Miriam Miranda: “Las poblaciones garífunas están luchando contra el exterminio”
La activista hondureña junto a 200 garífunas exigió al Estado la protección de sus vidas. “Ilegalmente se introdujeron en nuestras comunidades e implantaron un terror que no respeta la vida”, expresó Miranda
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TEGUCIGALPA, Honduras. Al son de tambores, con pañuelos y trajes típicos, con el ritual para ahuyentar las malas energías y atraer las buenas que tanto necesitan los pueblos vulnerabilizados. Con la danza a pies descalzos para celebrar el encuentro entre hermanos y hermanas. Así se presentaron más de doscientos hombres y mujeres defensoras del territorio en un hotel capitalino para exigir al Estado hondureño que garantice la vida, y termine con la violencia contra este grupo al que pretenden exterminar las mafias coludidas con el poder.
En los últimos años, Honduras ha sido catalogado como un territorio hostil para las poblaciones que viven en lucha constante por sus tierras y bienes comunes. Los pueblos originarios y afrodescendientes viven la zozobra del desalojo año con año.
La amenaza es la misma en todos los gobiernos, aseguran. Esa situación demuestra que los políticos tradicionales usan en sus campañas las promesas como un escalón para alcanzar el poder. Una vez que llegan a la cúspide se olvidan del pueblo y de quienes los llevaron allí.
La lucha que han mantenido las comunidades garífunas es histórica. Su único propósito es defender sus territorios ancestrales de la amenaza de expropiación de grupos de poder y mafias infiltradas, denuncian.
“Quieren acabar con el pueblo garífuna”
Las comunidades garífunas que viven bajo la sombra de la impunidad y el peligro latente de perder hasta su propia vida son Triunfo de la Cruz, Punta Piedra, San Juan, Armenia, Guadalupe, San Antonio, Masca, Travesía, Cayos Cochinos, Punta Gorda y Vallecito, entre otras. En estos pueblos se sufre a menudo violencia, amenazas, persecución e intimidación de los grupos implantados en los territorios ancestrales.
Reportar sin Miedo conversó con la coordinadora de la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos (RNNDH), Yessica Trinidad. La lideresa garífuna ha vivido en carne propia las violaciones de sus derechos humanos. Ha sido encarcelada injustamente, pero pese a todo continúa en pie de lucha.
Trinidad expuso que desde el año 2020 hasta la fecha se registran 3,205 agresiones contra hombres y mujeres defensoras en las comunidades ancestrales.
De esos ataques, el 25%, o sea, 802, ha sido contra la Organización Fraternal Negra Hondureña (Ofraneh). “Estas agresiones son el reflejo de la violencia y de la política de exterminio. Quieren acabar con el pueblo garífuna”.
Trinidad mencionó que esta política de exterminio se está desarrollando a través de muertes violentas y desapariciones forzadas. Al mismo tiempo lamentó que la violencia sistemática e intencionada se expresa en hechos repudiables.
Entre las principales acciones en contra de las y los defensores del territorio se hallan el hostigamiento, la vigilancia y las amenazas que se extienden a sus hijas e hijos. Por ello, las poblaciones viven en constante tensión.
A juicio de la defensora, los pueblos que más sufren persecución, amenazas, criminalización y el despojo son las comunidades garífunas. Los principales se dirigen principalmente a los grupos líderes del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh).
Al Copinh pertenecía la incansable Berta Isabel Cáceres, quien en medio de su lucha pereció a manos de los grupos de poder. Hoy por hoy sigue sin haber datos sobre los responsables materiales de su asesinato.
Estado hondureño, responsable de desapariciones
El representante del Comité de Defensa de la Tierra de la comunidad Triunfo de la Cruz, Tela, Atlántida, Gustavo Alfredo López, conversó con este medio y manifestó un tanto indignado que el actual gobierno sólo sabe contestar con excusas sus peticiones y problemáticas. “Honduras está cerca de convertirse en una selva. Nadie cumple las leyes, tampoco las respetan. Ni siquiera los que tienen el poder están abogando para proteger nuestras vidas”, dijo.
