries Afrodescendientes de Argentina.

Afroargentines: víctimas y patriotas

El Censo de 1778 arrojaba que el 46% de la población argentina tenía origen africano. Pero a la historia oficial la escribieron los dueños. La generación de 1880, con referentes como Juan Bautista Alberdi, Julio Argentino Roca y Domingo Faustino Sarmiento planificaron una argentina blanca y europea. «Producto del trabajo de esta generación cuando nos miramos al espejo decimos ´Yo desciendo de Europa´, aunque no tengamos nada que ver con Europa, y aunque lo sepamos. Se nos negó el orgullo de ser afrodescendientes, como se nos negó también un orgullo indígena, me animo a decir. Las dos raíces negadas”, sintetiza María Gabriela. “Pero el racismo no es un problema de un grupo social. Es una cuestión estructural que viene de las entrañas del órden estructural de nuestro país. A través de la expresión del ´Crisol de razas´ se quiso anular a las identidades para que salga una bonita masa blanca y europea”. 

Entre 1777 y 1812 entraron al puerto de Buenos Aires y Montevideo más de 700 barcos, con 72 mil esclavos africanos. Algunos provenientes de la zona sur del Ecuador, Angola, Congo y Mozambique, y otros del sudeste de África. Una segunda migración sucedió con la llegada de los europeos, en el siglo XIX, principios del XX y luego del fin de la Segunda Guerra Mundial, en 1945.
Finalmente, en la década del’90, arribaron a la Argentina las llamadas “nuevas migraciones africanas”, a los que denominamos comúnmente como “los senegaleses”, a pesar que sus países de origen son Mali, Senegal, Mauritania, Liberia y Sierra Leona. En su mayoría son varones jóvenes.

Hoy las organizaciones hablan de unos dos millones de personas afrodescendientes en Argentina y el último censo de 2010 contabilizó 149.493 personas que se reconocen como afrodescendientes.

– ¿Cómo se expresa esta historia en nuestro días?

– A nosotras nos atraviesa el racismo estructural y la desigualdad. Para las mujeres y las diversidades afrodescendientes, todas las cuestiones que hacen al sexismo, a la identidad de género, y a lo patriarcal no son un dato menor en nuestras vidas y en todo lo que no propongamos hacer. Estos días (en la Asamblea) se ha trabajado en la participación y la representación política de nosotras como sector. El movimiento de derechos afro nace con mujeres pioneras en ir a golpear las puertas al Estado, con propuestas de políticas de visibilidad y reconocimiento, y se han encontrado con las puertitas cerradas. Y cuando el Estado abrió sus puertas no tuvo reconocimiento con esas mujeres, y sí lo hizo con los varones negros. Por poner un ejemplo.

Maga en la Asamblea organizada por el Inadi

– ¿Cómo se fortalece esta representación?

– El movimiento de reconocimiento de derechos nace con las mujeres a la cabeza: Lucía Dominga Molina, María Elena LamadridMiriam Gómez Lima o Pocha Lamadrid, que en 1996 trabajaba por horas como empleada doméstica cuando le respondió al ex presidente Carlos Menem que había dicho en EEUU que los negros no existían en la Argentina, Ella logró impulsar el primer censo de la comunidad afroargentina a principio del siglo XXI. 

Ahora, si alguien encuentra la representación de las mujeres afro en el Ministerio de las Mujeres que me avise. (Risas) No lo digo mal, porque una entiende que a veces no se sabe. Pero si decimos: “ahora que sí nos ven” ¿Por qué no estamos dentro de la estructura del Ministerio de Géneros y Diversidad? Esa es una pregunta que le hacemos al Estado. También como hacemos la crítica llevamos adelante la acción, hacia dónde queremos caminar. Porque entendemos que el motor es el Movimiento de Mujeres, y en este movimiento las mujeres negras tenemos que estar presentes.

– ¿Fortalecer los liderazgos de las mujeres afroargentinas favorece a la construcción de una sociedad menos racista y menos machista, de forma integral?

– Exactamente. Porque el problema del racismo es una problemática social, no es un problema de la comunidad negra, o de las personas que nos ven que somos fenotípicamente así. Gracias a la lucha que venimos dando hace muchísmos años,  hoy se habla de crímenes de odio racial, porque se visibilizó que hay “gatillo fácil” en función del color, en función de la identidad. Hay una inseguridad policial que no es igual para todos los grupos. ¿A quiénes se les dice negros? Se le dice negros a las personas genéticamente descendientes, pero no solamente a ese grupo, considerado “no blanco”. A las personas empobrecidas. El fallo de Lucas González, que habla de “odio racial”, es el resultado de que nuestra Comunidad, en estos 40 años de democracia. 

– Repensar quiénes somos.