López aseguró que en su comunidad las persecuciones son diarias y que viven amenazados si salen de casa, como si fuese una dictadura. “Vivimos en agonía. El Estado no tiene el control de estas violaciones. Da pena decirlo, pero es la verdad. A mí nadie me va a sacar de mis tierras. Tendrán que sacarme, pero muerto, de ahí porque no me cansaré de luchar por lo que nos pertenece”, subrayó el líder con el rostro un tanto cansado por los años de lucha.
En relación con el exterminio de las comunidades, la misma posición mostraron los representantes del Comité Garífuna de Investigación y Búsqueda de Desaparecidos del Triunfo de la Cruz, Sunla y la Ofraneh. También denunciaron que existe una política de exterminio contra el pueblo garífuna a través de acciones deliberadas y directas, de las cuales el principal responsable es el Estado hondureño.
La coordinadora de Ofraneh en Roatán, Melissa Martínez, conversó con este medio y aseguró que una de las principales exigencias al Estado de Honduras es el “alto a las políticas de exterminio contra el pueblo garífuna”.
Al mismo tiempo aseguró que hay un enorme afán de los gobiernos de descalificar la defensa de la tierra y el territorio
Martínez ha sido procesada por los entes de seguridad del Estado por mantener protestas en defensa de la tierra y el territorio. Sin embargo, aseguró que no se detendrá y defenderá a toda costa lo que les corresponde a estas comunidades en condición de vulnerabilidad.
Mafias en el gobierno de Xiomara Castro
La coordinadora de la Organización Fraternal Negra en Honduras (Ofraneh), Miriam Miranda, manifestó a Reportar sin Miedo que en Honduras sigue habiendo grupos de la mafia. Aunque el país cambió de líderes políticos, la lideresa asegura que nada ha cambiado en cuanto a la protección de derechos de las comunidades ancestrales. Lejos de eso, aseguró, Honduras está dando pasos en retroceso.
“Nadie puede decir nada porque hoy día los criminales, las mafias que controlan este país, están en el territorio garífuna. El hecho de que haya un gobierno nuevo no significa que hayan detenido esta mafia que tiene controlado a este país. Desgraciadamente, nadie cuestiona eso”, reprochó.
Según declaraciones que Miranda brindó a este medio, los grupos criminales utilizan los territorios para implantar sus estructuras y no ser perseguidos por la justicia, aunque al final todos terminan siendo lo mismo, manifestó.
“Nadie cuestiona las mafias que tienen controlado este país. Nos están diezmando, asesinando y persiguiendo. Cualquier garífuna que luche por la tierra es amenazado, perseguido y encarcelado. Ya nos tienen identificados”, añadió.
Aunque las persecuciones contra esta población son diarias, Miranda asegura que defenderá y luchará por sus comunidades a como dé lugar. “Luchamos con nuestros cuerpos desde nuestras tierras ancestrales. Las poblaciones garífunas estamos luchando contra el exterminio de nuestros pueblos todos los días, pero aun así producimos nuestras tierras, pese a vivir en lucha constante por la tenencia, desde esas tierras, las comunidades y el pueblo garífuna construimos vida todos los días”, aseguró.
Desde la Ofraneh, también condena que el Estado hondureño no ha dado cumplimiento a ninguna de las sentencias de la Corte IDH, Al contrario, lo que está haciendo es evidenciar su política racista y patriarcal y el despojo territorial que únicamente reproduce el éxodo de la población comunitaria a otras zonas del país o, como última opción, la migración al extranjero.
La postura gubernamental de dar la espalda a la crisis en las comunidades, a causa del extractivismo depredador, sólo genera una de las políticas de exterminio más poderosas que la lideresa Miranda ha preferido llamar “el vaciamiento de los territorios”.
Las fotos son de Ofraneh
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