– En los territorios este es un momento donde la sociedad está mucho más permeable a escuchar, y más dispuesta a empezar a mirarse en el espejo que tiene que mirarse. En el espejo de lo que somos: un país que tiene diversidad. Hay tres raíces: la de los pueblos indígenas, pueblos preexistentes al Estado Nación; la comunidad africana, que tiene que ver con esa preexistencia, porque muchas afroargentines/as/os somos descendientes de esa personas que fueron víctimas de la trata transatlántica del Siglo XV. Y y muchos siglos después aparece la comunidad, pero siempre ha sido la más valorada. El tema somos nostros/as/es. África necesita que le pidan perdón por todo lo que le robaron, por ese extractivismo. 

Historia de muchos colores

Los ejércitos se nutrían a través de edictos firmados por la suprema autoridad, que obligaban a los propietarios a ceder a sus esclavizados/as/es. Pero en la narrativa de la esclavitud las cuestiones de género siempre quedaron aún más veladas. “El mestizaje no se produjo porque los europeos se quiseran casar con las morenas, las mulatas o las indígenas. Sucedían otras cosas”, dice Maga.

Ella cuestiona la liturgia de los actos escolares: el corcho quemado, las empanadas calientes, el candombe banalizado, y las figuras de la dirigencia, San Martín o Belgrano encarnados por los niños más blanquitos y de ojitos lo más claros posible. 

– ¿Qué roles cumplieron lxs africanxs y afrodescendientes en la etapa del nacimiento de la Patria, de la lucha contra España (y los otros imperios)?

– A veces se habla de los ejércitos de la independencia como si fuera un conglomerado que no tiene nombre ni apellido. Y en realidad hay muchísimos generales y generalas, y sargentos y sargentas de nuestra independencia, como María Remedios del Valle, la madre de la Patria, pero también Cipriana Campana, Lorenzo Barcala, Josefa Tenorio (entre las mujeres del Ejército de los Andes) sólo por nombrar a algunos/es que salieron de los históricos batallones de castas, que luego resultaron en batallones de pardos y morenos, donde las personas racializadas y afrodescendientes eran reclutadas obligatoriamente. Las modalidades las podemos discutir, porque son héroes de la patria pero fueron obligados/as a ir a la guerra, bajo promesas de libertad que nunca llegaron. Algunos tuvieron un reconocimiento, pero el trato era desigual para africanos/as y descendientes. 

– Hablemos de Remedios.

– Era una mujer de este tiempo en otro tiempo. Desobediente como ella sola, se alistó en el ejército, seguramente con la motivación de pelear contra un enemigo en común, el mismo ejército realista que había traído a sus padres desde África. El causante de la tragedia era una buena motivación para ir a la guerra, y así lo hizo, en los roles que tenían las mujeres en esos momentos. Pero en alguna batalla pasó al frente, ayudó a salir de situaciones difíciles y tomó las armas, aunque no era lo que se suponía que tenían que hacer las mujeres. Pidió permiso para seguir a Belgrano, y él no se lo concedió, hasta que sus propios compañeros de batalla hicieron que cambiara su apreciación. El grito: “es la madre de la patria” es el reclamo de otros generales que vieron lo que era capaz de hacer María Remedios.

– ¿En las familias afroargentinas ya conocían a Remedios y otras historias de la liberación? 

– En la comunidad afro conocíamos su historia pero no teníamos todas las evidencias de los documentos históricos. Como cuando se hacen los actos los 25 de mayo, y se cree que los afrodescendientes sólo vendían empanadas y bailaban el candombe. Nos llevaban al acto, pero nosotres somos parte de la comunidad y sabíamos que no había sucedido sólo eso. Sabíamos desde chicos que la caracterización del ejército de granaderos, que eran todos hombres blancos europeos no se condice con la realidad de cómo se formó ese primer ejército patrio, que tenía 2.300 personas entre pardos y morenos, esclavizados y liberados (es decir, con una condición de semi-libertad), y el resto que provenían de familias patricias. 

– ¿Cómo te relacionás con esa historia y la historia nacional en general?

– Mi familia proviene de los primeros afroargentinos. Somos seis generaciones. Soy chozna de un sargento del ejército que estuvo a las órdenes en la guerra contra el Paraguay, que había formado parte del ejército de pardos y morenos. Este caso que comento, que es individual, en realidad tiene mucho de colectivo, de muchísimas personas que tienen esa raigambre histórica con nuestro país. Los que descendemos del primer grupo tenemos mucho interés en que esa historicidad sea reconocida. Nos emociona el reconocimiento a María Remedios del Valle y es un logro en nuestra lucha. 

Su reconocimiento sería tardío: hace apenas 10 años se sancionó la Ley 26.852 que conmemora el “Día Nacional de lxs Afroargentinxs y la Cultura afro”, el 8 de noviembre, justamente por el fallecimiento de la Madre de la Patria. Pero Maga recuerda las palabras del General José de San Martín: “Un día se sabrá que esta patria fue liberada por los pobres y los hijos de los pobres, nuestros indios y los negros que ya no volverán a ser esclavos de nadie”. 

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